¡Este mensaje no es para condenarlo sino para despertarlo!
Cada uno de nosotros podemos pedir en fe por más del Espíritu Santo. Podemos pedirle que nos de su carga, llore en nosotros, nos dirija, hable a nosotros y por nosotros. ¡El está esperando dirigirnos para revelarnos los caminos del Padre!
Nuestro círculo de influencia puede que no sea ni China ni frica. Para muchos cristianos, el trabajo de la eternidad se centrará en la familia, los amigos y colegas de trabajo. Pero los requisitos son siempre los mismos: para alcanzar al perdido, tenemos que pedir que el Señor se mueva en ellos con convicción y que prepare nuestros corazones con una palabra oportuna.
Si todos los que leen este mensaje permitieran que el Espíritu Santo haga esta palabra verdadera en ellos -- buscarlo para obtener su carga y dirección -- no es posible expresar el tipo de cosecha que el Espíritu pueda traer. ¡La verdad es, los trabajos más grandes por la eternidad no se hacen en cruzadas en masa, sino con un santo que alcanza una alma perdida. Pero esto sólo sucede cuando cada santo obtiene la carga del Señor!
Ofrézcase al Espíritu Santo ahora mismo. Búsquelo ayune y ore. Pídale que lo dirija a aquellos que él ha convencido y preparado para oír su palabra. Entonces confíe en su dirección y su poder para obrar lo milagroso. ¡Él lo hará! ¡Dios quiere salvar a muchos en su familia y en su círculo de amigos y conocidos!
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