Existe mucho en la Palabra de Dios acerca
de dos lluvias dos derramamientos!
de dos lluvias dos derramamientos!
Los dos derramamientos del Espíritu son mencionados como la lluvia primera (o la temprana) y la última (o tardía):
Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. (Deut. 11:13-14).
La temporada de siembra y cosecha en Israel era exactamente lo opuesto a la nuestra. Las primeras lluvias caían desde octubre hasta el final de diciembre antes de la temporada de siembra. Estas lluvias suavizaban el terreno. Y las últimas lluvias caían de marzo hasta abril, justo antes de la cosecha. Esas lluvias maduraban la cosecha.
Es importante notar que estos dos derramamientos siempre tenían que ver con la cosecha: y recogerás tu grano (Verso 14). Y, amados, si quieres juzgar cualquier mover del Espíritu Santo para discernir si es de Dios o de la carne entonces usa este criterio: la obra del Espíritu siempre esta centrada en la cosecha de almas!
No importa que clase de manifestaciones puedas ver en cualquier avivamiento. No es un verdadero mover de Dios si no esta centrado en la cosecha! Las lluvias del Espíritu Santo siempre caen para producir una cosecha de almas.
1. Dios derramó su Espíritu en la lluvia temprana en Pentecostés para preparar la tierra. Este derramamiento ablandó la tierra para que la semilla del evangelio fuera sembrada. Sembradores llenos del Espíritu fueron enviados ese día del Aposento Alto a todo el mundo a Jerusalén, Judea, Samaria y las partes más lejanas del mundo para hacer discípulos de Jesucristo.
La iglesia ha visto casi 2,000 años de siembra y crecimiento y es tiempo de cosecha! Todos los que han muerto en Cristo hasta ahora representan los primeros frutos o la cosecha temprana. Pero Zacarías profetiza acerca de una cosecha final y esa es la razón por la cual Jesús no ha regresado. El Señor he estado esperando pacientemente por su última y más grande cosecha de la tierra!
Tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad como el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. (Santiago 5:7).
2. Zacarías 12:10 es la lluvia tardía prometida que debe preceder la cosecha final. El Señor esta esperando pacientemente hasta que su ultima lluvia sea derramada porque esta producirá la cosecha final!
Sin embargo, aquellos que estaban involucrados en ese movimiento estaban convencidos que ellos estaban experimentando el gran derramamiento final del Espíritu. Muchos dijeron, Esto es estamos viendo el cumplimiento de Zacarías 12:10! Pero el movimiento se disipo. Y otros tantos movimientos han venido y se han ido también. Por que? Es porque no estaban centrados en la cosecha!
Muchos tal llamados movimientos del Espíritu Santo desaparecieron rápidamente porque estaban centrados en el hombre centrándose en dones, bendiciones, mejoramiento personal, y felicidad. Danzando, riéndose, rugiendo, ladrando o cualquier otra manifestación atribuida al Espíritu Santo es todo carnalidad a no ser que produzca un quebrantamiento por los perdidos e inconversos. Si es verdaderamente del Espíritu, resultara en un hambre e inclinación por alcanzar a un mundo perdido y moribundo!
Jesús hizo el vinculo entre la cosecha y las almas perdidas cuando el dijo, Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. (Mateo 9:38). Cualquier verdadero derramamiento del Espíritu Santo se centrara en esta oración de Jesús. Y los pocos avivamientos documentados como genuinos todos fueron bendecidos con grandes cosechas de almas. No hay un verdadero gran avivamiento sin una gran reunión de almas perdidas!
Además, toda la gracia y ministerios del Espíritu Santo en nuestras vidas como creyentes tienen que ver con la última cosecha. Cuando el Espíritu Santo nos convence, nos consuela, nos enseña, nos santifica, nos dirige, y nos muestra las cosas por venir, todo es para prepararnos para reunir la cosecha para hacernos labradores capaces en su via!
Considera lo que sucedió como resultado de Joel 2:28. En Pentecostés, 3,000 personas fueron salvas en un día y almas fueron añadidas diariamente después! Estos creyentes luego fueron lanzados por todo el mundo para que testificaran a Cristo a los perdidos.
Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil (Isaas 32:15). Isaías esta diciendo aquí, Cuando el Espíritu Santo venga, el producirá fruto para la cosecha. Almas perdidas son ganadas en abundancia!
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