Ellos sirven a sus propias necesidades y
comodidad en vez de entregarse
a las necesidades del rebaño.
comodidad en vez de entregarse
a las necesidades del rebaño.
Ellos “…engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo…” (verso 29).
Cuando el pueblo llevaba la ofrenda de carne al sacerdote, estaba supuesto a ser echado en la caldera ardiendo para ser hervido. Después, el sacerdote entraba un tenedor de tres ganchos en la caldera, y lo que saliera con el gancho estaba destinado para su mesa.
Pero los dos hijos de Elí no querían la carne hervida y empapada. ¡Ellos querían el filete rojo y crudo! Así que le llevaban los mejores cortes a su padre. No hubo carne empapada en su mesa. Así fue como Elí se puso gordo, vago y descuidado. Si él trataba con sus hijos, ¡podía perder su filete miñón!
El profeta estaba diciendo, “Tu estas absorto en lo tuyo, Elí – ¡acomodando tu propio nido! Para ti, el ministerio no significa nada más que comida en tu mesa y seguridad para ti y tu familia. Realmente, no te importa el rebaño. Estas más interesado en lo que pones en tu mesa que en lo que entra al corazón del pueblo. Aun así ni una vez piensas como tu compromiso y egoísmo llevan reproche al nombre de Dios. Nunca consideras la gente que observa mientras tus hijos se roban la mejor carne. Eres suave con el pecado, temeroso para reprochar — ¡porque estas consumido con cosas que te hacen cómodo!”
0 comentarios:
Publicar un comentario