El salmista revela el glorioso secreto para disfrutar de una vida plena de gozo: "Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andar, oh Señor, a la luz de tu rostro" (Salmo 89:15). El significado de este versículo en hebreo sugiere : "aquellos que tienen una revelación de la aclamación, despertarán cada día con paz, valor y felicidad. Junto con el sol de la mañana, sus vidas serán llenas de gozo."
El salmista nos está diciendo en pocas palabras, "Hay una determinada aclamación, de significado tan poderoso, que llega a ser el fundamento de una vida victoriosa. Si Ud. la conoce y comprende, será transformado de gloria en gloria."
"Quienes conocen el significado de la aclamación empiezan a sentirse así mismos seguros y sin miedo. Caminan a través de la vida con un cada vez creciente sentido de seguridad. Están en condiciones de superar la depresión, aún cuando están siendo cernidos por Satanás. Sus corazones están firmes y en reposo, debido a que el Espíritu Santo les ha revelado el significado que está detrás de la aclamación."
Entonces ¿Qué es esta aclamación gozosa?
Isaías escribe: "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mi, porque me ungió el Señor; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad del Señor..." (Isaías 61:1,2).
Estamos familiarizados con este pasaje, que lo conocemos como una proclamación de la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado. No obstante Isaías est usando aquí el lenguaje propio del Jubileo. El está diciendo. "Hagamos resonar las trompetas - anunciando el año pleno de alegrías y gozo, de libertad que nuestro Salvador nos ha dado!"
Este pasaje también se refiere a la escena de la ascensión de Cristo en Su gloria. El padre celestial - después de la contemplación del sufrimiento atroz de su unignito hijo - preparó para Jesús una gloriosa entrada en el cielo. De cierto Cristo en su ascensión fue escoltado por una corte de ángeles y multitudes de carros.
"Los carros de Dios se cuentan por veintena de millares de millares, el Señor viene del Sinía a su Santuario. Subiste a lo alto..." (Salmo 68:17,18).
Nuestras mentes finitas no pueden concebir la gloria de este evento. La llegada de Cristo a la ciudad eterna de Dios cabalgando en su caballo blanco y escoltado por una enorme procesión. Tan pronto como El entró las trompetas empezaron a sonar. "Subió Dios con júbilo, el Señor con sonido de trompeta" (Salmo 47:5).
Esta fue la aclamación - las trompetas resonando, anunciando el año de Jubileo de los creyentes. !Este sonido proclamó a todos los seres humanos" He hecho provisión para ti - sal de la prisión, sea tu familia restaurada y ten cada cosa que tu necesitas para satisfacer tu vida. Estás libre para vivir sin temor de ningún enemigo. Entra, ahora, en mi gozo!"
Pablo escribe de la ascensión de Cristo: "Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Colocenses 2:15). Eso es correcto, detrás de la procesión de nuestro Señor estaba tambaleándose el príncipe de las tinieblas, atado con cadenas. Y detrás del demonio derrotado - debajo de las ruedas de los carros celestiales - estaban todos los poderes de las tinieblas, atados y vencidos. Fueron exhibidos plenamente avergonzados en presencia de todos los que murieron antes de la cruz."
"Y Jesús entró por las puertas llevando en sus manos un cetro de justicia - la "vara de hierro" con la que gobierna todas las naciones. Entonces, después de su entrada triunfal, tomó su lugar a la mano derecha del trono, en posesión total de todo poder, autoridad y dominio.
Que gloriosa revelación! Satanás no está en control. El comunismo no está en control. El ateísmo no está en control. NO. Los enemigos de Cristo, solamente existen bajo su permiso. Y ahora mismo ellos solo continúan llenando sus copas de iniquidad. Jesús tiene el control de todas las cosas - y un día, cuando él esté listo, "los quebrantará con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzar" (Salmo 2:9).
Amado, nuestra comprensión de la victoria de Cristo sobre Satanás y el dominio del pecado, no puede ser una vaga y confusa teología. Debemos conocer y entender la aclamación! Satanás está totalmente derrotado, no puede mantenernos prisioneros. Y Cristo nos ha libertado de toda esclavitud con su sangre. Ahora El está sentado en su trono con todo el poder y autoridad - ofreciéndonos paz, gozo y libertad!
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