¿Mi Padre puede ver por lo que estoy
pasando y le importa?
pasando y le importa?
Esta es otra simple pregunta - pero creo que no es respondida honestamente por la mayoría de los cristianos.
Dios está preguntando: “¿Verdaderamente crees que veo exactamente lo que estás soportando ahora mismo?” Quizás mientras lees este mensaje, estás pasando por algo que pide que él actúe a tu favor. La naturaleza misma de tu problema demanda una respuesta.
Amado - ¿Crees que Dios controla cada movimiento, como hace un padre con su hijo pequeño? ¿Sabes en tu corazón que él interpreta cada pensamiento que viene a tu mente? ¿Crees que él trabaja - embotellando cada lágrima, oyendo cada suspiro, cubriéndote con sus alas como un Padre amante y cuidadoso?
¡Ésta es exactamente la forma como la Biblia lo describe!
“Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor... Claman los justos, y el señor oye, y los libra de todas sus angustias.” (Salmo 34:16,17).
“Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo.” (2 Crónicas 16:9).
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7).
¿Crees que Dios está absolutamente consciente de cada pensamiento, pesar, dolor, prueba, carga financiera, problema familiar - y que quiere verte sobrepasar todo esto?
El salmista nos dice: “Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen.” (Salmo 103:13).
La palabra hebrea “compadecer” aquí significa “mimar, acurrucar, amar, ser compasivo.” ¡La Escritura dice que el Señor toma en sus brazos a aquellos que le temen!
Dios pone sus brazos alrededor tuyo, acaricia tus mejillas, él te atrae hacia su pecho. Él dice: “Conozco tus pensamientos, tus preocupaciones, cada batalla que enfrentas. ¡Y te cuido!
David dijo: “Oh Señor, tú me has... conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos. Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. Por detrás y por delante me has cercado... ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si los contara, serían más que la arena; al despertar aún estoy contigo.” (Salmo 139:1-5, 17-18).
David está diciendo: “Dios conoce todo sobre mí. Ve cada movimiento, incluso mis pensamientos. Dondequiera que voy, ¡allí está él!
Piensa en esto. No importa lo que estás pasando, no importa cómo te sientes, ¡el Señor lo ve todo! Él siente los mismos sentimientos de tus enfermedades. Él conoce cada movimiento que haces - todo lo que dices y haces.
Y aún, todo el tiempo; ¡Él tiene pensamientos preciosos sobre ti! Él dice: “Mis pensamientos de ti son tan poderosos y tantos, ¡son más que la arena del mar!”
Muchos cristianos van por la vida pensando que Dios está enojado con ellos. Piensan que nunca pueden complacerlo. ¡Cuán equivocados están! David no era un hombre perfecto, pero podía decir: “¡Cuán preciosos son tus pensamientos hacia mi, Oh Dios!”
Amado santo, Dios no está molesto contigo en este momento. No - él está pensando cosas preciosas, cariñosas, amorosas acerca de ti. Conoce la forma cómo te sientes - ¡y se preocupa!
Está diciendo: “Sí, estás pasando por una gran prueba - estás siendo tentado y sacudido- ¡Pero eres mi hijo y nunca permitiré al enemigo que te tienda una trampa. ¡Voy a salvarte!”
Ahora, hay una tercera pregunta que tienes que responder, pero la veremos mañana.
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