No comenzamos a entender cuan en serio Dios toma este
asunto de la adoración y como debemos acercarnos a él!
No es cosa ligera entrar en la casa de Dios! Si asistes a una iglesia donde la gente solo esta jugando donde el pastor da un corto sermón, ansioso por salir de eso entonces el diablo no se molesta contigo. Pero si vas a una iglesia donde la gente está enfocada en la adoración un lugar que Dios ha bendecido con la unción de su Espíritu es absolutamente peligroso entrar en su presencia ligeramente!
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehova diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado (Levítico 10:3).
El Señor le había dicho a Moisés, No será tratado como una persona ordinaria! Si vas a entrar a mi presencia, debes venir a mí santificado. Todos los que se aproximan a mi santidad deben hacerlo con mucho cuidado y seriedad a causa de mi gloria y majestad!
La Biblia avisa contra una adoración apresurada y precipitada: No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; (Eclesiastés 5:2). No debemos proferir nada en la presencia del Señor sin que nuestro corazón y nuestra alma estén en lo que decimos.
Sin embargo, qué parloteo de alabanzas derraman los cristianos tan pocas de ellas unidas al corazón! Que coro de aleluyas impensadas y canciones balbuceadas por gente cuyos pensamientos divagan como caballos salvajes. Amados, eso es tomar el nombre del Señor en vano!
Y porque no dará por inocente Jehova al que tomare su nombre en vano. (xodo 20:7).
En el Antiguo Testamento, la menor ligereza en la adoración era severamente juzgada. Dios rápidamente castigaba a aquellos que eran descuidados en acercarse a su presencia:
Dios los mató en ese momento! El estaba diciendo, en esencia, Le voy a mostrar a cada iglesia en las edades, cada futuro hijo mío, que mi pueblo debe estar santificado cuando se acercan a mí!
Después alguien dijo, Quien puede acercarse a este Dios santo? Y eso es exactamente lo que Dios quería un santo temor en los corazones del pueblo, para que no tomaran su presencia ligeramente!
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehova diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado (Levítico 10:3).
El Señor le había dicho a Moisés, No será tratado como una persona ordinaria! Si vas a entrar a mi presencia, debes venir a mí santificado. Todos los que se aproximan a mi santidad deben hacerlo con mucho cuidado y seriedad a causa de mi gloria y majestad!
La Biblia avisa contra una adoración apresurada y precipitada: No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; (Eclesiastés 5:2). No debemos proferir nada en la presencia del Señor sin que nuestro corazón y nuestra alma estén en lo que decimos.
Sin embargo, qué parloteo de alabanzas derraman los cristianos tan pocas de ellas unidas al corazón! Que coro de aleluyas impensadas y canciones balbuceadas por gente cuyos pensamientos divagan como caballos salvajes. Amados, eso es tomar el nombre del Señor en vano!
Y porque no dará por inocente Jehova al que tomare su nombre en vano. (xodo 20:7).
En el Antiguo Testamento, la menor ligereza en la adoración era severamente juzgada. Dios rápidamente castigaba a aquellos que eran descuidados en acercarse a su presencia:
- En Levítico 10, los dos hijos de Aarón, Nadab y Abi, entraron a la presencia de Dios despreocupadamente. Ellos hacían sus deberes en el templo en forma mecánica, sin asombro o respeto por las cosas de Dios. En efecto, ellos hasta pensaron que el Señor no se daría cuenta si ellos se apresuraban a su presencia ofreciendo fuego extraño. Así que se apresuraban a entrar, ansiosos por regresar a su fornicación afuera del tabernáculo: Jesús
Dios los mató en ese momento! El estaba diciendo, en esencia, Le voy a mostrar a cada iglesia en las edades, cada futuro hijo mío, que mi pueblo debe estar santificado cuando se acercan a mí!
- Uza cayó muerto cuando tomo ligeramente el arca de Dios, el cual representaba su presencia. Él pensó que no era nada extender la mano y afianzar el arca para que no se cayera. Pero Dios juzgó su falta de reverencia en el momento y Uza murió inmediatamente!
- Los Bet-semitas también se acercaron al arca sin reverencia. Bet-semes era un pueblo Levítico, donde la gente tenía un origen sacerdotal. Ellos conocían los mandatos de Dios con respeto al arca. Sin embargo, en vez de demostrar asombro y respeto por ella, solo tenían curiosidad acerca de ella.
Después alguien dijo, Quien puede acercarse a este Dios santo? Y eso es exactamente lo que Dios quería un santo temor en los corazones del pueblo, para que no tomaran su presencia ligeramente!
En muchas catedrales religiosas escucharas un silencio santo. Sin embargo, en muchas iglesias evangélicas un domingo en la mañana, solo escuchas balbuceo desde que entras. Amados, necesitamos entrar al lugar santo de Dios con un corazón reverente!
Los cristianos del primer siglo se pasaban todo el día del sábado preparándose para los servicios de adoración el domingo. Era una cosa santa para ellos entrar en la casa de Dios, y ellos se cuidaban de santificarse y purgarse ante el Seor. Ellos oraban, Oh Dios, no me permitas entrar a tu casa vagamente!
Puedes contestar, Pero este es un día de gracia. Dios no mata a los adoradores irreverentes en su presencia hoy en día. Lo cierto es, que los juicios de Dios son más grandes en la actualidad.
Adoradores descuidados ahora caen espiritualmente y es una caída hacia la muerte!
Veras, mientras más irreverencia hacia la presencia de Dios entra a tu corazón, menos reverencia practicas. Y esa irreverencia aumenta hasta que con el tiempo te acercas a la presencia de Dios en total descuido e impensadamente. Todo esto lleva a la muerte espiritual!
Pensaras que tus pensamientos están mas allá del juicio. Pero Dios mira y escucha tu corazón: Porque la palabra de Dios es y discierne los pensamientos y la intenciones del corazón. todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:12-13).
Los cristianos del primer siglo se pasaban todo el día del sábado preparándose para los servicios de adoración el domingo. Era una cosa santa para ellos entrar en la casa de Dios, y ellos se cuidaban de santificarse y purgarse ante el Seor. Ellos oraban, Oh Dios, no me permitas entrar a tu casa vagamente!
Puedes contestar, Pero este es un día de gracia. Dios no mata a los adoradores irreverentes en su presencia hoy en día. Lo cierto es, que los juicios de Dios son más grandes en la actualidad.
Adoradores descuidados ahora caen espiritualmente y es una caída hacia la muerte!
Veras, mientras más irreverencia hacia la presencia de Dios entra a tu corazón, menos reverencia practicas. Y esa irreverencia aumenta hasta que con el tiempo te acercas a la presencia de Dios en total descuido e impensadamente. Todo esto lleva a la muerte espiritual!
Pensaras que tus pensamientos están mas allá del juicio. Pero Dios mira y escucha tu corazón: Porque la palabra de Dios es y discierne los pensamientos y la intenciones del corazón. todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:12-13).
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