No todo el que está en lo que se conoce como la iglesia eclesiástica estará en la novia de Jesucristo.
No todos los que dicen: “Señor, Señor,” entrarán. Sabemos eso por las Escrituras.
Sin embargo, dentro de las iglesias eclesiásticas por todo el mundo existe cuerpo separado – un remanente santo – que será la novia de Cristo. Ahora mismo, Dios está preparando a esa novia para casarse con su Hijo. ¡Y él presentará a esa novia al novio en las bodas del Cordero!
Los creyentes que componen a esa novia pueden o no pertenecer a la iglesia organizada. Pero todos tienen algo en común: ¡Ellos tienen pasión por Jesús! Ésta es la primera característica de todos los que componen la novia de Jesús: están absolutamente enfermos de amor por su Señor. Ciertamente, ellos están marcados por su amor por él más que por su conocimiento de él.
La verdad es que la iglesia actual está siendo arruinada por una búsqueda muerta e intelectual teológica que no tiene un corazón por Cristo. Escuelas bíblicas y seminarios están repletas de maestros y estudiantes que pasan años engrosados en doctrinas, dispensaciones, errores bíblicos, arqueología, milagros, y el Jesús histórico.
Es la “inteligencia” de Jesús – sin un corazón para él – que ha producido la iglesia Laodicea de la actualidad. Somos una iglesia que tiene todo bien intelectualmente. Sabemos como suplir las necesidades de toda nuestra gente. Poseemos recursos, pensando que no necesitamos nada. Y nos sentamos pensando: “No tenemos nada mas que añadir. ¡Lo tenemos todo!”
Algunas iglesias aquí en la ciudad de Talara piensan que tienen toda necesidad cubierta. Contratan consejeros para los empleados, sicólogos, siquiatras – todo lo necesario para el cuerpo y mente humanos. Pero tal conocimiento, carente de un corazón apasionado por Jesús, sólo produce una congregación doblemente muerta.
Nunca en la historia ha habido más conocimiento mental acerca de cosas espirituales, con menos fervor por Jesús. Esta iglesia Laodicea de los últimos días, está llena de inteligencia sobre Cristo – ¡pero su corazón esta cerrado a él!
Un predicador puede pararse ante una congregación y derramar un chorro de inteligencia – conocimiento espiritual que ha acumulado del colegio bíblico, seminario o estudio personal – y todavía puede ser completamente aburrido. Sin un corazón apasionado por Cristo, ¡deja a los oyentes muertos! Si ese ministro sólo conoce a Jesús intelectualmente – si él no está enamorado de él – su conocimiento produce muerte, y falta de vida.
Ahora mismo, las masas que se sientan en la mayoría de las congregaciones por todo el mundo se están secando. Irónicamente, son alimentados por los predicadores más educados que se han parado ante un púlpito. Estos hombres han sido entrenados, y entrenados, y entrenados – ¡y sin embargo, nunca han tenido un corazón apasionado por Jesús! Les digo, la iglesia nunca tendrá un corazón de novia enamorada de Cristo mientras los corazones de los pastores estén fríos.
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