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viernes, 28 de febrero de 2014

PUEBLO SANTO CON AUTORIDAD


Ahora mismo, Dios esta levantando a un pueblo santo
que tiene autoridad espiritual.

Satanás siempre impugna a aquellos que gimen y oran por la condición de la casa de Dios. Él pretende mantener las cosas como están. Así que les dice a los siervos de Dios que oran, lo mismo que le dijo a Jesús: “Esta gente esta contenta con este arreglo acogedor. Así que, esto no es asunto tuyo. ¿Por qué tomas esta situación comprometida como tu proyecto personal? Esta no es tu batalla. Debes orar para tus propios problemas y necesidades. Déjenos en paz. Márchese y adore a Dios. Disfruta.”

Aún así, los que poseen autoridad espiritual no serán intimidados. Ellos saben que la iglesia descarriada le concierne a Dios. Y rehúsan quedarse tranquilos mientras el diablo invade y toma control. No nos atrevemos permitir que Satanás robe, engañe y hurte de su pueblo a voluntad.

Recientemente observe un video de un servicio de iglesia donde la gente se reía salvajemente y hacían ruidos de animales. ¿Qué hizo el pastor? Él trató de gritar más alto –para “espantar” los espíritus de distracción de su congregación. ¿Puede usted imaginarse Jesús reaccionando de esta forma? ¿Puede usted imaginarlo tratando de gritar un sermón por encima de tales gritos? No. Jesús vio lo que era necesario, y tomó la autoridad sobre cada situación.

Creo que la iglesia hoy está en una crisis a gran escala por su falta de autoridad espiritual. Con regularidad converso con padres en pánico acerca de sus hijos. Ellos suplican, “he descubierto que mi hijo es un drogadicto o cosas por el estilo. Tratan de convencerlos para que entren en un programa de rehabilitación, no saben que hacer.”

“Siento gran pesar en mi corazón por estos padres. Sus corazones están quebrantados, desesperados por encontrar la verdadera autoridad espiritual que los lleve a una verdadera ayuda. Aún, me pregunto: ¿dónde está la autoridad espiritual en su hogar? En mi opinión, muchos padres piensan que son impotentes cuando no lo son. Alguien en la familia tiene que tener el poder para ahuyentar al diablo – fuera de su hijo, y de la casa. Digo a cada padre que sufre: usted debe echar mano de la autoridad espiritual por sí mismo. Aunque su hijo le cierra las puertas, usted todavía puede lograr el poder en su habitación secreta de oración.

Usted puede protestar, “Pero no soy Jesús. Él vino a la tierra con autoridad divina.” El hecho es, Jesús, aunque Dios encarnado, afrontó al diablo como un hombre, un hombre lleno con el poder del Espíritu. Él no luchó con Satanás en ninguna otra forma. De la misma manera, Satanás siempre se acercó a Cristo como a un hombre, aunque él sabía que él era el hijo de Dios. El demonio reconoció tanto así, diciendo, “¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? (Marcos 1:24). Ellos se dirigieron a Jesús como a un ser humano, nacido en una ciudad particular en Israel. Sin embargo, aún cuando Cristo fue un hombre de carne y sangre, él ejerció la autoridad espiritual total sobre cada poder demoníaco.

Usted también puede pensar, “Si tan sólo yo tuviera esa clase de poder sobre el enemigo. Pero no poseo esa clase de autoridad para hacer huir a Satanás.” Eso no es cierto. Los discípulos de Jesús tenían este mismo poder: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” (Mateo 10:1). “Les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones, y vencer todo el poder del enemigo” (Lucas 10:19).

El apóstol Pedro era de carne y sangre, como todos de nosotros. Pero, él ejerció autoridad espiritual sobre el diablo. Él dijo al hombre cojo en la puerta del templo, “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!” (Hechos 3:6), y el hombre fue sanado. Los líderes religiosos de aquel día reconocieron este poder en Pedro. Ellos le preguntaron, “¿Con qué poder, o en nombre de quién, hicieron ustedes esto?” (4:7).

En ninguna parte sugiere la Biblia que este mismo poder no es para nosotros hoy. Cuando dijo el Señor alguna vez a su iglesia, “les he ayudado hasta ahora. ¿Ahora ustedes están solos?” ¿Qué tipo de Dios autorizaría a su gente en el desierto, cuando ellos mas lo necesitan - autorizaría a los reyes de Israel, profetas como Elías, y muchedumbres en Pentecostés - y luego lo retendría de su iglesia de estos últimos días, cuando lo necesitamos más que cualquier otra generación?

Según la escritura, el poder del Satanás ha aumentado en nuestros días: “El diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Ap. 12:12). ¿Por qué permitiría Dios que Satanás ataque a una iglesia débil, impotente que no tiene ninguna defensa? Su pueblo nunca ha perdido el acceso a su poder divino.

Lamentablemente, muchos cristianos tienen una idea distorsionada de la autoridad espiritual. Esto es especialmente cierto en círculos carismáticos. Sé de una serie de convenciones “de Poder,” donde los predicadores imponen manos sobre la gente para darles una unción de autoridad espiritual. Pero, cuando los recipientes vuelven a casa, sus esfuerzos contra el diablo todavía fallan miserablemente. Ellos terminan haciendo la misma pregunta que los discípulos les preguntaron a Jesús: “¿Por qué no podemos echar fuera estos espíritus?”

Usted no puede obtener el poder sobrenatural simplemente al tener que alguien imponga sus manos sobre usted. Esto no es un regalo. Esto es un estilo de vida, caminando con Jesús. Y no todos los que piden tal autoridad serán cambiados de repente en una fuerza espiritual. El hecho es que Dios confía su autoridad divina sólo a lo que Pedro llama “al hombre oculto del corazón, e incorruptible” (1 Pedro 3:4).

Pablo también se refiere a un hombre interior (ver Romanos 7:22), diciendo “el hombre interior es renovado día a día” (2 Corintios 4:16). Ciertamente, existen dos tales personalidades en todos nosotros. Esta el externo como un interno, el hombre oculto. El hombre externo esta siempre expuesto ante todos. Pero el hombre oculto es conocido sólo por Dios. Este hombre interior no se muestra visiblemente. Él reside donde nadie más puede ver la obra que toma lugar en él. Y el Espíritu Santo constantemente obra en él, fortaleciéndolo y preparándolo para recibir la verdadera autoridad espiritual.

Pedro ilustra esta dualidad en nosotros dándonos el ejemplo de cierta mujer. Esta mujer es engalanada en galas finas, llevando lo más relevante en peinado y toda clase de joyería, anillos, pulseras, y cadenas. Ella es un ejemplo viviente de la carne que atrae a la carne.

Es claro que Pedro habla aquí de la iglesia descarriada. Esta iglesia opera en la carne, basando todo en apariciones externas. No tiene ninguna santidad interior y por lo tanto ninguna autoridad verdadera. Trágicamente, muchos cristianos son atraídos a esta clase de iglesia. Son impresionados por los servicios llamativos que no poseen nada de la verdadera gloria de Dios.



Por favor no entienda mal: Pedro no le pide a ninguna mujer cristiana que tire su equipo de maquillaje. Más bien él dice, “Si usted quiere operar en la autoridad espiritual, entonces deje de tratar de impresionar a los demás por su actitud. En cambio, enfóquese en el hombre oculto. Ese es el único modo de obtener la autoridad de Cristo.”

jueves, 27 de febrero de 2014

HABLANDO CON AUTORIDAD


Después que Jesús dio el sermón en el monte, sus oyentes se quedaron maravillados.

La escritura dice, “la gente se admiraba de su doctrina: porque les enseñaba como quien tenia autoridad, y no como los escribas” (Mateo 7:28-29). La palabra autoridad en griego, en este verso significa “con dominio, poder, libertad; como en control.” Los oyentes de Jesús decían, en esencia, “Este hombre habla como que él sabe de qué habla.”

Note, este verso no dice que Cristo habló “con la autoridad,” pero más bien “como quien tiene autoridad.” Es una cosa hablar con lo que pensamos es la autoridad -en voz alta, bulliciosa, pareciendo tener el control total. Pero en el reino de Dios, la autoridad es algo totalmente diferente. Es algo que usted tiene, no algo que usted simplemente habla.

La autoridad que Jesús ejerció sacudió el sistema religioso entero. Líderes judíos continuamente venían a él exigiendo conocer de donde él había obtenido su autoridad: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad? (21:23). Jesús les contestó claramente, “no se los diré” (ver 21:24-27). Nuestro Señor sabía que él no tuvo que contestar al diablo acerca de donde él consiguió su autoridad espiritual.

Cristo tenía esta autoridad no tan sólo en el púlpito, sino que también sobre todos los poderes satánicos. Cuando él entró en una sinagoga en Capernaum, él fue confrontado por un hombre poseído por un espíritu demoníaco. El espíritu gritó, “¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos?” (Marcos 1:24).

Creo que el grito de este demonio revela una de las estrategias primarias de Satanás contra la iglesia. ¿Cuándo el espíritu maligno preguntó a Jesús, “Porque te entrometes con nosotros?” Él decía, “Este asunto no le implica. Esto es, entre la iglesia muerta aquí en Capernaúm y yo.” Nadie se ha preocupado por este hombre hasta ahora. Él ha estado en esta condición durante años, y los pastores han decidido vivir así. Tenemos un arreglo acogedor aquí, Jesús. Esto no te concierne. ¿Por qué no nos dejas?” En resumen, Satanás impugnaba la autoridad de Cristo.

Ahora, Jesús sabía que esta sinagoga no necesitaba otro sermón o interpretación de la ley. Ni tampoco necesitaba un seminario- de como hacerlo, o algún nuevo programa apasionante. Necesitaba una persona con autoridad - alguien que pudiera expulsar al diablo de sus medios, y limpiar tanto al hombre poseído como la iglesia impotente.

Cristo usó su autoridad para hacer justamente esto. La escritura dice, “Jesús le reprendió, diciendo, Cállate, y sal de él” (1:25). En términos modernos, Jesús dijo, “Cállate, diablo, y vete de aquí.” Y Satanás huyó: “El espíritu inmundo… salió de él” (1:26). Nuevamente, la gente se maravilló, diciendo, “¿Qué es esto?… que con autoridad manda él hasta los espíritus inmundos, y le obedecen” (1:27).

Si alguna vez la iglesia de Jesucristo necesitaba su poder y autoridad, el tiempo es ahora. En mi opinión, los cristianos de hoy en día poseen muy poca autoridad espiritual, desde el púlpito hasta los bancos. Por consiguiente, Satanás con regularidad entra en la casa de Dios y lo estropea sin ningún reto.

La gente de Dios estaba en una condición similar cuando Jesús comenzó su ministerio sobre la tierra. La iglesia estaba llena de inválidos, deprimidos, gente oprimida por demonios. Espíritus malignos cegaron los ojos de la gente, cerró sus oídos, secó sus miembros, y los afligió con lepra. Estos espíritus hasta poseyeron a niños, echándolos al agua tratando de ahogarlos.

Entonces, usted pregunta, ¿dónde estaban los pastores de estas ovejas acosadas? Según Jesús, ellos estaban ocupados robando a las viudas y robando a sus propios padres ancianos. Estos hombres eran charlatanes, enriqueciéndose sobre las espaldas del pobre, y no mostraban ninguna compasión a viudas y huérfanos. Ellos eran hipócritas, fornicadores, con ojos llenos de codicia. Cristo les llamó sepulcros blanqueados, llenos de huesos muertos. Él señaló directamente en ellos y dijo, “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”(Mateo 23:33).

De la misma manera hoy, la iglesia está llena de gente lastimada, seca, y acosada por el diablo. ¿Por qué? Tenemos muy poca autoridad espiritual para desafiar la invasión de Satanás. El diablo ya ha traído a su propio Cristo falso en la casa de Dios – predicadores impíos, sensuales, que hablan como ángeles de luz, como fue profetizado. Estos hombres han convertido las iglesias en zonas de comodidad, lugar para sentirse bien, donde el pecado nunca es mencionado y conciencias de la gente se entorpecen.

Satanás también ha traído su propia música a la casa de Dios. Algunas iglesias ahora patrocinan conciertos diabólicamente inspirados de música punk. La adolescencia cristiana afluye estos acontecimientos, donde ellos se arrogan a las muchedumbres de niños, y golpeando sus cuerpos uno contra otro. Y lo hacen todo con la bendición de sus pastores.

Déjeme preguntarle: ¿antes de que Jesús llegara a la escena, a quien veían, la gente oprimida por el diablo? Después de todo, estos eran judíos religiosos, escogidos por Dios. ¿Adónde iban los leprosos por ayuda? ¿A quien buscó el padre, cuando su hijo poseído por un demonio se lanzó al fuego? ¿A quien recurrió la mujer adúltera? ¿A cuál iglesia, a cual sacerdote?

Ahora piense en todos los padres desesperados hoy que se sientan silenciosamente en la iglesia, llorando por sus hijos o hijas que son adictos, alcohólicos, embarazadas fuera de matrimonio. ¿Qué buscan estos padres en una iglesia? ¿Quieren ellos entretenimiento, la diversión, sermones de diez minutos? ¡No! Ellos necesitan a alguien con autoridad espiritual para darles una palabra de esperanza.

Piense en todas las parejas cristianas que están al borde del divorcio. Su mundo esta derrumbándose. Sus hijos están confundidos. ¿Qué busca esta gente en la casa de Dios? ¿Una historia graciosa? ¿Un mensaje de buen sentido, que les diga que están bien? ¡No! Ellos necesitan autoridad espiritual, liberación, el poder de soportar sus problemas.

miércoles, 26 de febrero de 2014

AGRADECIMIENTO POR SUS ORACIONES

Fam. Grupp Luna

2013... Dejando todo lo que queda atrás nos extendemos hacia delante para ver tu gloria... 2014

Este año 2013 estuvo marcado de grandes batallas espirituales, tiempos de lloro y clamor. Pero como dijo el apóstol  Pablo debemos dejar todo lo que queda atrás y poner nuestros ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe! 

De esta manera dimos la bienvenida a este nuevo año 2014, desde la vigilia de fin de año confesamos que seremos más fieles y firmes en nuestro compromiso con Dios. Recibimos una palabra del cielo: "Dios abrirá puertas eficaces para la extensión de su reino y la predicación del evangelio". 

Desde el primer mes del año hemos visto la mano de Dios en ello. Abrimos una obra nueva y ya están congregando a diario nuestros hermanos  A.A.H.H. Pilar Nores y A.A.H.H. Nuñez Taiman. Recientemente el Señor cumplió una visión del 2006 donde nuestra hna. Marienella que partió con Cristo veía en sueños un edificio de tres pisos en Talara Alta y dentro de el un auditorio lleno de jóvenes recibiendo la palabra de Dios de este su servidor. Este año se cumplió, lo que ella vio en aquel año es lo que hoy se conoce como La Casa de la Juventud (Edificio de tres pisos ubicado en el mismo lugar como lo soñó nuestra hermana). Dios me ha abierto esta puerta y confío que se cumplirá todo! Los jóvenes recibirán la palabra del Señor! 

Sólo me queda dar gracias a todos los que hasta hoy me acompañan en esta obra que nació en el corazón de Dios y nos fue dada para gloria y alabanza de su nombre! Agradezco por sus muchas oraciones, por mi familia y por mi vida. Gracias a Dios por su fidelidad y amor. Recuerda que la míes es mucha y los obreros pocos, roguemos al Señor de las míes que envíe más obreros a sus míes! Damos la bienvenida a los nuevos miembros de Tiempo de Cosecha!

UNA SEÑAL DE MADUREZ



Una señal importante de madurez es que ya no desafías a Dios para que se te pruebe con evidencia visible o con una voz interna. Por supuesto, el Señor le habla a su gente. Jesús dice que sus ovejas conocen su voz. Pero la voz que Dios usa para hablar a su gente hoy es su palabra revelada. Hebreos declara: "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…" (Heb.1:1-2).

Además, cuando el Espíritu Santo nos habla, es para recordarnos las palabras de Jesús: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, el os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Jn. 14:26).

Cuando confiamos en voces internas o señales externas para escuchar de parte de Dios, nos exponemos a un increíble engaño. 

A menudo e dudado si es que estoy haciendo lo correcto y en muchas oportunidades le pedía al Señor que me confirmara en la obra que estaba haciendo, si era su voluntad que me moviera así. Cuando se me presento la oportunidad de trabajar en una empresa de servicios generales en área de mantenimiento, el enemigo trató de desviarme usando personas que decían que no debía estar rodeado de incrédulos, otros decían que no era de Dios. Pero pronto el Señor me confirmo su voluntad al ver como mis jefes me pidieron que haga una reunión de oración y compartir de la palabra antes de iniciar la jornada laboral de cada día. Ver a mis compañeros recibir la palabra, a otros reconciliarse con Cristo y volver a congregar me convenció claramente que era un propósito de Dios.

Al tiempo de Dios terminó mi contrato y el me llevo a otra empresa, donde gane almas para su reino. Ahora estoy trabajando en la Casa de la Juventud como sub coordinador y estoy viendo una gran puerta para llegar a muchos jóvenes. Algunos dirán que estoy alejado de mi llamado, pero veo que por donde el Señor me permite ir, su llamado se hace mas visible en la obras que me permite hacer, en las vidas que puedo ministrar.

Cada vez que volvía el ataque del enemigo a quererme contristas yo decía: ¡No! Dios ha abierto una puerta delante de mí. Y me ha dado el mensaje que debo predicar. Simplemente, debo obedecer a mi Señor, confiar en su palabra y dejar todos los resultados en sus manos. El siempre hace las cosas a su manera, fuerte o calladamente, visible o invisiblemente.

martes, 25 de febrero de 2014

BUSCANDO CONSUELO Y DIRECCIÓN




Cuando te encuentras en una crisis, rápidamente recurres a Dios
para buscar consuelo y dirección.

Una señal segura de crecimiento espiritual es que llevas cada problema y crisis inmediatamente a Jesús. Has aprendido que tienes un sitio a donde ir.

Algunos cristianos están siempre en crisis. Cada vez que te encuentras con ellos, te dan otra queja terrible: "Estoy confrontando una cosa tras la otra. No sé que hacer." Están dispuestos a contarles su problema a cualquiera que este a su alrededor. Pero nunca lo llevan a Jesús, como si Jesús no tuviese nada que ofrecerles.

No me malinterpretes: No me estoy refiriendo a cristianos que están pasando por problemas reales, legítimos. Cada día nuestro ministerio recibe mensajes de santos que están soportando sufrimientos severos. Mas bien, me estoy refiriendo a los "llorones profesionales" en la iglesia. Son profesionales en quejarse. Cuando los escuchas, quisieras preguntarles: “¿Tu Dios, esta muerto? ¿Por qué no recurres a los recursos que él te ha provisto? ¿No sabes que él te ha hecho mas que un vencedor?"


Cuan agradable es para el Señor que vayas a él con todas tus preocupaciones. Tu sabes que tienes a alguien que es fiel en ayudarte a pasar esta situación.

lunes, 24 de febrero de 2014

MIDIENDO CON UN ESTÁNDAR INCORRECTO


Las conversiones son frecuentemente emocionales porque son algo nuevo y tan increíblemente especiales. El cambio que ocurre en nuestras almas es tan repentino que es impactante. Es maravilloso ser transformado súbitamente del pecado y la esclavitud a tener una completa vida nueva en Cristo.

Al principio nuestro crecimiento espiritual es como cuando un niño comienza a caminar. Es algo maravilloso y excitante cuando un bebe da sus primeros pasos. El papá y la mamá sonríen, y le animan: "Ven a nosotros; tu puedes hacerlo." Tambaleándose, el niño da dos pasos, tres pasos, y se cae. Inmediatamente le levantan y le alaban. Sus hermanos le animan: "Muy bien hecho". Él es el centro de la atención de todos. Y finalmente, cuando él pueda llegar a cruzar la habitación, todo el mundo celebra. Qué tremenda experiencia emocional para él.

Pero muy pronto ese niño deja de ser el centro de atención. Ahora cuando se cae, el mismo se levanta. Y camina por toda la casa, revolviendo las cosas. Arranca las plantas, saca ollas y sartenes, rasga ropa tratándolas de sacar los cajones. Y se le disciplina por todas estas cosas. De pronto, ya las cosas dejaron de ser emocionantes para él. Sus primeros pasos estuvieron cargados de risa y alegría. Pero ahora, el haber aprendido a caminar no es tan espectacular ni tan emocionante.

Tu crecimiento espiritual es similar. Cuando eras un bebe en el Señor, sentiste que Dios te daba atención especial. Cada vez que caías, él estaba ahí para levantarte. Sin embargo, como dice Pablo, no debes permanecer niño para siempre. De la misma manera que se le enseña a un niño a no ir a la calle, a ti se te enseña a no caminar en fuegos espirituales. Ahora, cada vez que caes, buscas a alguien a tu alrededor para que te ayude, pero no hay nadie. Dios esta enseñándote a pararte firme en su Palabra y a caminar por fe, y a dejar de gatear como un niño.

Por supuesto, es posible que te entibies y que desatiendas tu fe. Muchos creyentes están en ese estado. Pero la advertencia de Jesús sobre el peligro de perder el primer amor no es para ti si tu corazón todavía anhela a Dios. La prueba de que estas creciendo en su gracia es el hecho de que te preocupa descarriarte. Por eso es que examinas tu corazón continuamente.

Sin embargo, Satanás ha hecho tropezar a muchos creyentes convenciéndoles de que han perdido algo en el Señor. El hecho es que es un terrible pecado el desconfiar del amor de Dios por ti y juzgar incorrectamente tu posición en Cristo por tus sentimientos. Tu posición delante de Jesús cada día no tiene nada que ver con tu celo, tus lágrimas o tu intensidad. Tan solo se basa en tu fe.

Imagínate cuan perdido estarás si tu salvación realmente estuviera basada en tus sentimientos. Pablo nos urge: "Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta delante." (Fil. 3:13). Nunca debes descansar en experiencias emocionales pasadas. Lo que importa hoy es: ¿confías en sus promesas para ti? ¿Estas listo para tomar parte de esta naturaleza divina de la manera que dice la Biblia: no por experiencias emocionales o por evidencias externas, sino por arrojarte y descansar en sus maravillosas promesas?

"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia." (2 Pet. 1:4). Pedro lo hace claro: obtenemos la naturaleza de Cristo apropiándonos de sus promesas del pacto, y no por ninguna otra manera.

Una vez un ministro se jactó conmigo: "He vuelto finalmente a la fe de mi juventud. Estoy orando mas y la Biblia es mi alimento otra vez. Dios me esta dando mensajes al rojo vivo para mi congregación. Y una vez mas, tengo este gran amor por las almas perdidas. Me siento tan renovado." Tan sólo unos meses mas tarde, este hombre estaba nuevamente en el hoyo.

Dios si trae renovaciones y unción fresca a nuestras vidas. Pero esa no es la comida de la que debemos depender para vivir. Debemos vivir basados en una fe constante en sus promesas. Su palabra es inconmovible, sin importar cómo nos estemos sintiendo. Nuestro Señor cumple sus promesas: "Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría." (Judas 24).

viernes, 21 de febrero de 2014

ENCUENTRO JUVENIL EN TALARA

LA CASA DE LA JUVENTUD DE TALARA TE INVITA:

ENCUENTRO JUVENIL 
"Volviendo el corazón de los hijos hacia los padres"


Este sábado 22 de febrero a partir de las 8:00AM hasta el medio día!

Será una experiencia que impactará tu vida! Ven con todos tus amigos y que no te lo cuenten!

JUZGANDO INCORRECTAMENTE NUESTRO CRECIMIENTO



Diariamente haces cosas que eventualmente se convierten en cosas repetitivas y aburridas. Por ejemplo, todos los días de la semana te levantas a la misma hora, tienes el mismo desayuno y conduces por la misma ruta hasta el trabajo. Vas al mismo sitio a almorzar, te detienes a tomar café en el mismo sitio y escuchas la misma estación durante el viaje a casa.

Lo mismo es cierto en nuestra vida espiritual. Cada noche vamos a la iglesia y nos sentamos en las mismas sillas. Cantamos las mismas alabanzas. Aun hasta nuestras oraciones suenan igual. Hacemos las mismas cosas una y otra vez. Y estamos tentados a pensar: "Estoy haciendo lo mismo de siempre. Leo la Biblia y oro. Canto en el coro. Pero nada cambia. He hecho las mismas cosas por años. No estoy creciendo nada."

Cuantas mentiras te están diciendo tus sentimientos. Esta manera de pensar te puede robar de la gracia de Dios. El hecho es que todos tenemos que confrontar repeticiones en nuestras rutinas diarias. Eso es la vida. La verdadera prueba de nuestro crecimiento es que no nos hemos dado por vencidos. Todavía nos estamos dando a la obra de Dios, día a día, semana a semana, año tras año.

Como puedes ver, el crecer en la gracia no significa hacer algo mas o algo grande por Dios. El crecimiento verdadero viene en hacer las mismas cosas una y otra vez, con una seguridad mayor de que lo estamos haciendo todo por él. Es como cuando se aprende a escribir en primer grado. Comienzas haciendo círculos y líneas, para formar letras grandes. Pero después de un tiempo, las letras comienzan a ser más pequeñas y a quedar mas juntas. Eventualmente, aprendes a unir palabras, hasta que finalmente formas oraciones. Aun cuando has estado haciendo las mismas cosas repetitivas por mucho tiempo, has estado escribiendo. Todo el tiempo has estado haciendo algo que vale la pena hacer.

Estoy convencido que el crecimiento espiritual ocurre mas en las cosas repetitivas que en brincar de una actividad de ministerio a otra. Toma más gracia el simplemente mantenerse caminando cuando estamos cansados, quebrantados o afligidos que cuando todo es nuevo. Puedes pensar que estas espiritualmente muerto, que no vas para ningún sitio con el Señor, pero lo más probable es que estas creciendo en Cristo cada día.

jueves, 20 de febrero de 2014

CRECIENDO EN GRACIA SIN DARSE CUENTA


Puedes pasar completamente por desapercibido al tremendo crecimiento espiritual que esta ocurriendo dentro de ti. Pablo compara nuestro crecimiento espiritual con el crecimiento de nuestros cuerpos. Dice que nuestras almas se nutren en la misma manera que nuestras articulaciones, músculos y ligamentos lo hacen. Él le llama a esto "crecer con el crecimiento que da Dios". (Col. 2:19).

Este crecimiento viene de la cabeza. Dicho simplemente, según confías y permaneces en Cristo, en tu ser fluye su vida sin limite. Jesús es la constante fortaleza de vida en tu ser, un río que nunca deja de fluir. Por lo tanto, su vida esta constantemente emanando en tu vida, aun cuando estas durmiendo. Él te da una provisión fresca cada día, sin importar como te estés sintiendo.

¿Cómo crees que Israel sobrevivió cuarenta años en el desierto? Vivieron del maná, del pan enviado del cielo. Esta "comida de ángeles" tenia todos los nutrientes que se necesitaban para fortalecer el sistema inmunológico de los israelitas. Por eso, el pueblo de Dios nunca contrajo ningunas de las enfermedades de Egipto. Todos alrededor de ellos, los cananitas y los filisteos estaban muriendo por plagas. Sin embargo, en todo ese tiempo, los israelitas se mantenían inmunes.

Así es con Cristo, nuestro maná hoy. Él es el pan enviado a nosotros del cielo. Y él fortalece nuestro sistema inmunológico espiritual contra todo tipo de pecado. Puede ser que no veamos señales externas de que este maná está trabajando en nosotros (de la misma manera que no vemos como el sistema inmunológico de nuestros cuerpos se fortalece). Pero la Palabra de Dios nos promete que aumentará la inmunidad espiritual de todos los que aman a Jesús.

Considera la luna y las estrellas. Parece que están fijas, que no se mueven. Sin embargo, estos cuerpos celestes están corriendo en el espacio a cientos de millas por hora. Así es con cada cristiano. Podríamos pensar que nuestro crecimiento esta estancado, que no hay progreso. Pero Dios nos ha dado una promesa de pacto: "Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán." (Salmo 92:13).



Jesús te arrancó del reino de las tinieblas y te plantó en el buen terreno de su reino. Y ahora estas sacando nutrientes y vida de su terreno celestial. Pablo escribe: "Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe… abundando…" (Col. 2:7). El apóstol nos esta diciendo: "Según tu permaneces en Jesús, el te nutrirá y florecerás como una flor con vida. La vida de Jesús brotará de tu interior."

miércoles, 19 de febrero de 2014

POR TUS SENTIMIENTOS NO TE JUZGUES



El apóstol Pablo les asegura a los tesalonicenses que ellos han aprendido a caminar agradando a Dios. Les dijo: "Que de la manera que aprendisteis de nosotros como os conviene conduciros y agradar a Dios." (I Tes. 4:1). Pablo entonces le añadió esta exhortación: "Así abundéis más y más." (I Tes. 4:1).
Abundar significa aumentar. Pablo les estaba diciendo: "Han estado escuchando un evangelio puro. Así que ahora tienen un buen fundamento. Por lo tanto, debieras estar creciendo en gracia en todos sentidos - en tu fe, en conocimiento, en amor.

Pablo también habló de esta abundancia a los corintios: "Por tanto, como en todo abundéis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia." (2 Cor. 8:7). En otras palabras, él dijo: "El Espíritu Santo ha cambiado tu vida. Por lo tanto, debieras dar mas de ti en todos los sentidos - tu tiempo, tus finanzas, tus talentos.

Estos pasajes clarifican que: se espera que todo el que ha sido alimentado con la Palabra de Dios crezca en gracia. Dios ha depositado dones a los pastores, maestros, profetas y evangelistas para que expresen su propósito; hacer que su iglesia crezca. No se supone que ningún creyente se quede como un bebé en Cristo. Se espera que crezcamos en él de manera que no seamos arrastrados por cualquier cosa falsa.

El mismo Jesús habla de este constante crecimiento en nuestras vidas: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." (Juan 10:10). Cristo elogió a la iglesia de Tiatira por haber crecido en gracia: "Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras." (Ap. 2:19). En esencia, Jesús estaba diciendo: "Ahora eres más intenso que cuando empezaste. Has permitido que mi vida en ti crezca más abundantemente."

En Proverbios se hace eco de esto: "Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto." (Prov. 4:18). Job declara: "No obstante, proseguirá el justo su camino, y el limpio de manos aumentará la fuerza." (Job 17:9).

Vemos que en el cuerpo de Cristo no hay lugar para la vagancia, la pereza o el estancamiento. Así que, ¿cómo te sientes con relación a tu crecimiento en Cristo? ¿Notas un crecimiento constante de fe, esperanza, amor, de dar? Si es así, ¿cómo puedes medir tu crecimiento?

Trágicamente, muchos cristianos juzgan su crecimiento espiritual basándose en condiciones externas. Por supuesto, muchos creyentes reclaman que viven por fe y no por sentimientos. Pero en la práctica diaria, muchos miden sus vidas espirituales por la manera en que se sienten. Y están convencidos de que no están creciendo espiritualmente. Asisten a la iglesia regularmente, escuchan la predicación de la Palabra de Dios, leen sus Biblias, oran diligentemente. Pero sienten que no están progresando nada. Una vez un santo me dijo: "Yo debiera estar más quebrantado en el Señor. Acostumbraba llorar fácilmente delante de él, pero ahora mi corazón ya no es tan tierno. Simplemente, no estoy creciendo."

Otros se juzgan a sí mismo porque escuchan muchos sermones pero retienen poco de ellos. Se preocupan de que no son tan intensos o tan celosos por el Señor como antes.


martes, 18 de febrero de 2014

LIBRE ENTRADA AL PADRE PARTE 6


Los cristianos que no oran no se dan cuenta del peligro
en que se encuentran.

Podrás argumentar: "Bueno, y ¿qué si algunos cristianos no oran? Todavía siguen siendo creyentes: han sido lavados por la sangre, han sido perdonados y van para el cielo. ¿Dónde esta el peligro si se entibian un poco?"

Yo creo que el Señor se da cuenta que vivimos en una era muy ocupada, con muchas cosas que nos demandan tiempo y energía. Y los cristianos están también atrapados en el ajetreo y las actividades como los demás. Sin embargo, no puedo creer que Dios toma ligeramente nuestro rechazo al acceso a su presencia, que le costa la vida a su Único Hijo.

Dios ha hecho a Cristo nuestra torre fuerte. Pero solo aquellos que "corren a él" están seguros (vea Prov. 18:10). Si no vas a él, entonces todavía estas afuera de la puerta. Estas parado donde Israel se paro. Pero Dios ya no se encuentra con nadie en la puerta. Toda la provisión que necesitamos esta adentro: Perdón de pecados, misericordia en el tiempo de necesidad, poder para vencer.

Imagínate el dolor que sienten el Padre y el Hijo por el rechazo. Yo me imagino esta conversación entre ellos:

"Hijo, fuiste golpeado, burlado, crucificado y enterrado. Me dolió tanto verte, que cerré mis ojos. Sin embargo, cumpliste el pacto eterno. Proveíste aceptación y acceso para todos aquellos que confían en ti. Por ti, el pueblo de los últimos días podrá venir a mí. Y crecerán poderosos en mi fuerza, construyendo reservas de fe contra el diablo que les tentará y les probará como no lo ha hecho en ningún otro tiempo."

"Sin embargo, ¿dónde están nuestros amados hijos? Pasa el lunes y nunca les vemos. Llega el martes y todavía no les vemos. Llega el miércoles sin verlos. Pasan el jueves, viernes y sábado y no les vemos. Solo se acercan a nosotros el domingo mientras están en la iglesia. ¿Por que no vienen? ¿No nos aman?"
Dios le hizo a Adán la misma pregunta cuando Adán se escondió de Dios en el jardín del Edén: “¿Dónde estas tu?" (Gn. 3:9). El Señor supo todo el tiempo donde estaba Adán. Él en realidad le estaba preguntando a Adán por que había rechazado su compañía. Y le estaba mostrando a Adán que era peligroso esconderse de su presencia.

De hecho, muchos cristianos que no se apropian del acceso al Padre terminan en la misma condición de Sardis. El Señor instruyó a Juan: "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios… Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estas muerto." (Ap. 3:1).

Jesús esta diciendo: "Puede que seas una buena persona, alguien que podría hacer cualquier cosa por otra persona. Tienes una buena reputación tanto en la iglesia como en el mundo. Se te conoce como que estas verdaderamente vivo en Cristo, bendito de Dios. Pero ha entrado en tu vida un elemento de muerte. Algo del mundo te ha contaminado."

"Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras." (3:4). ¿A qué mancha se refiere aquí? Se refiera a la falta de oración. Y aquí es que Jesús nos advierte: "Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están por morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios." (3:2).

Los creyentes en Sardis no habían estado vigilantes. No habían estado en oración, esperando en el Señor, buscándole como lo habían hecho antes. En vez de esto, se habían descuidado, no estaban viniendo al Señor diariamente para que les ayudara. Ahora estaban manchados. La palabra que el Señor Jesús usa aquí para "manchado" significa una mancha de pecado, una mancha negra en una vestidura blanca. El Señor nos esta diciendo: "Si no oras, no tienes defensa contra el enemigo. Tu negligencia permite que se manchen tus vestiduras."

Sin embargo, Jesús dice sobre unos pocos: "Pero tienes una pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas." (3:4). Él esta diciendo: "Todavía tienes una llamita de deseo por mí. No quieres perderte mi presencia, no quieres darte a la soledad. Ahora, rápidamente, aviva nuevamente tu hambre. Ve nuevamente a tu cuarto secreto y llámame. Dispón tu corazón como un pedernal. Aviva la llama de la fe antes de que muera, antes que llegue la muerte a tu alma, como le ha pasado a muchos a tu alrededor."


No ignores el gran regalo del acceso a la presencia. Tu futuro eterno depende de este acceso. Ora y busca al Señor. Él te ha provisto este acceso. Y él te promete satisfacer cada necesidad.

lunes, 17 de febrero de 2014

ENTRADA LIBRE AL PADRE PARTE 5



Jesús sufrió por Jerusalén antes de subir al cielo.

Cuando Jesús camino por la tierra, él se hizo accesible a la gente. Él enseñó en las sinagogas, en los montes, en los botes. Él sanó a los enfermos, hizo maravillas y milagros. Él alzó la voz en las fiestas, llorando: "Yo soy el agua viva. Vengan a mí y yo saciare su alma sedienta." Cualquiera podía acercarse a él y ser saciado.

Pero la invitación de nuestro Señor fue ignorada. El lloro por la gente: "Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!" ¡Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!" (Mateo 23:37). Le estaba diciendo a Israel: "Estoy aquí. Estoy disponible para ti. Te he dicho que vengas a mí para ser sanado y para que se satisfagan tus necesidades. Pero no vendrás a mí."

¿Cómo respondió Jesús al rechazo de la gente? Él declara: "He aquí vuestra casa os es desierta." (23:38). La palabra que Jesús utiliza para "desierta" aquí significa soledad, sin la capacidad de dar fruto, desperdicio. Él dijo; "Tu vida en la iglesia, tu familia, tu caminar espiritual, todos ellos se secaran y morirán."

Piensa en esto. Si los padres no buscan a Dios diariamente, ciertamente sus hijos tampoco lo harán. En lugar de esto, su casa se llenará de mundanalidad, esterilidad espiritual, una soledad mas allá de toda descripción. Eventualmente, esa familia terminará en desolación total.

Mantén esto en mente: Jesús hizo estas advertencias en un día de gracia. Él añadió: "Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor." (23:39). El significado de esto es: "Te he dado todo el acceso que necesitas para vivir una vida victoriosa. Pero has ignorado mi oferta. Lo siento, pero tu decisión va a traer desolación a tu vida y a tu hogar. Y no me volverás a ver mas hasta la eternidad."

¿Cuándo fue la última vez que viniste a Dios para encontrar todo lo que necesitabas en tu vida? ¿Estabas en problemas, confrontando una crisis en tu familia, en tu trabajo, con tu salud? No hay nada malo en que nos apropiemos de este acceso a Dios en tiempos de necesidad severa. Isaías escribe: "Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste." (Isaías 26:16). El salmista testifica: "Con mi voz clamare a Jehová; con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; delante de él manifestare mi angustia." (Salmo 142:1-2).

Nuestro Señor es un padre que se preocupa por todos los problemas de sus hijos. Cuando confrontamos momentos difíciles, nos anima a acercarnos a él, diciendo: "Ven, derrama ante mi todos tus problemas, necesidades y quejas. Escucharé tu clamor y te contestaré."


Sin embargo, para muchos cristianos estos son los únicos momentos en los que van al Padre. Te pregunto: “¿Dónde esta el anhelo por Dios que David describe, la sed de estar en la presencia de Dios? ¿Dónde esta la ministración a él diariamente, el derramar nuestro corazón en amor y adoración?

sábado, 15 de febrero de 2014

ENTRADA LIBRE AL PADRE PARTE 4


Aquí esta la angustia, el dolor y el sufrimiento del alma de Jesús.

¿Cuál es el mayor sufrimiento que puede experimentar el alma de Cristo? Creo que es una generación, que ha recibido total e ilimitado acceso a Jesús, y no viene a él.

Por siglos el pueblo de Dios ha rogado y suplicado por ir mas halla del velo. Ansiaron y anhelaron ver la bendición que tenemos hoy. El acceso que disfrutamos hoy es el mismo acceso que anhelo Moisés. Es el mismo acceso que el corazón de David anhelo pero que no pudo lograr. Este es el acceso que Daniel nunca tuvo aunque oraba al Señor tres veces al día. Nuestros antepasados vieron que este acceso iba a estar disponible en nuestros días y se regocijaron por nosotros.

Sin embargo, nosotros que hemos recibido el derecho a tener este maravilloso regalo lo tomamos por garantizado. La puerta se ha abierto para nosotros, sin embargo, rehusamos entrar por días y hasta por semanas. ¡Qué crimen! Cada vez que ignoramos este acceso que Jesús compro para nosotros, pasando casualmente por la puerta, tomamos ligeramente su sangre. Nuestro Señor nos dijo que teníamos todos los recursos que necesitábamos con tan solo venir a él. Sin embargo, continuamos menospreciando su precioso regalo.

La Escritura nos amonesta: "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe… Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió." (Heb. 10:22-23). Este pasaje habla claramente sobre la oración. Dios nos anima: "Entra a mi presencia frecuentemente, diariamente. No puedes mantener tu fe sino te acercas a mí. Si no entras confiadamente a mi presencia, tu fe va a fluctuar."

Puede ser que conozcas cristianos que una vez estaban encendidos por el Señor. Siempre separaban tiempo de calidad con el Señor, escudriñando su palabra y encerrándose con él. Sabían que tenían que acercarse a él para mantener su fe viva.

Sin embargo, esos mismos cristianos simplemente "piensan" sus oraciones. O entran apuradamente a la presencia del Señor por unos minutos, tan solo para decirle: "Hola, Señor. Te bendigo. Por favor, guíame hoy. Te amo, Jesús. Adiós." Perdieron su corazón que buscaba a Dios. Ya no tienen la comunión sin prisas que una vez disfrutaron. Cuando le preguntas por su abandonada vida de oración, argumentan que están "reposando en fe".


Te digo, las personas que no oran se convierten pronto en personas sin fe. Mientras más descuidan el regalo del acceso, rehusando echar mano de la provisión de Dios, más se alejan.

viernes, 14 de febrero de 2014

ENTRADA LIBRE AL PADRE PARTE 3




Jesús trajo consigo una mayor medida de acceso.

La vida de Cristo en un cuerpo humano nos proveyó un mayor acceso al Padre. Aun entonces, el acceso estaba muy limitado. Cuando Jesús vino al mundo como un bebe, tan solo unas pocas personas estaban presentes, unos pocos pastores y los magos. El resto de la humanidad no estaba al tanto de su venida. Allí en el templo de Jerusalén, los sacerdotes estaban llevando a cabo sus tareas y la gente estaba diciendo sus oraciones, todos siguiendo las rutinas acostumbradas.

Cuando Jesús fue niño, unas cuantas personas le vieron en el templo. En su mayoría eran sacerdotes y escribas que se maravillaron de su conocimiento de la palabra de Dios. Pero el público en general no sabia de él. Mas tarde, otros le conocieron en el taller de carpintera donde trabajaba. Pero, ¿quién podía creer, mientras le veía reparar sus sillas rotas, que Jesús era Dios encarnado? Él era simplemente el hijo de José, un buen joven que sabia mucho de Dios.
Cuando Jesús comenzó su ministerio, él dirigía sus palabras a una pequeña cantidad de personas en un país muy pequeño; esto es, a las ovejas perdidas de Israel. Y como solo poda estar en un lugar a la vez, el acceso a él estaba limitado por sus logísticas.

Tenias que llegar hasta Judá si querías llegar hasta Jesús. Si vivías fuera de Israel, tenias que viajar por días o semanas por bote, camello o a pie. Entonces tenías que localizar en que pueblo estaba, encontrar allí una multitud y preguntarle dónde él estaba. O, si ya él se había ido del pueblo, tenias que escuchar los rumores para saber adonde se dirigía. A lo mejor hubieras necesitado alquilar un bote para llegar al otro lado del lago, o caminar todo el día para llegar al desierto donde estaba enseñando a las multitudes.

Una vez encontraras a Jesús, tenias que estar físicamente cerca de él para escuchar su voz, recibir su toque, ser bendecido con su santa presencia. Tu podías tratar de acercártele haciéndote paso por la multitud, pero todos querían acercársele también.

Esto era un acceso muy limitado. Para llegar al Señor tenias que estar en el lugar correcto en el momento correcto. Considera el ciego que escucho que Jesús estaba pasando. Cuando supo quien era, él clamo: "Jesús, sáname, para que pueda recibir mi vista." Solo entonces Cristo le restauro.

O considera la mujer con el flujo de sangre. Tuvo que empujar y arrastrarse para hacerse paso entre la multitud para tocar el borde del manto de Jesús. Mientras tanto, todo el mundo también estaba tratando de tocarle a él.
También estaba la viuda de Nain, que iba en la procesión fúnebre para enterrar a su hijo. Cuando Jesús se cruzo con ella, toco el féretro y resucito al joven.

O piensa en el paralítico en el estanque de Betesda, en el mercado de las ovejas. Muchos enfermos y afligidos se habían congregado allí para ser sanados. Pero este hombre estuvo en el lugar correcto en el momento correcto. Cuando Jesús paso por allí le sano también.

Tenías que calcular o planificar el tiempo para lograr acceso al Señor. Zaqueo lo hizo subiéndose a un árbol para ver a Jesús. Cuatro hombres tuvieron que resolvérselas también en favor de un amigo enfermo. Cuando localizaron el edificio lleno de gente donde Cristo estaba enseñando, abrieron un hueco en el techo y bajaron su amigo frente a los ojos de Jesús.

Finalmente, en un momento glorioso, Jesús proveyó acceso total, ilimitado al Padre. La Biblia dice que en el Gólgota, en una cruz manchada de sangre "Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entrego el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgo en dos, de arriba abajo." (Mateo 27:50-51).

Al momento de la muerte de Jesús, el velo del templo en Jerusalén fue literalmente rasgado. En ese momento se sello nuestro destino. En el instante que nuestro Señor entregó su espíritu, se nos dio acceso total e ilimitado al Lugar Santísimo: "As que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne." (Heb. 10:19-20).

El rasgado del velo fue una representación de lo que ocurrió en el mundo espiritual. Finalmente, podíamos disfrutar de algo que no pudieron lograr por generaciones. Tuvimos el privilegio que aun Abrahán, Moisés y David no tuvieron. Tenemos acceso al Lugar Santísimo, al mismo trono del Dios Todopoderoso. Ya la puerta no estaba cerrada para nosotros. Ahora cualquiera puede asomarse y entrar. Se hizo posible tener acceso ilimitado.

Mas aun, con su muerte Jesús se convirtió en nuestro sumo sacerdote. Él subió a la Nueva Jerusalén, a un templo no echo por manos. Allí tomo el papel de sumo sacerdote. Camino directamente a la santa presencia de Dios y, con el incienso de sus propias intercesiones, presentó su sangre en el propiciatorio. Entonces se sentó a la derecha del Padre, con todo poder, fuerza y autoridad.



En ese punto, Jesús reclamó su derecho por el pacto de recibir en un cuerpo espiritual a todo el que se arrepienta y le reciba como Señor. Y envió al Espíritu Santo para convocar a sus hijos: "He abierto la puerta al Padre. Ahora eras acepto simplemente por estar en mi por fe. Así que te puedes acercar confiadamente al trono. Te llevare a la presencia de mi Padre, quien ahora es tu Padre. Tienes acceso ilimitado a él, día y noche."

jueves, 13 de febrero de 2014

ENTRADA LIBRE AL PADRE PARTE 2


Israel vio a Dios habitando en el templo en una habitación
llamada Lugar Santísimo.


Salomón construyó un templo majestuoso en Jerusalén para la gloria de Dios. Cuando se termino la estructura: "Metía Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios… y llevaron el arca… en su lugar." (2 Cr. 5:1,5,7). Después de haber colocado cada cosa en su sitio, Salomón invitó a Dios a entrar y santificar el Lugar Santísimo con su presencia. Y Dios lo hizo, descendiendo en una nube y llenando el templo.

Todos en Israel creían que Dios habitaba en el gran templo en Jerusalén. Por lo tanto, los israelitas dirigían todas sus oraciones hacia el templo. Salomón le pidió a Dios: "Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tu les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tu elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre, tu oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa." (2 Cr. 6:34-35).

Salomón estaba pidiendo: "Señor, cuando nuestros ejércitos salgan para luchar contra nuestros enemigos, escúchalos cuando oren hacia a ti aquí, en tu templo. Dales éxito en la batalla." No pensaban que Dios estaba en el campo de batalla, sino que estaba en la santa habitación en Jerusalén. Mas aun, si se llevaban a Israel en cautividad, ellos iban a orar "hacia la tierra que tu diste a sus padres… y hacia la casa que he edificado en tu nombre… tu oirás desde los cielos." (6:38-39).

Esta es la razón por la que Daniel abría su ventana en Babilonia y oraba hacia Jerusalén (vea Daniel 6:10). Hoy en día los judíos todavía se ponen en dirección a Jerusalén para orar. Incluso si estubieran viajando en un avión los judíos ortodoxo se ponen su manto de oración, de pie oran en dirección a Jerusalén.


Sin embargo, a pesar de la gloria de Dios en el templo - a pesar de las visiones y sueños dados a los profetas, a pesar de las visitaciones de ángeles - el pueblo de Dios se mantenía fuera del velo. La puerta del Lugar Santo aun no se había abierto. Y acceso a él aun era restringido.

martes, 11 de febrero de 2014

ENTRADA LIBRE AL PADRE PARTE 1



"Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él." (Efesios 3:11-12).

Los hijos de Dios tienen unos de los más grandes privilegios que se le haya concedido jamás a la humanidad. Tenemos el derecho, la confianza y la libertad de irrumpir a nuestro Señor en cualquier momento.

Nuestro Padre Celestial se sienta en un trono en la eternidad. Y su Hijo, Jesús, nuestro bendito Señor y Salvador, se sienta a su derecha. A las afueras de su trono están las puertas que abren para todos aquellos que están en Cristo. En cualquier momento, del día o de la noche, a cualquier hora, podemos ir mas allá de los ángeles guardianes, los serafines y todos los ejércitos celestiales para entrar valientemente por estas puertas y acercarnos al trono de nuestro Padre. Cristo nos ha provisto acceso directo al Padre, para que recibamos la misericordia y la gracia que necesitamos, sin importa nuestra circunstancia.

Esto no siempre fue así. En el Antiguo Testamento, ninguna persona podía tener acceso al Padre, salvo algunas excepciones. Por ejemplo, sabemos que Abrahán disfrutó cierta medida de acceso al Señor. Este hombre consagrado fue llamado amigo de Dios. Él escuchó al Señor, le habló, tuvo comunión con él.

Aun así, Abrahán permaneció "fuera del velo". Aun cuando era amigo de Dios, el nunca tuvo acceso al Lugar Santísimo donde Dios habitaba. El velo espiritual de separación aun no había sido rasgado en dos.

En un punto de la historia de Israel, Dios declara que él hablaría a los profetas por visiones y sueños: "Cuando haya entre vosotros profetas de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él." (Num. 12:6).

Esto era un acceso a Dios muy limitado. Sin embargo, nuevamente hubo otra excepción: Moisés, el líder de Israel. Dios dijo sobre él: "No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová." (12:7-8). Como Abrahán, Moisés habló con Dios y Dios habló con él. Él esperó cuarenta días y cuarenta noches en la presencia del Señor, hasta que su cara resplandeció. Claramente, Moisés tuvo una gran medida de acceso.

Pero el resto de Israel nunca conoció esta clase de acceso. El Señor les dijo: "Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allá. Allí me reuniré con los hijos de Israel." (Éxodo 29:42-43).

No se le permitía a nadie entrar al Lugar Santísimo, donde la presencia de Dios habitaba. Solamente el sumo sacerdote podía entrar, un solo día al año, el día de la expiación. Por lo tanto, el pueblo tenia que llevar sus sacrificios a la puerta del tabernáculo. Podían mirar a hurtadillas desde la puerta, pero no podían ver nada completamente. Tan solo podían imaginarse la majestad de la gloria de Dios que moraba allí.

Otra vez, este era un acceso muy restringido. Era como si Dios les hubiese estado diciendo: "Vengan hasta el frente de mi puerta y allí me encontrare con ustedes. Entonces podremos hablar." No fueron invitados a entrar. El Señor les hablaba desde el otro lado de la puerta del tabernáculo. ¿Te puedes imaginar tratando de comunicarte de esta manera con un amigo cercano?

Dentro del tabernáculo, un velo separaba al Lugar Santo del Lugar Santísimo. El sumo sacerdote debía ir temblando según se iba acercando al velo. El tener acceso a la gloria de Dios era una cosa impresionante, temible. Podía caer muerto con tan solo haber cometido una deshonra en su presencia. En la santa presencia de Dios no podía habitar el pecado de ninguna clase.

Otro gran evento debía haber sido el día de la expiación. En ese día, el pueblo de Israel se reunía alrededor de la puerta del tabernáculo. Esta era la misma puerta en la que Dios había enjuiciado a Miriam cuando cuestionó el liderato de Moisés, y a Datan y a Abiram por levantarse contra Moisés.

Ahora las multitudes estaban paradas, pasmadas, mientras Aarón, el sumo sacerdote, entraba a la habitación mística para encontrarse con el Dios Todopoderoso. A ellos se les pudo haber dado ilustraciones de lo que ocurría en el interior. Pero se quedaban preguntándose: “¿Cómo será estar allá adentro? ¿Tendrá el Señor una forma visible? ¿Es su voz como la que oímos en el Sinaí, una voz que inspira tanto temor? ¿Es bueno y amable, o atemorizante?

Aun David, el dulce salmista de Israel, tenia acceso limitado al Padre. Las Escrituras dicen que él tenia comunión con Dios. Él conoció a Dios como su defensor, su refugio, su cuidador, su fuerza. Nadie habló más majestuosamente o poderosamente de Dios que este hombre. Aun así, David no tuvo el privilegio de entrar al Lugar Santísimo. A través de los salmos David habla de anhelar y buscar a Dios. Él clamó por poder ir mas allá del velo, por algo que el no podía lograr: "Un abismo llama a otro." (Salmo 42:7).



Salomón también expresa esta clase de anhelo insatisfecho de poder llegar al Señor: "Mi amado metía su mano por la ventanilla, y mi corazón se conmovió dentro de m. Yo me levanté para abrir a mi amado… Abrí yo a mi amado; pero mi amado se había ido, había ya pasado… Lo busque, y no lo halle; lo llame, y no me respondió." (Cantares 5:4-6). Aquí este la expresión de anhelo divino: "Lo busque, lo anhele, lo quise. Pero no le pude encontrar."