Una noche durante un servicio de oración,
Dios me dijo algo acerca de nuestra iglesia
que no esperaba escuchar.
Dios me dijo algo acerca de nuestra iglesia
que no esperaba escuchar.
El Señor me susurró: “¡Esta iglesia necesita un tratamiento de shock! Muchos de ellos están satisfechos y cómodos. Te sientes a salvo y seguro de todos los vientos y olas de falsa doctrina que recorre por la tierra — ¡pero no estás preparado para lo que viene!”
Amados, este mensaje acerca de tener el testimonio del Espíritu operando en ti no es un pedido – ¡es un asunto de vida o muerte! ¡Si no tienes el testimonio del Espíritu Santo en estos últimos días, no vas a vencer! ¡Te entregarás al espíritu del Anticristo que viene!
Aquí te doy un ejemplo: En el plan de salud de Clinton (anterior presidente de los Estados Unidos), existía una provisión para una tarjeta de identificación de salud nacional – y con el tiempo, un sistema numérico que no se puede falsificar. Esto quizás significa una implantación en la cabeza, el brazo o en alguna otra parte del cuerpo. Nadie recibirá atención médica sin este número.
También estamos camino a una sociedad sin dinero en efectivo – primero por tarjeta de crédito, y después por una implantación láser debajo de la piel. La Comunidad Europea ya ha hecho planes para esto. Puede que estemos al mismo borde de la marca de la bestia. Y si tú no tienes discernimiento, ¡te convertirás en un cómplice a un sistema gubernamental asesino que usa tus dólares de impuestos para abortos!
¡Trágicamente, algunos cristianos no van a reconocer estos frentes del Anticristo! Por eso necesitas el testimonio del Espíritu Santo todos los que creen en el. Necesitaras hacer justo juicio acerca de políticos y lideres para que de repente no seas atrapado en el sistema del Anticristo.
¡Amado, despierta! ¡Estos es lo que Jesús estaba tratando de decirnos acerca de las vírgenes insensatas quienes salieron a comprar aceite para sus lámparas! Ellas tenían un abastecimiento del Espíritu Santo – pero ellas no tenían su testimonio en el último momento. Y si tú no has hecho provisión para tener el testimonio del Espíritu Santo funcionando en los últimos días, ¡te quedaras sin aceite en la última hora!
¡No terminas como una virgen insensata! Si te estas quedando sin aceite—confiando en tu iglesia o tu pastor para que guarde tu alma — ¡entonces arrepiéntete! ¡Humíllate y examina tu corazón! Clama a Dios para que quite de ti toda ira y amargura. Confiesa tus pecados y apártate de ellos. ¡Y depende de Dios una vez más para todo!
Consigue la paz de Dios en tu corazón, para que tengas el testimonio del Espíritu Santo. Y pídele al Padre un derramamiento mayor del Espíritu. ¡Invítale a que sea tu guía y tu testimonio en todo! No tienes que temer en estos últimos días. ¡Él esta ansioso por ser tu testigo!
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