"Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo." (Ap. 12:12).
Como seguidores de Jesucristo, debemos estar constantemente alerta de que el diablo busca destruirnos. Por lo tanto, Pablo dice, que necesitamos conocer las tácticas y planes del enemigo: "Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones." (2 Co. 2:11).
El pasaje antes mencionado de Apocalipsis nos dice que Satanás ha declarado guerra sobre los santos de Dios. También menciona que el diablo tiene poco tiempo para cumplir su trabajo u obra: "...sabiendo que tiene poco tiempo."
Mientras muchos cristianos duermen durante este tiempo, como Jesús predijo, el diablo esta trabajando ferozmente haciendo preparaciones para la guerra. El esta al tanto del poco tiempo que le queda para realizar sus propósitos malignos que no descansa. Siempre esta maquinando, siempre esta buscando la forma de hostigar y destruir la iglesia de Jesucristo!
¿Cuándo fue que el diablo supo que su tiempo era corto? Llegara este conocimiento durante el último siglo, mientras lea las señales de los tiempos? Se dio cuenta mientras la nación de Israel renacía y se levantaba nación contra nación Lo reconoció cuando observó el alejamiento de la fe cristiana? Lo dedujo de las referencias bíblicas que Jesús regresara por su novia?
Y cuando el diablo se entero que su tiempo era corto, entró en un pánico. ¿Se apresuró a establecer una "sala de guerra" en la tierra, planeando una última batalla contra la iglesia? Se dijo a sí mismo: "El tiempo se me va, tengo que trabajar rápido, porque me queda poco tiempo antes del regreso de Cristo!"
No! El plazo le fue dado hace siglos. Puede ser trazado a "una gran señal" que tomó lugar en los cielos. Esta señal fue una guerra increíble, cuando Satanás intentó matar al niño Cristo:
"Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufra tormento por parir." (versos 1-2).
El sol en este pasaje representa a Dios. Y la mujer vestida con el sol representa la novia de Cristo, o el pueblo escogido de Dios. (Ella está coronada con doce estrellas, las cuales representan las doce tribus de Israel, igual que los doce discípulos.) Finalmente, la criatura que iba a nacer aquí es Jesús, el libertador. El pasaje continua:
"Y fue vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tena siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido." (versos 3-4).
Satanás es como uno que espera en la tierra para destruir al niño Cristo "cuando hubiese parido." Y cuántas veces el diablo trató de devorar Jesús! Satanás usó a Herodes para tratar de destruir a Cristo, ordenando al rey malo que matara a todos los niños en Belén. La "ira excesiva" de Herodes fue una ira diabólica-una encarnación del diablo mismo!
Pensarás, "Si Herodes estaba poseído por Satanás, por qué el diablo no le señaló a Cristo? Por qué tuvieron que morir todos los niños?" El Señor había cegado los ojos de Satanás! Como nos muestra este pasaje, Dios había escondido a Cristo del enemigo por un tiempo: "Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y su trono." (verso 5).
Luego, las escrituras dicen, "Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo." (versos 7-8).
Esta batalla fue declarada por Satanás contra el hijo de Dios-y el diablo perdió. El fue vencido por la sangre de la cruz-derrotado una vez y para siempre!
Más aún, Satanás perdió acceso al cielo: "...ni su lugar fue más hallado en el cielo." (verso 8). "Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él." (verso 9).
Hubo un tiempo cuando los movimientos del diablo no estaban limitados a la tierra. Job nos cuenta, "Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán." (Job 1:6). Parece que el diablo se presentaba con frecuencia ante el trono de Dios como el "acusador de los hermanos."
Pero hoy Satanás no tiene el oído de Dios. El no puede acusar a los hijos de Dios-porque la sangre de Cristo ha prevalecido sobre todas sus mentiras! La intercesión de Jesús por nosotros no tiene nada que ver con refutar las acusaciones de Satanás. Hasta donde le concierne a Dios, la victoria de la cruz las rechaza todas!
Satanás te puede mentir, negándote el descanso de sus acusaciones. Pero el no puede acusarte ante el Padre Celestial. La entrada al cielo le ha sido prohibida-y ningunas de sus acusaciones tienen sentido!
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