!Según la Biblia, el cazador es el diablo mismo!
Satanás está absolutamente resuelto a destruír a todo creyente que camina en santidad y entrega total a Jesucristo. Ciertamente, el diablo sabe donde vives y trabajas--todo camino que tomas, cada paso. Y él sigue tus salidas y entradas.
Por favor entiende--Satanás no es omnipresente. Él no puede estar en todos los lugares a la vez. Ni tampoco sabe o conoce todas las cosas; o si no fuera Dios. Pero él tiene a su disposición multitudes de seres demoníacos, principados y potestades de las tinieblas. Y estos trabajadores malignos te persiguen. ¡Andan como cazadores, tendiendo redes para atraparte--trampas escondidas, astutas y diabólicas!
El salmista escribe:
“Guárdame, oh Jehová, de manos del impío; líbrame de hombres injuriosos, que han pensado trastornar mis pasos. Me ha escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos.” (Sal. 140:4-5).
“…En el camino en que andaba, me escondieron lazo.” (Sal. 142:3).
“Me pusieron lazo los impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos.” (Sal. 119:110).
La Biblia lo dice claro: ¡los poderes demoníacos están trabajando tendiéndoles trampas a los cristianos!
Sin embargo, Satanás no limita su trabajo de cazadores a principados malignos. Él también usa personas malignas para tender sus trampas diabólicas: “Me pusieron lazo los impíos…” (Sal. 119:110).
Es cierto--Satanás tiene un ejército de los cazadores más astutos y preparados en la tierra. Él usa hombres adulteros para seducir mujeres inocentes. Y él usa vendedores de pornografía para tentar y atrapar generaciones de hombres con inmundicia que sobrepasa descripción.
Sin embargo, lo más trágico de todo es esta triste verdad: ¡Satanás recluta cristianos que están espiritualmente ciegos para que le pongan las trampas al pueblo de Dios! Es cierto--el diablo usa creyentes como cazadores, cazadores de aves. Existen muchos cristianos de corazón endurecido, envidiosos que ansiosamente traman para arruinar y destruir hombres y mujeres de Dios justos y santos. ¡Se deleitan en vengarse--en tratar de atrapar aquéllos que desprecian!
Las Escrituras nos dicen que ciertas personas de Dios tramaron contra Jeremías: “…porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos” (Jer. 18:22).
Está claro en el contexto del pasaje que Jeremías se refería al pueblo de Dios: “…a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén…” (verso 11).
Él estaba diciendo: “Algunos que se llaman hijos de de Dios buscan atraparme. ¡Ellos quieren destruir el testimonio que Dios me ha dado!”
Te pregunto: ¿por cuál razón cualquiera que se llame seguidor de Jesús permite que el diablo lo use para atrapar a sus hermanos? ¿Por qué va a pasar su tiempo planeando arruinar o destruir a otro cristiano?
La Palabra de Dios nos ofrece dos razones. Las compartiremos en el transcurso de los días.
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