¿A quién culpamos por la pérdida de nuestros hijos?
Todas estas influencias que he mencionado en el mensaje anterior juegan parte en la desintegración de nuestra juventud. Pero ni las escuelas, cultura, medios de comunicación, música malévola ni las iglesias descarriadas están ocasionando esta ruina por si solas. La verdad es, la responsabilidad por esta generación de jóvenes descansa primordialmente en los padres. El hogar es donde las raíces de rebelión y maldad son sembradas.
Tengo que preguntar a los padres: ¿Sabes dónde están tus hijos mientras tu vas de un lado a otro buscando una bendición? ¿Estas perdiendo a tus hijos en el proceso? Puedes testificar que Dios te ha cambiado y reanimado-pero si tu hogar esta desordenado, con tus hijos mostrando señales de rebeldía, no has alcanzado lo mejor de Dios.
El toque fresco de Dios, ¿te ha dado una carga renovada por tus hijos? Si no es así, ¿cómo puedes sentarte en la casa de Dios egoístamente disfrutando Su presencia y luego regresas a tu casa sin preocuparte por las tinieblas en tu casa?
Por favor no me mal interprete-no estoy menospreciando las reuniones de avivamiento o manifestaciones divinas. He experimentado despertar espirituales genuinos y el mover del Espíritu Santo. Como ministro del evangelio, reconozco que el Espíritu se manifiesta en nuestra carne para romper nuestro orgullo, exponer nuestra apatía espiritual y renovar nuestro espíritu. Tampoco estoy culpando a los padres por toda la rebelión juvenil. Existen otras causas por su mundanalidad.
Ahora déjame darte una definición de un avivamiento verdadero: Sucede cuando las paredes y las puertas que guardan la casa de Dios son restauradas. Y esas paredes incluyen las puertas de cada hogar cristiano. Lo explicare en los próximos mensajes.
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