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viernes, 28 de septiembre de 2012
¿CASAS SOBRE LA ROCA?
EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ
En una carta a los cristianos de Tesalónica, Pablo habla de un evento futuro que él llama "el día del Señor." Él escribe:
"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición." (2 Tesalonicenses 2:1-3) Algunos teólogos creen que el "día del Señor" al que Pablo se refiere aquí es el juicio final. Sin embargo, creo con la mayoría de los estudiosos que Pablo está hablando de la segunda venida de Cristo. Y Pablo establece que el regreso de Jesús no tendrá lugar hasta que pasen dos cosas:
1. Una gran apostasía ocurrirá. Muchos que una vez conocieron a Dios se apartarán de la verdad del evangelio que han conocido.
2. El Anticristo, u hombre de pecado, será "revelado."
Debería ser obvio a cada amante de Jesús que un "alejamiento" ya está tomando lugar. Muchos creyentes hoy, así como cristianos a lo largo de las últimas décadas, se han enfriado en su amor por Dios. Con eso en mente, me gustaría enfocar en el segundo punto de Pablo - que el día del Señor no vendrá hasta que el "hombre de pecado sea revelado."
¿Qué, exactamente, quiere decir Pablo por esta frase? ¿Está diciendo que Jesús no regresará hasta que el Anticristo haya sido entronizado como un gobernante mundial, y que todos conozcamos su identidad? Pienso que no. Pablo sabía que Cristo podía volver en cualquier momento. El mismo Jesús dice que vendrá cuando menos se espere, en el pestañar de un ojo.
Creo que encontramos una clave para lo que Pablo quiere decir al usar la palabra "revelado." El significado aquí es "descubierto." Creo que Pablo está diciendo, "Jesús no vendrá hasta que el plan y la agenda completa del Anticristo sean expuestos, y la iglesia esté consciente de esto."
Por supuesto que el plan del Anticristo ya ha sido expuesto en la escritura. Pablo declara, "El misterio de iniquidad ya trabaja... " (2 Tesalonicenses 2:7) Él está diciendo que una forma misteriosa de pecado, aun obrando ahora, anunciará la llegada del Anticristo. Al parecer, un espíritu de iniquidad caerá sobre la humanidad perdida, agarrando los corazones de las personas tan poderosamente que el hombre de pecado ascenderá al poder rápidamente.
Aún hay otro significado para esta frase, "misterio de iniquidad." Viene de una raíz que significa "iniciación silenciosa." Pablo está hablando sobre una iniciación secreta en el culto del Anticristo - una influencia sutil y demoníaca que vio tomando lugar en su propio día.
Ahora mismo, este mismo espíritu misterioso es un completo poder seductor, preparando a las masas de personas para recibir al hombre de pecado. Diariamene los cerebros de miles son lavados, silenciosamente y en secreto, para ser iniciados en su rebaño. Y este trabajo satánico está tomando lugar tan rápido y tan eficazmente, que el hombre de pecado podría ascender al poder en un futuro no muy lejano.
No necesitamos ver alguna revelación física del Anticristo antes que Jesús regrese. ¡Su espíritu satánico ya está manifestándose en miles de creyentes con el cerebro lavado!
jueves, 27 de septiembre de 2012
CONFIANDO EN SUS GLORIOSAS PROMESAS
Usted se preguntará, "¿Por qué, pues,
no tengo este pacto cumplido en mí y me siento tan débil?"
Si usted se pregunta por qué sigue cayendo --por qué continúa sintiéndose débil e impotente, haciendo lo que odia - probablemente es porque usted no ha confiado totalmente en las gloriosas promesas de Dios.
Dios hizo todas estas promesas a Abrahán - promete ser su escudo, ser su recompensa, derrotar a todos sus enemigos, incluso realizar milagros para él, como darle un niño en su vejez. Abrahán creyó estas promesas - y Dios dijo su fe fue contada por justicia.
Igualmente, al momento que dejamos de luchar con nuestros enemigos espirituales, en nuestra propia fuerza - estableciendo en nuestros corazones que lo que Dios promete, él puede hacer, y confiar todo en sus manos - ése es el principio de nuestra justicia.
Dios nos ayuda en esto enviando su propio Espíritu a morar en nuestros corazones. El Espíritu Santo es el poder de Dios, y ese poder declara la guerra a todos los poderes demoníacos: "… el Espíritu (codicia, o “peleas”) contra la carne…" (Gálatas 5:17).
El Espíritu declara, "Éste es ahora el lugar de mi morada, diablo. He preparado mi cuartel general aquí, y estoy levantando el estandarte del Dios omnipotente. Tu ya no gobiernas más aquí. Y tu batalla ya no es contra mi hijo. Estás ahora contra mí. Voy a cazarte, y a dañar tus planes y luchare contra ti en todo frente. ¡Este hijo es ahora templo del Espíritu Santo!"
Caminar en el Espíritu no es complicado. Simplemente es creer lo que Dios ha dicho: "¡… Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne" (v.16). Simplemente, es decir, "¡Confíe en el Espíritu Santo! Crea en su promesa para llevar su causa. ¡Camine en el poder de su promesa para luchar por usted!"
La palabra de Dios nos da una promesa que es como un ancla que es una cura segura para toda angustia mental:
"Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra." (Ezequiel 36:25-27).
¿Ve lo que Dios está diciendo? ¡Su Espíritu hace toda la obra en usted! Él lo limpiará y le dará un corazón nuevo. Él lo llevará a la obediencia y lo guiará a hacer lo correcto. ¡Su parte es creer que él mantendrá su palabra, con fe firme!
¿Así que, confiará sus problemas, su futuro, su vida - y sus pecados - en las manos del Dios omnipotente?
miércoles, 26 de septiembre de 2012
MEDICINA DISPONIBLE
¡Dios tiene medicina disponible para
la sanidad de las mentes atribuladas!
Hay victoria dispuesta para nosotros, sobre todas estas cosas que atribulan nuestras mentes. Está envuelto en un pacto que Dios hizo hace años con Abrahán y sus descendientes:
"Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto; Del juramento que hizo a Abrahán nuestro padre, Que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días" (Lucas 1:71-75).
El juramento de Dios a Abrahán y a sus hijos es claro como el cristal: ¡Él nos librará de todos nuestros enemigos, para que podamos vivir sin miedo - tranquilos y en reposo - todos los días de nuestras vidas!
Amados, este pacto se aplica a cada uno de nosotros que vivimos hoy. Según Pablo, todos los que han recibido a Cristo como Señor por la fe son la “simiente de Abrahán." “…Esto es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes" (Romanos 9:8). "Sabed, por tanto, que los que son de fe son hijos de Abrahán" (Gálatas 3:7).
¿Cómo podemos reclamar la promesa de este pacto? Abrahán hizo una pregunta similar al Señor, cuando él no vio ningún alivio para su dilema. Él preguntó: "¿Qué me darás, Señor, ya que yo no tengo ningún hijo?" Esta fue la respuesta de Dios: "… Yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande" (Génesis 15:1).
El Señor le dijo, "Abrahán, yo voy a darte a mí mismo - y eso es todo. Yo seré tu defensor y tu gran premio - porque Yo soy el que soy. ¡Nunca necesitarás temer a otro enemigo mientras vivas, porque yo seré tu Dios!"
El Señor nos da una promesa gloriosa como esta, en su nuevo pacto. Él dice: "… seré a ellos Dios, y ellos serán mi pueblo" (Hebreos 8:10). De hecho, desde el mismo principio de la creación, a través de toda la Escritura, oímos a Dios haciendo esta súplica a la humanidad: "¡Yo quiero ser tu Dios!"
El plan del Señor para nosotros siempre ha sido simple. Él ha dicho: "No tienes que temer ningún poder que venga contra ti. Actuaré en todo momento como tu defensor. Si confiaras en mis promesas solamente, lanzándote bajo mi cuidado por fe, seré tu omnipotente Dios. Conquistaré a todos tus enemigos y los derribaré delante de ti. ¡Serás victorioso, más que vencedor - viviendo todos tus días en paz, sin temor!"
Yo le pregunto: ¿Usted está viviendo sus días sin temor - con un espíritu tranquilo y paz mental? La mayoría de nosotros no vivimos ni una fracción de nuestro tiempo así. Entramos y salimos de nuestros momentos de paz, pero no entramos completamente en el descanso de Dios.
Si usted está atribulado, perplejo, apenado con un pecado asediante, tiene que entender: ¡Dios no está enojado con usted! Él no está queriendo disciplinarlo o juzgarlo. ¡Al contrario - él anhela infundirlo con su poder omnipotente!
Dios dice esencialmente la misma cosa en todos sus pactos: "¡Estoy buscando un pueblo que crea que yo los libraré de todos sus enemigos!" "No olvidaréis el pacto que hice con vosotros, ni temeréis a dioses ajenos; mas temed a Jehová vuestro Dios, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos" (2 Reyes 17:38-39).
En el Antiguo Testamento, esos enemigos eran las naciones paganas - los filisteos, moabitas, hititas, jebuseos, cananitas. Todos estos poderes del mal buscaron destruir al pueblo de Dios y ponerlos en esclavitud.
Hoy nuestros enemigos existen en el reino espiritual - los poderes demoníacos, las lujurias de la carne, los malos deseos. Y en el Nuevo Testamento, Dios repite su promesa a su pueblo:
"Yo seré tu Dios - y tu serás mi hijo, mi hija. De hecho, serás mi hijo desde ahora hasta la eternidad. Por lo tanto, recuerda el pacto que he hecho contigo. No temerás a ningún hombre o poder, sino sólo a mí. Te libraré de las manos de todos sus enemigos - ¡incluyendo el acoso demoníaco, lujurias adherentes, hábitos dominantes, todos los pecados que te asedian!"
martes, 25 de septiembre de 2012
LA VERDADERA MEDIDA
¡Hay una verdadera medida
para la espiritualidad!
Creo que podemos conocer nuestro verdadero estado espiritual por cuán atribulados nos volvemos por nuestros pecados más ligeros contra nuestro Señor.
Algunos cristianos se afligen sólo por lo que ellos consideran los "grandes pecados" - adulterio, el abuso de las drogas, la bebida, maldiciones. Pero la persona verdaderamente espiritual sabe que ningún pecado es pequeño a la vista de Dios. Y él se aflige cada vez que chismosea, dice un chiste sucio o tiene un prolongado pensamiento malo. ¡Él sabe que estas cosas salen de su corazón, el centro mismo de su ser!
Usted puede desobedecer a Dios en las tales "pequeñas cosas", excusándose y olvidándose de ellas. Pero si usted lo hace, nunca madurará en Cristo. ¡Su rectitud es medida por su renuencia a aceptar algo que aflige a su bendito Salvador!
No hace mucho tiempo, dije algo no muy cristiano a mi esposa. Mis palabras a ella fueron totalmente innecesarias, y caí inmediatamente bajo convicción. Supe que le había hecho mal, así que por supuesto le pedí perdón. Entonces la abrazé y le dije que la amaba.
Pero mi mente todavía estaba atribulada. Pensé, "¿Cómo pude ser capaz de algo tan poco como Jesús? Después de todo, nunca he estado tan cerca del Señor. Nunca he orado tanto como lo he hecho en el último año. Debo ser absolutamente malo para tener cosas tan crudas salir de mi corazón."
La misma cosa que odiaba, la había hecho. Y solamente no me defraudé conmigo mismo - estaba perturbado, perplejo, atribulado de espíritu. Fui a mi lugar de oración y caí ante el Señor, clamando por la sangre de Cristo que me limpiara.
En ese momento, el enemigo me susurró, "Ese pequeño resbalón no fue gran cosa. Era una cosa tan pequeña." Pero el Espíritu Santo vino inmediatamente a mi corazón para refutar la voz del diablo. Él me tranquilizó, "Israel, el mismo hecho de que estás afligido por este pecado es una prueba de que estoy trabajando en ti. ¡Mientras más te aflijas incluso por la trasgresión más pequeña contra mi amor, estás más cerca de conseguir la victoria!"
Porque continuamos luchando contra el pecado, sin embargo, las palabras de Pablo en Romanos pueden parecer no tener ningún sentido. Él escribe:
"…que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual sois entregados; Y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia. Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte...” (Romanos 6:17-18, 22-23).
¿Libres del pecado? ¿Siervos de justicia o rectitud, produciendo el fruto santo? ¡Tiene que estar bromeando! Cuando leemos esto, tenemos que admitir honestamente, "No estoy muerto al pecado. No he sido verdaderamente libertado. Todavía estoy bajo el poder engañoso de un pecado oculto - y eso me atribula. Si la paga del pecado es la muerte, entonces ¿qué esperanza hay para mí?"
Aquí están dos mensajes compendiados de cristianos sinceros que han luchado terriblemente con grandes esclavitudes. La primera viene de un joven:
"Constantemente soy tentado por el pecado sexual, y siempre cedo. Amo a Jesús con todo mi corazón, pero siento que la presencia de Dios se desliza fuera de mi vida. Aunque le amo, regreso a mi lujuria. Aunque odio hacerlo. Lloro como un bebé mientras estoy participando en él, pidiéndole a Dios que me ayude a no hacerlo. Pero continúo haciéndolo.
"Confío en Dios para liberarme, como Pablo dice en Romanos 7. Amo a Dios con todo mi corazón. Sin embargo sé que estoy equivocado, y me siento desvalido para cambiar. A veces me siento bien, pero en otros momentos me siento como que están cerniéndome como el trigo. Me siento como un Judas que ha traicionado a mi Señor. A veces pienso que el suicidio es la única salida.
La segunda carta viene de una mujer casada involucrada en adulterio con un hombre casado:
"Oro por liberación, arrepentimiento, y fuerzas. Prometo ser fuerte contra la tentación la próxima vez que venga. Pero cuando lo veo [a mi amante], caigo de nuevo en lo mismo. Viví una vida moralmente limpia durante años; nunca pensé que sería capaz de algo así. Pero ahora he entrado en el infierno, y no sé cómo detenerlo.
"Cuando leo sus predicas, caigo bajo convicción. He orado y he intentado expulsar cualquier demonio que pudo haber entrado debido a mi pecado. Pero me siento tan condenada. Mi mente corre por todas las Escrituras que hablan contra lo que estoy haciendo. Me siento como reprobada. Estoy llena de culpa, miedo, pánico, aversión. Me siento tan sola, aislada y separada de Dios."
Recibo muchos mensajes como éstos - los lamentos por ayuda de mentes atribuladas por un pecado asediante. Aún debo decir a todos los que aman a Jesús quienes sufren tal tumulto: ¡Esa preocupación, ese lamento interno - esa batalla en tu mente - es la obra del Espíritu Santo!
Dios nos envió su Espíritu para emprender la guerra contra nuestra carne y sus deseos y lujurias. Así que, si usted no está atribulado cuando falla - si puede continuar con su pecado sin sentido de culpa, dolor o pesar - entonces el Espíritu Santo no está en usted haciendo la guerra.
Sin embargo, si usted está bajo convicción aún por la trasgresión más ligera, está cerca de la verdadera victoria. ¡Él está ganando la batalla en su corazón al producir un dolor piadoso que lo lleva al verdadero arrepentimiento!
viernes, 21 de septiembre de 2012
CRISTIANOS QUE FRACASAN
Muchos cristianos tienen mentes atribuladas porque
están perplejos por su pecaminosidad, debilidad
y fracasos morales
Hay muchas voces en el mundo actual analizando por qué las personas están tan perplejas y atribuladas. Pero éstos cuentan no más que un Babel de razones confusas. El hecho es que, ningún verdadero amante de Jesucristo va a estar atribulado por la posible pérdida de cosas materiales. ¡Más bien, él va a estar plagado por problemas en el reino espiritual!
Pablo sabía la verdadera causa de nuestras perplejidades y dolores. Él se refiere al asunto en Romanos 7: "Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago,... Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago" (Romanos 7:15, 19).
El apóstol está diciendo, "La misma cosa que no quiero hacer, termino haciendo. ¡Pero lo único que me gustaría hacer, en obediencia a Dios, no puedo encontrar en mí mismo lograrlo!"
Pablo está hablando aquí por miles de creyentes sinceros. Están atribulados porque simplemente no pueden encontrar la victoria sobre el pecado. Quieren hacer lo correcto - vivir santos y puros ante el Señor. Odian el pecado que tan fácilmente los tienta y rompe su comunión con Cristo. ¡Sin embargo, siguen retrocediendo a él!
¡Terminan apenados, atribulados y cansados, llorando, "¡Oh, qué infeliz soy! No quiero hacer esto más. ¡Pero no tengo fuerzas para resistirlo! ¿Por qué soy tan débil? ¿Y cuánto tiempo tengo que soportar esta lucha? ¿Pasaré mi vida entera llorando un río de lágrimas, confesando y arrepintiéndome y regresando luego a mi pecado?"
Tales amantes de Jesús no están angustiados por una caída económica o la crisis mundial tanto como por sus fracasos de la semana pasada. Pensaron que habían conquistado su pecado asediante, pero de repente regresó a ellos con poder renovado. Ahora se afligen por haber herido de nuevo a su Señor. Y se preocupan, "¿Por qué fallo tan a menudo, cuando todo lo que quiero hacer es agradar a Jesús?
jueves, 20 de septiembre de 2012
ID Y PREDICAD EL EVANGELIO!
"Id y predicad el evangelio" fue la gran comisión del Señor a sus discípulos, que muchos creyentes han tomado como simple eslogan. Mientras que pocos lo han tomado como motor de sus vidas.
Estás cumpliendo con este llamado de hacer discípulos a todas las naciones? Hoy la Iglesia grita en congresos a puertas cerradas que "Talara será para Cristo, el Perú será para Cristo" y lo único que está ocurriendo es que ni ellos mismos son de Cristo. Viven sus vidas acomodados a los deleites del mundo, tanto así, que los han llevado a sus reuniones "cristianas".
La música del mundo, los bailes y coreografías, los teatros y demás expresiones se han vuelto las armas para predicar, esto hace de la iglesia un mero club sin poder. Vemos en la palabra de Dios que al Señor le agradó salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
La predicación es lo que menos valor le dan hoy los creyentes en sus vidas, quieren ser estrellas para brillar con luz propia, pero temer predicar la verdad. Saben que si hablan la verdad del Evangelio tendrán que padecer como el Señor y sus discípulos verdaderos que hasta hoy son vituperados por causa de la Palabra y del testimonio de Jesús.
Nosotros hemos creído el anuncio, y acudido al llamado por nuestra ciudad, no podemos soñar con las naciones si no comenzamos a predicar a nuestra ciudad. Muchos a duras penas comparten a los que están mas cerca (familiares, amigos, compañeros de trabajo). El Señor dijo que si lo confesamos delante de los hombres el también no confesará delante de sus ángeles. No seas cobarde hermano y anuncia las virtudes del Señor, para esto fuimos llamados!
Estamos en tiempos donde el amor se enfría y la maldad se multiplica, las calles están llenas de almas que no conocen su final, muchos de estos gimen por libertad, necesitan una palabra de vida. Esa palabra es lo que el Señor ha puesto en nuestras bocas, como creerán si nadie les predica? El Señor nos esta llamando hacia fuera, nos esta llamando a libertar a los oprimidos! Les espero los martes y jueves a las 8:00pm en el Centro Cívico de Talara!
miércoles, 19 de septiembre de 2012
UNA MENTE ATRIBULADA
Una mente atribulada es la que padece de un continuo descontento. Está presionada, perturbada, inquieta, sin calma ni descanso. Se preocupa por el futuro y el pasado así como por las circunstancias presentes. ¡Y estoy convencido que hay más mentes atribuladas hoy que en cualquier generación pasada!
Nosotros que vivimos en la ciudad de Talara vemos evidencia de esto a diario. Si usted se para fuera de las peñas y bares y mira a las personas que salen de los espectáculos, raramente ve una sonrisa en la cara de cualquiera. ¡Estas personas pagaron para encontrar un alivio temporal de sus cargas - pero salen con una carga más pesada que cuando entraron!
Aparentemente muchos amadores de Jesús están tan atribulados como las masas de incrédulos. Veo evidencia de esto en algunos de los mensajes por chat que recibe nuestro ministerio. Un sin número de creyentes permanecen despiertos por la noche, atribulados y afligidos. Van a la iglesia esperando experimentar algún tipo de alivio de sus cargas. Pero una vez salen del servicio, sus problemas regresan.
¿Por qué tantas personas hoy tienen sus mentes atribuladas? Permítame compartir en el transcurso de la semana con usted algunas de las razones que el Espíritu Santo me ha mostrado.
martes, 18 de septiembre de 2012
LA FIRMEZA DEL CREYENTE - HNO. JOSÉ
lunes, 17 de septiembre de 2012
DESPUÉS DEL ACCIDENTE - PS. ISRAEL GRUPP
viernes, 14 de septiembre de 2012
LA LEPRA DEL PECADO - HNO. JOSÉ FERNANDEZ
EL PASTOR ADORANDO AL SEÑOR CON REBECA Y JONATHAN
jueves, 13 de septiembre de 2012
LOS QUE RESISTEN A DIOS - PS. ISRAEL GRUPP
COMPARTIENDO LA PALABRA - HNO. JOSÉ FERNANDEZ
miércoles, 12 de septiembre de 2012
EL AMOR DE CRISTO - HNO. JOEL TRELLES
martes, 11 de septiembre de 2012
USTEDES LE CONOCEN - HNA. GRISELLE
NOCHES DE CAMPAÑA!
Agradezco a mis hermanos y amigos de la Iglesia de Dios "La verdad os hará libres" por su invitación a participar en esta campaña, donde nuestro Señor se glorifico, una noche de gozo con la participación del ministerio de alabanza "Getsemani", la Hna. Elsa Benavides desde Ecuador. Estamos siempre dispuestos para predicar la buenas nuevas del Evangelio. Maranatha! Cristo viene! Hoy es el ultimo día de tres noches de campaña, con otros siervos de Dios invitados también.
viernes, 7 de septiembre de 2012
¿A QUIEN CREEMOS? PARTE 2
Amados, paso muchas horas encerrado con Dios, y el Espíritu Santo me asegura continuamente que no estoy equivocado acerca de los avisos. Con el tiempo, el juicio cayó sobre Israel, con todos los detalles mencionados por Jeremías. No obstante, el profeta no se jactó, ni dijo que el juicio de Dios era una forma de validar su ministerio. Al contrario, Jeremías estaba lleno de pesar al observar como sus palabras proféticas se cumplían.
Siento el mismo fuego en mi alma que sintió Jeremías. Y estoy más que convencido que el mundo será lanzado en una devastadora depresión económica. No importa cuán alto suba la bolsa de valores, no importa cuántas veces se recupere, Estados Unidos aún está al borde de un tremendo choque. ¡Dios ha puesto su rostro contra esta nación por su derramamiento de sangre y su arrogancia contra su nombre, y su juicio vendrá! Las naciones del mundo verán la mano de Dios sobre los soberbios.
Más sin embargo, le doy gracias a Dios por todas las promesas que él nos ha dado en su palabra acerca de su protección y bendición para su pueblo en medio y a través de todas las tormentas. Conocerás el plan que Dios tiene para su pueblo para el tiempo de esta depresión económica.
El pueblo de Dios que ora no tiene nada que temer. Ni debemos preocuparnos ni agitarnos. Nuestro Padre celestial tiene todo bajo control. A pesar de ver sus juicios sobre las naciones, me regocijo porque sé lo que el Señor ha prometido en su palabra. ¡Dios sea alabado!
Adjunto algunas promesas de protección para tu vida. Pues el justo por la fe vivirá!
Salmo 12:5-7
”Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Jehová; pondré en salvo al que por ello suspira. Las palabras de Jehová, son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. Tú, Jehová, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre.”
Salmo 16:7-9
”Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente.”
Salmo 17:7-8
”Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas.”
Salmo 18:19
”Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.”
Salmo 20:6-9
”Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquellos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen; mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. Salva, Jehová: que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.”
Salmo 22:4-5
”En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados.”
Salmo 27:5
”Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto.”
jueves, 6 de septiembre de 2012
¿A QUIEN CREEMOS? PARTE 1
Un hombre cristiano con toda sinceridad me hizo la siguiente pregunta recientemente por medio del chat de facebook: “¿A quién creeremos? A través de los años he leído obras de ministros que estaban convencidos que el fin se acercaba. No obstante, se han equivocado una y otra vez. Hoy me doy cuenta que sólo estaban tratando de vender un libro. Pero otros creían sinceramente que Dios les estaba diciendo que el fin estaba sobre nosotros.
“Así que, “¿a quién creeremos? Yo presentí que el final estaba cerca en 2000. Pero si hubiese sacado las inversiones de mi familia en ese tiempo, hubiésemos perdido grandes oportunidades. “Piensa usted que el mundo se encuentra en la misma crisis que en los ’80? O, ¿continuaremos hacia delante por muchos años, posiblemente décadas?
“Presiento que usted es una de las voces santas. Por eso leo con interés cada uno de sus mensajes. Le escribo ahora para hacerle la siguiente pregunta: ¿Cómo sabemos que éste es el fin?
“Ahora mismo, muchas personas están basando las decisiones más serias de sus vidas acerca de su relación con Dios. Y yo también. Estoy dando más consideración a este tema de la crisis venidera, por lo que yo creo de su caminar con el Señor.
“Yo creo que las directivas que Dios le da a sus hijos deben ser muy similares. En otras palabras, si vamos a entrar en un tiempo de caos, con el desplomo del mercado, escasez de comida y medicina, seguramente que Dios querrá que todos sus hijos tengan el mismo conocimiento acerca de este acontecimiento. Él nos puede dirigir individualmente a tomar varias determinaciones, pero todos debemos tener el mismo conocimiento acerca de estos temas de mayor importancia. “¿Por qué no es así? Y, “¿cómo sabremos cuando Dios le está hablando a su pueblo?
“Sé que estoy pidiendo demasiadas explicaciones. Oro por cada uno de nosotros durante este tiempo, que estemos en la voluntad de Dios.”
Nunca me he creído profeta. En efecto, tiemblo ante el Señor cuando escucho que muchos creyentes maravillosos como este hombre ponen gran estima en lo que yo escribo y predico. En mis años de ministerio, (ahora tengo treinta y un años de edad), me he esforzado por basar todo lo que digo en un tono profético y no sobre una visión o una voz.
Aún así, a veces he estado completamente quebrantado ante Dios acerca de estas cosas, clamando a él a toda voz: “Oh Señor, he estado predicando que el juicio está a las puertas por siete años. He escrito mensajes por internet y he dado advertencias acerca de una crisis económica por años. Sin embargo, observo que sucede lo contrario. Veo como el mundo prospera y sigue su camino alegremente. El aborto esta dejando sus estragos en la sociedad. Estamos resbalando dentro de un foso de suciedad increíble y te estamos sacando de toda institución. “¿Hasta cuándo, Señor?”
Siento como si estuviera haciendo el mismo clamor frustrante que Jeremías levantó ante Dios. Él también pasó años fielmente profetizando eventos que no parecían cumplirse. Él clamó: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.” (Jeremías 20:7-8).
Pero Jeremías no podía dejar de avisar al pueblo de Dios. Aunque sus profecías no parecían tener fundamento, él seguía profetizando. Él escribió: “Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.” (Jeremías 20:9).
miércoles, 5 de septiembre de 2012
ATREVETE A CREER
¡Atrévete a creer las cosas increíblemente
Muchos cristianos entran a la presencia de Dios todos los días
anticipando ser reprobados por él. Como debe afligir esto a nuestro
Señor. Cuándo estamos en oración, debemos estar preparados para oír una
palabra buena de nuestro padre amoroso. Pero muchos creyentes raramente
lo están. Viví de esa manera por años. Cada vez que entraba mi
habitación de oración, yo esperaba oír un reproche del Señor. Gracias a
Dios, él me ha enseñado una mejor manera.
Por otro lado, hay denominaciones que evitan cualquier mención de un reproche santo. Mencionan muy poco acerca del pecado, porque ellos quieren predicar sólo los mensajes positivos y optimistas. En el proceso, ellos ignoran todas las reprensiones de convicción, que dan vida, que habló Cristo y sus escritores del Nuevo Testamento. Tales iglesias dicen predicar un evangelio del amor, la misericordia y la gracia. Pero tristemente, abusan la gracia de Dios, tomándola como una licencia para pecar.
Estoy consciente que no escribo este mensaje a esa clase de gente. Al contrario, me dirijo a cristianos vencedores, quienes evitan el pecado como una manera de amar al Señor. Hablo a los que disfrutan de la intimidad con Cristo, porque ellos tienen hambre y sed por él constantemente. Si esto te describe, y estas abatido y deprimido, por favor reconoce que no estás pasando esto porque eres ligero con el pecado. ¡Esta sucediendo porque estás bajo ataque por amar a Jesús!
Te aseguro — todos los que esperan en el Señor recibirán sus promesas gloriosas:
“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera” (Isaías 64:4).
“Como está escrito; Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni ha entrado en el corazón de hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu: Porque el Espíritu examina todas las cosas, sí, las cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:9-10). Veamos más de cerca dos frases del pasaje en Corintios:
Por otro lado, hay denominaciones que evitan cualquier mención de un reproche santo. Mencionan muy poco acerca del pecado, porque ellos quieren predicar sólo los mensajes positivos y optimistas. En el proceso, ellos ignoran todas las reprensiones de convicción, que dan vida, que habló Cristo y sus escritores del Nuevo Testamento. Tales iglesias dicen predicar un evangelio del amor, la misericordia y la gracia. Pero tristemente, abusan la gracia de Dios, tomándola como una licencia para pecar.
Estoy consciente que no escribo este mensaje a esa clase de gente. Al contrario, me dirijo a cristianos vencedores, quienes evitan el pecado como una manera de amar al Señor. Hablo a los que disfrutan de la intimidad con Cristo, porque ellos tienen hambre y sed por él constantemente. Si esto te describe, y estas abatido y deprimido, por favor reconoce que no estás pasando esto porque eres ligero con el pecado. ¡Esta sucediendo porque estás bajo ataque por amar a Jesús!
Te aseguro — todos los que esperan en el Señor recibirán sus promesas gloriosas:
“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera” (Isaías 64:4).
“Como está escrito; Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni ha entrado en el corazón de hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu: Porque el Espíritu examina todas las cosas, sí, las cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:9-10). Veamos más de cerca dos frases del pasaje en Corintios:
- “…las cosas que Dios ha preparado para los que le aman” (verso 9). Satanás puede atacarte, con una inundación de mentiras y palabras desalentadoras. Pero si simplemente esperas en el Señor, su Espíritu vendrá a tí en medio del ataque, y expulsará todas las mentiras del diablo. ¿Cómo? ¡Él te dará una revelación de todas las cosas buenas que Dios ha preparado para tí porque tú le amas! Nuestro Señor tiene un plan maravilloso para cada uno de sus hijos que le ama. Y ningún ataque satánico podrá alterar jamás esos planes contra sus hijos. Dios sabe las penas, luchas y aflicciones que enfrentamos hoy. Pero él también sabe las cosas gloriosas, que él ha trazado para nosotros. Él sabe la revelación que recibiremos, la utilidad que gozaremos, el fruto que veremos, el gozo y la paz que poseeremos. ¡Él tiene una “palabra buena” para todo aquel que le ama!
- “… Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu …” (verso 10). El Señor desea mostrarnos su “palabra buena” acerca de lo que él ha preparado para nosotros. Y su Espíritu es el mensajero que trae esa palabra buena. ¡El Espíritu Santo dará alas a nuestro espíritu decaído, con la revelación de Dios para nosotros — y volaremos como águilas saliendo de las trampas de Satanás!
“¿No has sabido? ¿No has oído, que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:28-31).
Esa es la obra del Espíritu Santo — alentarnos. Nuestro trabajo es simplemente confiar que él cumplirá lo que el Padre le ha mandado a hacer.
Ve a tu habitación secreta ahora mismo, aún en tu estado desalentado, y calla ante el Señor. Aunque no tengas las fuerzas suficientes para hablar, lo puedes alcanzar en espíritu. Díle a él esta oración:
“Señor, yo sé que tu Espíritu habita en mí. Y yo sé que lo mandaste para alentarme, reforzarme y revelarme la mente de Cristo. Así que Espíritu Santo, acudo ahora mismo a tí, en fe sencilla e infantíl. Habla a mi corazón palabras de consuelo. No me quedan más fuerzas. Tendrás que levantarme y dirigirme.”
El Espíritu de Cristo no permitirá que seas engañado. Él te mostrará las cosas buenas que Dios tiene por delante para ti. ¡Pero debes atreverte a creer que él te hablará!
No vas a desmayar. Vas a salir de tu prueba más victorioso, porque tu fe se habrá probado y tratada como oro. ¡Y verás que el Señor cumplirá cada promesa que él te ha hecho!
martes, 4 de septiembre de 2012
LO PRIMERO QUE HACE EL ESPIRITU SANTO
Lo primero que el Espíritu hace cuando Él viene es
¡Exponer todas las mentiras de Satanás!
“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho” (Juan 14:26).
Recuerdo experimentar cierto ataque fuerte de desánimo, en cierto punto en mi vida. Aconteció cuando estaba lo más cerca de Jesús que cualquier otro momento. Era diligente en mi vida de oración, derramando mi corazón diariamente al Señor. Y pasaba horas escudriñando su palabra, devorando ambos Testamentos. Disfrutaba de dulce comunión con el Señor y vi muchas de mis oraciones contestadas. Hasta donde yo sabía, estaba en la voluntad perfecta de Dios, haciendo todo lo que él me decía.
Pero una mañana, mientras preparaba un mensaje para la semana siguiente (enseñanza), algo vino a mí. Fui abrumado por una desesperación intensa. Vino de la nada, deprimiéndome fuertemente. Y aconteció por ninguna razón aparente.
No importó cuánto hacia, no podía sacudirlo. Conforme estaba sentado en la mesa con mi Biblia abierta, traté de seguir trabajando en el mensaje. No podía llegar a ningún lado. De repente fui bombardeado con dudas, acerca de mi habilidad de tener un mensaje verdadero del Señor. Mi mente se inundó con pensamientos horribles que me dijeron, “Tú no puedes entender lo que escribió Pablo. Tú no entiendes el concepto del ‘hombre viejo’ y ‘hombre nuevo’. Tú no has comprendido ‘morir al pecado’ cuando el pecado existe todavía. ¿Cómo te atreves a presumir que puedes predicar la santa Palabra de Dios?”
Me senté allí por tres horas, determinado a excavar un mensaje. Pero nada venía. Por mitad de la mañana, todas las palabras en las páginas de mi Biblia parecían unirse. Mi mente estaba confusa, y mi espíritu estaba entorpecido, incapaz de oír algo del Señor.
Me hundí más en la desesperación, pensando, “Soy totalmente ignorante a la palabra de Dios. Pero seguí produciendo sermón tras sermón, semana tras semana. Realmente, no estoy sirviendo a nadie. Después de todos estos años, todavía no entiendo la Biblia. ¡Mi luz se ha pagado!” Así me sentí por un breve tiempo.
Estaba convencido que no tenía nada que dar a la gente en nuestra iglesia. Cerré la Biblia y salí de mi habitación.
Mientras caminaba alrededor de la casa, mi desánimo sólo aumentó. Traté de averiguar por qué vino a mí en primer lugar, pero no tuve ninguna clave. Yo no tenía ningún problema financiero. No había crisis en la familia. Me sentía bien físicamente. Y no tenía pecado conocido. No tenía una sola razón para sentirme de esta manera.
Finalmente, entré a mi habitación de oración y me senté en el piso. Ni siquiera podía expresar una sola palabra al Señor. Pero, pude gritar desde mi espíritu: “Señor, no sé que hacer. Me siento tan deprimido que no puedo alcanzarte. Mas aun yo sé que nunca te he amado más que ahora mismo. ¿Por qué acontece esto? Por favor, Dios —ayúdame.”
Cuándo el diablo viene con su espíritu de desánimo, él te bombardea con una mentira tras otra. Él te miente acerca de tu matrimonio, tu familia, tus amistades, tu llamamiento, tu caminar con el Señor. Entonces él comienza a traer a tu mente cada pecado, fracaso y cosa insensata que hayas hecho. Antes que él termine, estas llorando, “ ¡Oh, Dios —jamás venceré!”
Esto es exactamente lo que el diablo me hizo a mí. Mientras oraba, soporté su bombardeo de mentiras infernales por casi media hora. Fue cuando la voz suave y apacible de Dios penetró a mi espíritu. Él habló a mí palabras llenas de amor y compasión: “Israel, eres grandemente amado. No te preocupes-mi mano está sobre ti. Estas bajo un ataque severo, pero no tienes por qué temer. No necesitas ningún esfuerzo propio para esta batalla. Tengo todo lo que necesitas.”
Lo primero que el Espíritu Santo hace en tales ocasiones, es traer a su recuerdo todas las promesas preciosas de Jesús. Y así hizo conmigo. Él inundó mi alma con docenas de promesas que sabía de la palabra de Dios. Y él me aseguró, “Tú vida no ha terminado. Tú no lo sabes, pero apenas has comenzado. Lo mejor esta todavía delante de ti.”
Mi espíritu se elevo dentro de mí. Cuándo me paré yo pensé, “¿por qué aguanté todo este desánimo? ¡Esto no es de mi Señor!”
Esa es la obra del Espíritu Santo. ¡Él deshace las mentiras del enemigo y trae el ánimo de lo alto!
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