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viernes, 30 de noviembre de 2012

EL TESTIMONIO DEL EVANGELIO



"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mateo 24:14).

Muchos en la iglesia actual intentan determinar la proximidad del regreso de Cristo leyendo las señales de los tiempos. Vemos tales señales en eventos particulares—por ejemplo, el regreso de los judíos a Israel. Mas aún una de las declaraciones más claras que Jesús hace acerca de su segunda venida se encuentra en el versículo de arriba: El fin vendrá sólo después que el evangelio ha sido predicado a todas las naciones–como testimonio.

La palabra que Jesús usa para “testigo” en este versículo es la misma palabra griega usada para “testimonio.” Significa, literalmente, “prueba del hecho.” Cristo está hablando aquí no sólo de predicar el evangelio, sino de presentarlo como un testimonio. En resumen, él dice, el evangelio que predicamos sólo es eficaz si se apoya en una vida que testifica de su realidad.

Usted pensaría que en Estados Unidos, una nación llena de miles de iglesias evangélicas, habría un testimonio fuerte del evangelio. Sólo en una gran ciudad del sur, hay mas de 2,000 iglesias evangélicas, una con una membresía de más de 15,000 personas.

Pero muchas de tales iglesias han comprometido el verdadero evangelio de Cristo. El divorcio esta desenfrenado en sus congregaciones. Y muchos de sus jóvenes solteros llevan vidas permisivas, activas sexualmente. ¿Cómo puede ser esto, se pregunta? El hecho es, que aún con toda la predicación evangélica en muchas de estas mega-iglesias, hay muy poco testimonio del Señorío de Cristo en las vidas de las personas para respaldarlo. No son verdaderos testigos para la ciudad o la nación.

Claro, que hay excepciones. En la ciudad particular en la que estoy pensando, sé de un puñado de jóvenes ministros que han comenzado a pasar mucho tiempo sobre sus rostros ante el Señor. Ahora, cuando ellos pronuncian la palabra de Dios, hablan con poder y autoridad. El evangelio que predican esta respaldado por un testimonio de intimidad con Cristo y un caminar santo. Y están comenzando a ver la diferencia en las vidas de los congregantes.

También pienso en un pastor que una vez planeó construir un edificio nuevo. Su congregación estaba creciendo rápidamente, y él había comenzado a estudiar el movimiento de igle-crecimiento. Pero entonces su esposa fue movida a orar y buscar al Señor, y pronto el pastor estaba haciendo lo mismo. Rápidamente dejó sus sueños de grandes números y empezó a ser un testimonio de lo que predicaba.
Para un sermón reciente, el pastor preparó una pantalla grande en el frente de la iglesia. Dijo a su congregación, “el Espíritu de Dios ha estado hablándome acerca de los pecados de esta iglesia. “¡Y hoy vamos a verlos delante de nuestros propios ojos!”

Entonces el pastor transmitió pecado tras pecado en la pantalla—fornicación, adulterio, alcoholismo, abuso de drogas, pornografía. Entonces comenzó su sermón: “No vamos a comenzar a construir una iglesia grande ahora mismo. Tenemos que enderezar el tabernáculo viviente de Cristo antes que podamos hacer algo más. ¡Tenemos que vivir este evangelio primero!”

Hoy el Espíritu de Dios se está moviendo poderosamente en esa iglesia. ¡Las personas están acudiendo al Señor en masa, enderezando sus vidas—porque están oyendo un evangelio con un testimonio que le respalda!

Quedo asombrado y perplejo por la cantidad de ministros, jóvenes y viejos, quiénes recorren el mundo buscando estrategias para producir crecimiento en sus iglesias. Hoy, muchos predicadores asisten a seminarios, convenciones y “depósitos de ideas” dónde jóvenes ministros profesionales usan gráficas y encuestas para mostrarles cómo construir iglesias más grandes. Otros ministros acuden en masas a “campañas de avivamiento,” esperando aprender nuevos métodos de cómo hacer para que el Espíritu Santo caiga sobre sus congregaciones.

Ahora mismo, sociedades misioneras están enviando más obreros que nunca antes. Su clamor de concentración ha llegado a ser, “¡Tenemos que conseguir más mano de obra en el campo misionero! Se necesitan mas hombres y mujeres calificados para ganar las naciones para Cristo.”

Pero muchos de los misioneros que son enviados están regresando a casa dentro de unos pocos años. Han sido vencidos, desanimados, agitados por las fuerzas demoníacas en esas naciones extranjeras. ¿Por qué? ¡Sus vidas no encajaban con el evangelio que predicaban! Nunca desarrollaron un conocimiento de personal del señorío de Cristo o de la llenura del Espíritu Santo.

Amado, toma más que nuevas ideas o estrategias para tocar las naciones para Cristo. ¡Todos nuestros planes son en vano si Jesús no está entronizado en cada área de nuestras vidas!

miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL INFIERNO EN PÁNICO




Desde el momento en que el diablo e
scucha ese toque en la puerta de tu
corazón, hasta que tu la abras y recibas a
 Cristo, el infierno está en pánico!

El diablo sabe que sólo tiene un corto tiempo para trabajar contra ti. Y ahora va a tratar todo lo que este a su disposición para evitar que contestes el llamado de Dios!

El evangelio de Lucas nos habla acerca de un padre que llevó su hijo endemoniado a Jesús. Cristo le dijo al padre, "...Trae acá a tu hijo. Y como aún se acercaba, el demonio le derribó y maltrató." (Lucas 9:41-42).

La palabra "maltratar" en este contexto, significa "sacudir violentamente."

Este jóven se estaba acercando a Cristo, a punto de ser liberado, trasladado del reino de tinieblas al reino de luz. El diablo observó que iba a perder otra victima. Así que, con rabia, derribó al jóven a tierra en su último ataque violento. El quería matarlo y llevarse su alma antes que Jesús lo libertara!

Satanás tratará de hacerte lo mismo. En el momento que te acerques a Cristo, el enemigo tratará de devorarte con un último ataque. El pondrá las tentaciones más atractivas ante tus ojos. El tratará de derribarte con mentiras, diciéndote que nunca serás libre del pecado y la lujuria. El tratará de convencerte que siempre le pertenecerás a él, y no a Dios!

Pero déjame recordarte: En el instante que te acercas a Jesús, el diablo está incapacitado. El no puede detener a nadie que se dirige a Cristo! El no pudo detener al jóven endemoniado. Lo único que Cristo tuvo que hacer era decir la palabra: "...Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre." (verso 42).

Santiago nos dice, "Resistan al diablo, y él huirá de ustedes." (Stgo. 4:7). Entonces, cómo resistimos al enemigo? Lo haces solo por fe! Simplemente, ven a Jesús, confiando que él te rescatará de las manos de Satanás. "...Al cual resistid firmes en la fe" (I Pe. 5:9).

Puedes ser libre hoy. Puedes decirle a Satanás, "Cuando termine de leer este mensaje, voy a ser libre. Jesús es mi salvador y él me va a librar de toda lujuria y toda pasión impía. Todo se irá, porque El lo dijo así!"

El futuro podrá ser duro para ti. Pero el sol resplandeciente del glorioso Padre brillará para tí!

martes, 27 de noviembre de 2012

TIEMPO CORTO CONTRA LOS SALVOS




El diablo tiene un tiempo corto contra a
quellos que vendrán a Cristo a ser salvos
y librados del poder de satanás!

Es posible que lo que voy a decir te ofenda. Pero la Biblia lo dice claramente: Si eres un esclavo de la lujuria, viviendo en pecado, sin el Espíritu de Cristo en ti, eres un hijo del diablo mismo. Jesús dice, "Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir." (Juan 8:44). El está diciendo, "Satanás tiene control sobre tu vida. Por lo tanto, tu padre no es Dios, sino el diablo. Eres parte de la familia del enemigo, no del Señor!"

Por supuesto que Cristo dirigió estas palabras a un grupo de religiosos que se creían buenos a los ojos de Dios. Por fuera parecían limpios y religiosos, pero por dentro estaban llenos de lujuria, sensualidad, fornicación, y avaricia.

Más sin embargo, existe una enfermedad que azota a los hijos del diablo. Se llama "enfermedad pecaminosa." Mientras más profundo en pecado cae la persona, más crítica es la enfermedad. Llega a su cima cuando se pierde el placer del pecado, convirtiéndose en algo que no llena y aburre.

Si nunca has entregado tu vida a Jesús, entonces hasta ahora el diablo ha tenido control completo sobre ti. El ha reinado y reina sobre tu vida. Pero quizás Satanás ve un cambio en ti, y él sabe que está perdiendo su control sobre ti!

De repente, el pecado ha perdido su dulzura. No vas a lugares que antes frecuentabas. Y no tienes tantos deseos de salir de fiestas. El dinero no te satisface, ni el sexo ni las posesiones. Sientes un vacío dentro de ti.

Y ahora aquí estas, leyendo este mensaje. Quizás estas dispuesto a leer la biblia. Nadie te esta obligando hacerlo; algo dentro de ti te insta a leerla.

Amado, ahora mismo Jesús está tocando a la puerta de tu corazón, y el diablo lo sabe. Y lo único que Satanás teme es que tu abras la puerta a Cristo! 

viernes, 23 de noviembre de 2012

OBEDECE AL LLAMADO FRESCO DE DIOS!




Otro corto tiempo sigue inmediatemente
después que obedecemos a un llamado
fresco para algún Ministerio o Servicio

Pregúntale a cualquiera que ha sido llamado por Dios a embarcar a una nueva obra para el reino y esa persona te dirá con que ira Satanás le ha lanzado aflicciones una tras otra.

El diablo te escucha. El escucha todo acerca del nuevo camino de fe al que Dios te ha llamado. Has orado acerca de eso, has hablado acerca de eso, has pedido el consejo de otros. Y cuando Satanás te escuchó decirle sí a Dios, el sabía que solo tenía un corto tiempo para destruir ese llamado!

Así también en la vida de Cristo. Tan pronto Jesús fue bautizado-con la aparición de la paloma, y la voz del cielo declarándolo "cordero de Dios, el salvador del mundo"-Satanás comenzó a obrar. El sabía que tenía solo cuarenta días y noches para tratar de destruir a Jesús y detener su ministerio. Y él trabajó incansablemente, usando toda artimaña del infierno!

Tan pronto Jesús declaró a Pedro una roca de fe cuando Satanás se acercó a zarandear al discípulo, llevándolo a la incredulidad y la traición. Satanás sabía que tenía que actuar rápido en la vida de Pedro, antes que las palabras de Jesús acerca del discípulo se cumplieran. Pero la tentación fracasó-porque un día esa roca llenó el reino de Satanás de temor!

Yo conozco es ese tipo de ataque satánico. Ahora mismo estoy pasando una experiencia difícil en mi vida. Y todo sucedió porque Dios puso un llamado fresco en mi ministerio!

Después de pasar mucho tiempo en oración, sentí el llamado de Dios a expander mi ministerio a conferencias dirigidas a pastores y creyentes, al evangelismo en las calles de mi ciudad (No estoy dejando el ministerio en la Iglesia Tiempo de Cosecha, ni el ministerio de los mensajes escritos. Solo estoy añadiendo este aspecto ocasional al ministerio, por la dirección del Espíritu Santo.)

He planeado conferencias para el verano que viene con pastores de mi ciudad, luego por otras ciudades con la ayuda de Dios. 

Sin embargo, tan pronto hice arreglos para inciar este trabajo entró Satanás. Fui acusado de un crimen que no cometí, y ahora espero en Dios que se demuestre mi inocencia. 

Parecía que el diablo se reía, diciendo, "Asi que vas a embarcar en un ministerio nuevo, verdad? No podrás!"

Más sin embargo, mientras escribo este mensaje a pocos meses de iniciar este proyecto, todas las obras del enemigo desaparecerán. El Señor me ha levantado y me ha dado nuevas fuerzas. Fue una guerra infernal que sé que tengo la victoria por medio de la sangre de Cristo!

Siempre ha sido así a través de mis años en ministerio. Cada aceptación al llamado del Señor es seguida por ataques satánicos, el diablo ha tratado de atemorizarme amenazándome, "Cada 'si' a Dios te costará tu esposa, tus hijos y tu salud, todo lo que amas."

Ahora mismo mientras escribo soy probado de muchas formas pero confío en que Dios tiene el control de todo, y me llanará de gozo para acabar la obra que me ha encomendado, aún en mi trabajo secular. Donde dar testimonio de la fe no es cosa sencilla en medio de gente dura.

El diablo se acerca a nosotros con estas pruebas intensas porque el sabe que le queda corto tiempo para tratar de destruir los planes de Dios. Pero no debemos temerle!

Gracias a Dios por el testimonio de hombres de Dios que en las escrituras se mostraron firmes y fieles en las mas duras pruebas contra Satanás y el Señor los liberó. Al final nos iremos a la gloria cantando alabanzas a Dios en fe! 

jueves, 22 de noviembre de 2012

ENOJANDO AL ENEMIGO




 Enojamos a Satanás con cada mover profundo hacia Dios!

Quizás has decidido orar con toda diligencia. O, quizás has expresado un hambre de caminar ante el Señor en santidad. O, quizás has consagrado tu mente y cuerpo a Dios como sacrificio vivo. Has clamado, "No voy a entregarme a medias. Le entrego todo a Jesús!"

Estos tipos de compromisos atraen la ira del diablo como ninguna otra cosa. El sabe que cualquiera que entrega su vida completamente a Dios es una gran amenaza para su reino. El recuerda las vidas de Pedro, Pablo, y Felipe, individuos que salieron del montón y clamaron, "Voy hacer la voluntad de Dios!" Rindieron todo a Cristo e hicieron estragos al reino de Satanás!

El diablo sabe muy bien que cualquiera que busca a Dios con todo su corazón lo encontrará...Que los santos que oran prevalecerán,...que Dios aceptar cada sacrificio vivo ofrecido de corazón...que el espíritu hambriento será saciado.

Pero Satanás sabe que existe un tiempo entre oración y cuando es contestada. Amado, este es el "tiempo corto" del diablo obrar! El sabe que la "viuda inoportuna" clamó por un tiempo antes de ser oída. Y, de igual manera, nuestra contestación llegará a su tiempo. Mientras tanto, el diablo tratará de destruirnos mientras esperamos por el Señor!

El hecho es que Dios no entra en acción cada vez que clamamos, "Señor, te lo entrego todo!" Dios sabe que la consagración, rendimiento y hambre por Cristo no siempre está acompañada de un llanto emotivo. Por lo tanto, Su Espíritu no responde hasta que vea en nosotros esa determinación, algún tipo de evidencia de que no retrocederemos de esa hambre.

Satanás también reconoce esto. El sabe por haber observado en nuestras vidas cuando hablamos en serio en cuanto a nuestra entrega al Señor se refiere. Si no estamos en serio, el no pierde su tiempo con nosotros. El nos deja en nuestra debilidad y pecado.

Pero en el momento que el observa una devoción verdadera en nosotros, el deseo de ser libertados del pecado, una determinación de abandonar toda necedad y ponerse a Cristo, entonces el sabe que su tiempo es corto. El sabe que habrá un tiempo breve cuando estaremos fuera de sus garras y caminando en gloria, operando por fe, y viviendo en victoria. Es entonces cuando él comienza a lanzar todo en el infierno en nuestra dirección!

Esta es la razón por la cual muchos creyentes consagrados en el cuerpo de Cristo están pasando un tiempo de pruebas intensas. Apocalipsis 12 nos dice: "Adelante cristiano-despierta de tu sueño. Entrega tu cuerpo a Jesús como sacrificio vivo. Confía que el Espíritu Santo te librará de toda lujuria. Busca a Dios con todo lo que hay en ti. Pero prepárate para enfrentar la prueba de tu vida-porque Satanás vendrá a ti con toda su fuerza!"

"Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuese arrebatada del río." (Ap. 12:15). Serás inundado de horribles tentaciones, espíritus acosadores, cansancio, desaliento, incredulidad, y desánimo. El enemigo tratará de afligirte en cuerpo, mente y espíritu!

Satanás conoce tus puntos débiles-tus luchas con la carne, lujuria o problemas mentales-y él trabajará arduamente en tu vida. Tratará de arrastrarte en un diluvio de pruebas y tentaciones, haciendo todo lo posible por hundirte. El está frenético-porque el puede ver que estas al borde de la victoria, y el sabe que su tiempo es corto!

Trágicamente, a menudo el diablo tiene éxito en ese "corto tiempo." Muchos creyentes dejan de luchar, entregándose a la tentación y la desesperación. Creen en las mentiras de Satanás que no son buenos, inmundos, y que nunca van a ser libres. Y terminan naufragando en su fe.

Más sin embargo la verdad es, tales mentiras nunca llegan a los oídos de Dios. El no permite nada del diablo en los cielos. Así que también nosotros debemos callar las mentiras del diablo, por fe en la obra de Cristo en la cruz! 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA BATALLA CONTINUA





La Batalla continúa y es peleada en La Tierra!

La gran guerra cósmica no es entre Cristo y el diablo. Ahora Jesús esta sentado con el Padre Celestial, muy lejos del alcance de Satanás  Pero el diablo aún está haciendo guerra contra Cristo-dirigiéndola a su simiente!

"Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo." (Ap. 12:17). La misma furia y tentación que Satanás le lanzó a Jesús en el desierto es lanzada a todo aquel que sigue a Cristo!

Pedro nos advierte: "Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar (1 Pe. 5:8). Esto no quiere decir que el diablo está flotando en alguna parte del cosmo, dándole ordenes a sus huestes satánicas. Ya leímos que Satanás fue lanzado a la tierra, cuando Cristo lo venció en la cruz. Por lo tanto, el reino del diablo está limitado al presente.

(A lo que Pablo se refiere al decir que luchamos "contra malicias espirituales en los aires," tiene que ver con depravación espiritual en posiciones gubernamentales y líderes descarriados en las iglesias.
 Pablo está diciendo que el espíritu de Satanás está obrando en aquellos que ocupan posiciones de autoridad.)

Contrario a lo que piensan muchos cristianos, Satanás no es omnipotente. El fue vencido por Jesús y toda autoridad le fue quitada. Ni tampoco es omniciente -lo cual significa que no puede leer los pensamientos. Y el no es omnipresente-no puede estar en todo lugar al mismo tiempo. El está limitado físicamente a un lugar a la vez.

Pero Satanás tiene principados y potestades estacionados a través de la tierra. Y su huestes de demonios le informan cada vez que él lo pide. Ellos te escuchan cuando oras, y observan tu obediencia a Dios. Y eso es lo que aumenta la ira de Satanás contra ti!

Mientras examinamos lo que significa para el diablo tener el "tiempo acortado," necesitamos preguntar lo siguiente: ¿Qué hacemos para airarlo contra nosotros? ¿Qué le provoca inundarnos con el arsenal del infierno? ¿Cómo despertamos los poderes de las tinieblas que tratan de devorarnos?
Yo creo que hacemos tres cosas que atraen la ira del diablo, las mencionaré en lo que resta de la semana. 

martes, 20 de noviembre de 2012

POCO TIEMPO LE QUEDA AL ENEMIGO



"Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo." (Ap. 12:12).

Como seguidores de Jesucristo, debemos estar constantemente alerta de que el diablo busca destruirnos. Por lo tanto, Pablo dice, que necesitamos conocer las tácticas y planes del enemigo: "Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones." (2 Co. 2:11).

El pasaje antes mencionado de Apocalipsis nos dice que Satanás ha declarado guerra sobre los santos de Dios. También menciona que el diablo tiene poco tiempo para cumplir su trabajo u obra: "...sabiendo que tiene poco tiempo."

Mientras muchos cristianos duermen durante este tiempo, como Jesús predijo, el diablo esta trabajando ferozmente  haciendo preparaciones para la guerra. El esta al tanto del poco tiempo que le queda para realizar sus propósitos malignos que no descansa. Siempre esta maquinando, siempre esta buscando la forma de hostigar y destruir la iglesia de Jesucristo!

¿Cuándo fue que el diablo supo que su tiempo era corto? Llegara este conocimiento durante el último siglo, mientras lea las señales de los tiempos? Se dio cuenta mientras la nación de Israel renacía  y se levantaba nación contra nación  Lo reconoció cuando observó el alejamiento de la fe cristiana? Lo dedujo de las referencias bíblicas que Jesús regresara por su novia?

Y cuando el diablo se entero que su tiempo era corto, entró en un pánico.  ¿Se apresuró a establecer una "sala de guerra" en la tierra, planeando una última batalla contra la iglesia? Se dijo a sí mismo: "El tiempo se me va, tengo que trabajar rápido, porque me queda poco tiempo antes del regreso de Cristo!"

No! El plazo le fue dado hace siglos. Puede ser trazado a "una gran señal" que tomó lugar en los cielos. Esta señal fue una guerra increíble, cuando Satanás intentó matar al niño Cristo:

"Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufra tormento por parir." (versos 1-2).

El sol en este pasaje representa a Dios. Y la mujer vestida con el sol representa la novia de Cristo, o el pueblo escogido de Dios. (Ella está coronada con doce estrellas, las cuales representan las doce tribus de Israel, igual que los doce discípulos.) Finalmente, la criatura que iba a nacer aquí es Jesús, el libertador. El pasaje continua:

"Y fue vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tena siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido." (versos 3-4).

Satanás es como uno que espera en la tierra para destruir al niño Cristo "cuando hubiese parido." Y cuántas veces el diablo trató de devorar Jesús! Satanás usó a Herodes para tratar de destruir a Cristo, ordenando al rey malo que matara a todos los niños en Belén. La "ira excesiva" de Herodes fue una ira diabólica-una encarnación del diablo mismo!

Pensarás, "Si Herodes estaba poseído por Satanás, por qué el diablo no le señaló a Cristo? Por qué tuvieron que morir todos los niños?" El Señor había cegado los ojos de Satanás! Como nos muestra este pasaje, Dios había escondido a Cristo del enemigo por un tiempo: "Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y su trono." (verso 5).

Luego, las escrituras dicen, "Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo." (versos 7-8).

Esta batalla fue declarada por Satanás contra el hijo de Dios-y el diablo perdió. El fue vencido por la sangre de la cruz-derrotado una vez y para siempre!

Más aún, Satanás perdió acceso al cielo: "...ni su lugar fue más hallado en el cielo." (verso 8). "Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él." (verso 9).

Hubo un tiempo cuando los movimientos del diablo no estaban limitados a la tierra. Job nos cuenta, "Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán." (Job 1:6). Parece que el diablo se presentaba con frecuencia ante el trono de Dios como el "acusador de los hermanos."

Pero hoy Satanás no tiene el oído de Dios. El no puede acusar a los hijos de Dios-porque la sangre de Cristo ha prevalecido sobre todas sus mentiras! La intercesión de Jesús por nosotros no tiene nada que ver con refutar las acusaciones de Satanás. Hasta donde le concierne a Dios, la victoria de la cruz las rechaza todas!

Satanás te puede mentir, negándote el descanso de sus acusaciones. Pero el no puede acusarte ante el Padre Celestial. La entrada al cielo le ha sido prohibida-y ningunas de sus acusaciones tienen sentido! 

lunes, 19 de noviembre de 2012

TERMINANDO EN EL LUGAR DE LA PRUEBA




Como Israel, muchos creyentes hoy
terminan en un lugar de gran prueba.
y Prueba

Hoy, el Señor a menudo nos trae a un lugar como Mara donde las aguas de la vida son amargas. Y, una vez allí, enfrentamos una sed insatisfecha, preguntas regañonas y graves dudas.

Usted puede protestar, "¡No -- no puede compararme a esos idólatras, israelitas fornicarios! El mismo Moisés dijo que eran duros de corazón -- un pueblo duro de cerviz que recaía. ¡No soy así en absoluto! Quiero al Señor. ¡No puede decir que soy como ellos!

Pero los pobres israelitas no reconocieron estas cosas sobre ellos mismos. No comprendieron lo que estaba en sus corazones, hasta que su tiempo de prueba llegó. Y creo que lo mismo es cierto del pueblo de Dios hoy. El profeta Jeremías escribe, "El corazón es engañoso sobre todas las cosas, y perverso: ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9).

Tiene que recordar -- éstas son las mismas personas que después temblarían ante el Señor en el Monte Sinaí después de oír sus mandamientos. Contestarían rápidamente, "Todo lo que Dios ha dicho, haremos. ¡Obedeceremos cada orden!"

Y los israelitas eran sinceros en lo que dijeron. Estaban llenos del temor de Dios, y estaban convencidos que honrarían su palabra. Pero no tenían ninguna idea de lo que estaba en sus corazones. En verdad, ¡ellos estaban espiritualmente en quiebra!

Vea, Israel estaba viviendo de la experiencia de su pastor y maestro, Moisés. No tenían su propia fe. ¡Y cuando Dios quitó a Moisés de en medio, recayeron dentro de cuarenta días!

Lo mismo sucede con muchos cristianos hoy. Cuando oyen la palabra de Dios predicada, con entusiasmo prometen obedecerla con todo su corazón. Pero en realidad, están viviendo de la experiencia de alguien. Se alimentan de las cintas de enseñanza, seminarios, revelaciones de sus pastores -- y no tienen su propia experiencia profunda con Cristo.

Amado, no puede recibir la verdadera revelación de Dios de alguien más. Un predicador puede avivarlo e inspirarlo, y puede aprender los mandatos bíblicos de memoria. Pero hasta que tenga su propia experiencia con Jesús y desarrolle una historia con él, no puede conocerle. ¡Su palabra tiene que obrar en su corazón, hasta que se vuelva una experiencia viva!

Los discípulos, tampoco tenían ninguna idea de lo que estaba en sus corazones -- pero Jesús sí. Y él los llevó a un lugar de prueba que los expondría todo. Él les dijo a los doce que entraran en un bote y cruzaran el mar, sabiendo muy bien que una tormenta pronto los envolvería a ellos.

Ahora, estos hombres pensaban que eran fieles seguidores del Maestro. Después de todo, habían visto miles de personas alimentadas con sólo un manojo de peces y unas cuantas rebanadas de pan. Así que, cuando subieron al bote, probablemente pensaron que nunca dudarían de Jesús.

Aún así, es una cosa ver el poder milagroso obrando en la vida de su pastor, y otra experimentarlo usted mismo. Ahora, cuando los vientos comenzaron a soplar y las olas subieron más altas, la prueba de los discípulos llegó. Pronto la barca se llenó de agua, y los hombres comenzaron a achicar tan rápido como pudieron. Sin embargo, en sólo minutos, supieron que su embarcación se iba a hundir.

Escuche lo que emergió del corazón de estos hombres en su tiempo de prueba: "Señor, ¿no tienes cuidado que vamos a morir? ¡Estamos descendiendo! Ayúdanos, Jesús. ¿Eres Dios o no? ¿No te preocupas por nosotros?"

¡Los propios discípulos de Jesús estaban tentándole! De hecho, hablaron casi las mismas palabras a Jesús que los israelitas habían hablado a Moisés: "... tentaron al Señor, diciendo, ¿El Señor está entre nosotros, o no?" (Éxodo 17:7).

Jesús sabía lo que estaba haciendo desde el principio. Podía ordenar a los vientos y a las olas cesar mucho tiempo antes que ellos lo pidieran. Tal poder estaba siempre presente en él. Pero en cambio, le permitió a sus discípulos ser probados -- ¡en una situación literal de vida o muerte!

viernes, 9 de noviembre de 2012

ESTABAN SIENDO PROBADOS




Los israelitas no lo sabían
-¡Pero estaban siendo probados!

Las pruebas que Dios trajo sobre Israel ciertamente se intensificaron. Siempre que el pueblo no aprendía una lección en particular la primera vez, el Señor traía una prueba aun más fuerte. Y cuando no aprendían en ese tiempo, él traía todavía otra prueba y la intensificaba también. Ahora ellos fallaron en confiar en Dios en las aguas de Mara -- ¡lo que significaba que una prueba de fe aun más fuerte les esperaba!


Mientras leíamos el pasaje de Pablo hoy, la mayoría de nosotros asumimos que, "Dios estaba tratando de cincelar los defectos del carácter de Israel. Quiso cortar las cosas que eran contrarias a él -- para exponer sus debilidades, para que pudieran ser más como Cristo."

Eso es verdad. Aún, ésta era sólo una parte de lo que Dios estaba haciendo en Israel. No comprendemos que nuestro Señor está detrás de mucho más cuando nos lleva a situaciones de crisis. ¡A menudo hace esto porque quiere que aprendamos algo importante sobre él!

Piense en esto: La Biblia dice que somos el pueblo escogido de Dios, reyes y sacerdotes para él. Así como su pueblo hizo bajo el Antiguo Pacto, festejamos en su maná, que es su palabra. Bebemos de la misma Roca, que es Cristo. Y disfrutamos mejores promesas y un mejor Pacto. Hemos sido liberados de la esclavitud, habiendo cruzado nuestro propio Mar Rojo. Y hemos mirado como Dios ha destruido los poderes satánicos que una vez nos sostuvieron.

Aún, como Israel, dudamos también de Dios, murmurando y quejándonos de él, a pesar de todas sus bendiciones para nosotros. Nos volvemos a los ídolos y a la lujuria. Y le tentamos, así como hicieron los israelitas. Para abreviar, no hemos aprendido nuestras lecciones.

jueves, 8 de noviembre de 2012

NO TIENTES AL SEÑOR



"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo."

"Pero de la mayoría de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron tendidos en el desierto. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar."

"Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor."

"Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quiénes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga." (1 Corintios 10:1-12).

¿Quiénes eran las personas que Pablo está describiendo en este pasaje -- los miles que "cayeron en un día," las masas que fueron muertas por las serpientes, y los otros que fueron “destruidos por el destructor"? Éstos no eran Moabitas, Cananitas, Filisteos o cualquiera de los otros paganos que rodeaban a Israel. No, Pablo está hablando aquí de creyentes -- ¡personas que Dios eligió!

Estas personas fueron testigos de milagros increíbles. Habían sido alimentados de comida espiritual por medios sobrenaturales. Habían bebido agua espiritual de una roca que Pablo dice era Cristo mismo. Fueron bien enseñados y bien cuidados. Aún, Pablo dice que, muchas de estas mismas personas fueron consumidas por la ardiente ira de Dios y destruidos por serpientes.

El apóstol nos dice en el versículo 5 que estos Israelitas disgustaron tanto a Dios, que él los "derrocó" en el desierto. La palabra hebrea usada aquí significa que, "Él los arrojó de su mano, esparciéndolos por la tierra como el polvo."

¿Qué significa esto? Era el Señor diciéndole a Israel, "¡No aceptaré esto de ustedes! Si fueran inocentes -- si no estuvieran bien entrenados, o no hubiesen recibido alimento espiritual de mi mano, o no hubiesen visto evidencia de mi gloria -- entonces trataría con ustedes. Pero a pesar de mis muchas bendiciones hacia ustedes, han escogido la lujuria y los ídolos. Así que, ahora voy a esparcirlos. ¡Estoy arrojándolos completamente de mis manos!”

¿Cómo podría ser esto? ¿Por qué trataría el Señor tan severamente a su propio pueblo después que ellos se habían beneficiado tan completamente de él?

Según Pablo, 23,000 de ellos murieron como resultado de su fornicación e idolatría. Y otros fueron destruidos debido a su murmuración y quejas. Finalmente, aún otros fueron muertos por mordeduras de serpientes venenosas. ¿Qué hizo este último grupo para garantizar su muerte? Pablo nos dice muy claramente en el versículo 9 que: ¡Ellos tentaron a Cristo! "Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron..." (versículo 9).

Podemos entender por qué Dios trataría severamente con los fornicarios, idólatras y murmuradores. Pero quiero enfocar en este pecado particular de tentar a Cristo. ¿Qué quiere decir Pablo cuándo dice que "tentamos al Señor?"

El apóstol se refiere aquí a un episodio en Éxodo 17. Los israelitas habían experimentado el milagro del maná -- una oblea blanca que contenía toda la nutrición que necesitaban para sostenerlos. Esta “pequeña cosa redonda” aparecía sobre la tierra en medio de ellos todos los días. Las personas no ganaron o merecían esta comida sobrenatural; el Señor los alimentó exclusivamente por su gracia. Todo lo que ellos tenían que hacer eran recogerlo.

Pero ahora no tenían agua. Habían llegado a un lugar llamado Mara donde el agua era demasiado amarga para beber. Una vez más ellos estaban en una crisis, enfrentando todavía otra prueba. ¡Dios satisfizo su hambre, pero no su sed!

Inmediatamente, el pueblo comenzó a reprender a su líder, Moisés. Lo acusaron de ser un mentiroso sin corazón que los había llevado al desierto para destruirlos. Incluso hablaron de apedrearlo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

CAMINANDO EN SU GLORIA



El otro lado de la comunión con Dios
es nuestro amor por él en reciprocidad.

Caminar en la gloria de Dios no significa tan solo que recibimos el amor del Padre, sino que también nosotros correspondamos a ese amor.  Se trata de un mutuo afecto - ambos dando y recibiendo amor.  La Biblia nos dice: "Y amarás a Jehova de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas (Dt. 6:5).

Dios nos dice: "Dame, hijo mío, tu corazón..." (Pr. 23:26).  Su amor demanda reciprocidad - que nosotros devolvamos a él un amor total, no dividido, con todo el corazón, mente y fortaleza.  Sin embargo, el Señor nos dice en términos precisos: "Tú no puedes ganarte mi amor.  El amor que yo te doy es inmerecido!"  Juan escribe: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:10).  "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero." (verso 19).

Nosotros no nos levantamos un día, y decidimos no pecar más, y convertirnos a Jesús.  No, el Espíritu de Dios penetró en lo profundo de nuestras vidas, nos mostró nuestra perdición y nos hizo desdichados en nuestros pecados.  Envió su Palabra para mostrarnos la verdad, envió su Espíritu para convencernos, y entonces vino tras nosotros él mismo.  Él lo hizo por todos nosotros.

Y ahora, según el amor de Dios por nosotros se enmarca en el descanso y el regocijo, as nuestro amor por él debe tener estos mismos dos elementos:

1.  David expresa la confianza en su amor por Dios cuando escribe: A quién tengo yo en los cielos sino a ti?  Y fuera de ti, nada deseo en la tierra (Salmo 73:25).  El corazón que ama al Señor cesa de buscar consuelo en otros lugares.  Mas bien, encuentra total contentamiento en él.  A ese amador, la bondad y el amor de Dios es mejor que la vida misma!

2.  Ese corazón también se regocija en su amor por Dios.  Canta y danza en éxtasis gozoso delante del Señor.  Cuando un hijo de Dios conoce cuanto le ama el Señor, esto trae regocijo a su alma!

La Biblia también nos dice que nuestro amor por el Padre debe ser canalizado a través de su Hijo.  Jesús dice: "nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).  Es sólo por medio de Cristo que somos aceptados por el Padre y tenemos acceso a él.

Mas aún, Dios depositó toda su bondad, amor, misericordia y gracia - esto es, su gloria - en su Hijo.  Y envió a Jesús para manifestar y revelar esa gloria a nosotros.  Por lo tanto, Cristo viene a nosotros como una imagen de nuestro Padre amoroso.  "Como el Padre me ha amado, así también Yo os he amado; permaneced en mi amor." (Juan 15:9).

Dios nos ama a la medida que estemos en Cristo.  Y en reciprocidad, nosotros mostramos amor a Dios en el amor que tengamos por Cristo.  Como cabeza de la iglesia, y como nuestro sumo sacerdote, Jesús llevará nuestro amor al Padre por nosotros.

Ahora, déjame señalarte uno de los versículos mas poderoso de la Escritura.  Proverbios nos da estas palabras proféticas de Cristo: "Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su dicha de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo.  Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres" (Pr. 8:30-31). 

Amados, nosotros somos los hijos mencionados aquí!  Desde la misma fundación de la tierra, Dios previó un cuerpo de creyentes uniéndose a su Hijo.  Y aún entonces el Padre se deleitó y se regocijó en estos hijos.  Jesús testifica; "Yo era la delicia de mi Padre, el gozo de su ser.  Y ahora, todos los que vienen a mí en fe, son sus delicias también!"  Entonces, cómo reciprocamos el amor a Jesús?  Juan contesta: Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos." (1 Juan 5:3). 

Y cuáles son sus mandamientos?  En esencia, Jesús dice, que hay dos - y "de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mateo 22:40).  El primero y más importante mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente.  No podemos esconderle nada.  Y el segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  Estos dos sencillos y simples mandamientos resumen toda la ley de Dios.

Jesús nos dice aquí que no podemos tener comunión con Dios - no podemos andar en su gloria si guardamos rencor contra alguien.  Por lo tanto, amar a Dios significa amar a los hermanos de la misma manera que el Padre nos ama a nosotros. 

"Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.  Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?  Y nosotros tenemos ese mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano." (1 Jn. 4:20-21).  "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (verso 8).

Toda comunión e intimidad con el Señor se rompe, cesa, cuando tenemos una actitud no amorosa o rencorosa hacia un hermano.  Podemos alabar a Dios con manos levantadas, orando todos los días, estudiando la Palabra por horas - pero si estamos amargados y guardamos rencor a alguien, todo eso es en vano.  Juan dice: "Esa persona es un mentiroso.  Verdaderamente, tú no amas a Dios, aunque él te sigue amando!"

Si tú estás en esa condición, no tan sólo le digas a Dios: "Señor, estoy arrepentido - perdóname."  En vez de eso, ve a esa persona según manda la palabra de Dios, y reconcíliate con él. "Reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda." (Mt. 5:24).

Sólo entonces encontrarás la verdadera intimidad con el Padre.  Y podrás caminar en su gloria, todos los días de tu vida!


lunes, 5 de noviembre de 2012

CREE Y RECIBE SU AMOR POR TI



No es posible tener comunión ni intimidad con
el Señor hasta que le creamos y le recibamos como
lleno de amor, bondad y ternura hacia nosotros


Ahora, estarás pensando: "Seguramente que el Señor no se agradar de alguien que aún este en pecado.  Yo no espero que él me ame si continúo por el camino del pecado.  Esa clase de pensamiento raya en la blasfemia."

Sí, Dios ama a su pueblo pero no ama el pecado.  La Biblia dice que él reprende a cada hijo que continúe en pecado, pero lo hace con mucha paciencia.  Y luego de reprendernos, su Espíritu nos llena con una sensación de indignación por nuestro pecado.

A pesar de esto, el amor de Dios por nosotros permanece inalterado.  Su palabra dice: "Porque Yo Jehova no cambio." (Mal.3:6), "... del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." (Stg. 1:17). "... Porque Dios soy, y no hombre." (Oseas 11:9). 

Dios libre que su amor por nosotros vaya a menguar, y fluya como el nuestro hacia él.  Nuestro amor varía diariamente, yendo de caliente y celoso a tibio o hasta frío.  Como los discípulos, podemos estar dispuestos a morir por Jesús un día y al otro día negarlo y huir de él.  Podemos decirle al Señor que confiamos en él para suplirnos todas nuestras necesidades y evitar que caigamos, pero eso no es comunión verdadera.  La pregunta es: confiamos plenamente en su amor para con nosotros?  Hemos visto su amor revelado y nos hemos apoderado de él? Su amor por nosotros está arraigado en nuestros corazones? 

Te debo preguntar - y tu, puedes contestar así?: "El Padre celestial esta enamorado de mí!  Él dice que yo soy dulce y bello ante sus ojos y yo le creo.  No importa por lo que pase, o cuán tentado o probado sea, él me rescatará.  Él estará a mi alrededor siempre, y no permitirá que me opriman o destruyan.  El siempre será bondadoso y amable conmigo!"

Aquí es cuando la verdadera comunión comienza.  Tenemos que estar convencidos día a día del amor inalterable de Dios para con nosotros.  Y debemos demostrarle que creemos en su revelación de sí mismo.  Juan escribe: "Y nosotros hemos conocido y credo el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él." (1 Juan 4:16).

Solamente esta creencia puede sanar tu alma.  Es tu única arma en contra del diablo, quien te miente diciéndote que eres muy inmerecido para orar o acercarte a Dios.  Convenciéndote de esta verdad es el único camino para que te abras a la verdadera comunión.

Si alguna vez has estado enamorado de alguien, sabrás de lo que te estoy hablando.  Imagínate un esposo que pasa mucho tiempo fuera del hogar por motivo de su trabajo, pero que está muy enamorado de su esposa.  Él llama a su amada todas las noches que está fuera del hogar.  Y de vez en cuando la llama y le deja un mensaje en su celular. Su mensaje podría ser el siguiente:

"Hola corazón, te estoy llamando para decirte que el sólo pensar que estas allí, y que me amas, me renuevan las fuerzas.  Va a ser la fuerza que necesito para este día.  Sé que voy a tener un día difícil de trabajo.  Pero acabo de leer la carta que me enviaste, y que gran gozo sentí!  El sólo saber que estás pensando en mí me llena de felicidad!" 

Ese es el amor que el Padre celestial tiene para ti.  Confía en él!

jueves, 1 de noviembre de 2012

AGRADECIMIENTO POR SUS VISITAS


Amados amigos y hermanos, les agradezco sus oraciones y amor por mi vida y ministerio. Por motivo de trabajo no he podido conectarme a escribir en la web pero desde esta semana retomamos el trabajo a diario, ya me organice mejor y se que esta obra seguirá siendo de gran bendición para el pueblo de Dios. Les amo en Cristo, su amigo y servidor.  

Pastor Israel Grupp