Hace años, él me sacó por su voz de las aulas de la Universidad Nacional de Piura y fundar Ministerio Tiempo de Cosecha, ahora veo los frutos de esa voz. Su voz me ha llevado, predicando a los perdidos.
Tantas veces oí su voz tan claramente que aprendí a descansar en su palabra para mí - y siempre se cumplía.
Pero también he sabido lo que es estar confundido acerca de su voz. Ha habido muchas veces cuando oí una voz que pensé era la del Señor – pero nada venía de ella. Nunca compaginaba.
Muchos del pueblo de Dios han experimentado lo que estoy hablando. Otras voces se levantan dentro de nosotros para confundirnos - voces tan dulces y tan claras, pero con palabras que vienen a nada. A veces puedes haber pensado que el Señor estaba diciéndote de personas, eventos y circunstancias – cosas de las que estabas convencido - ¡pero no se pasaban como pensabas que las había oído!
De hecho, por una temporada, tantas cosas no se cumplieron que te desanimaste y te confundiste. Quizás entraste en un gran período de prueba acerca de la voz de Dios - ¡y te preguntaste si alguna vez conociste su voz en absoluto!
Muchos han clamado a él en oración: "¿Señor, por qué estoy teniendo tantas voces equivocadas? ¿Por qué no puedo oírte claramente? Estaba tan seguro que era tu voz - ¡pero no lo era! De hecho, a menudo las cosas han resultado lo contrario de lo que pensé que me habías dicho. Después de caminar todos estos años tan convencido, pienso que ya no conozco tu voz. ¿Qué está pasando?"
Cuando esto me pasó, el Espíritu santo cortésmente susurró a mi alma: "Israel, te he hablado, mientras me has buscado íntimamente y esperaste pacientemente que mi palabra llegara. Pero ahora, en tus 30s, ¡estás tratando de razonar las cosas! Has permitido que tu propio entendimiento tome una voz - ¡y está fingiendo ser mi voz!"
La Biblia habla claramente: "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6).
El Señor sabe que nuestro propio entendimiento es corrupto - egoísta, centrado en si mismo. No importa que hayamos nacido de nuevo y que la sangre de Cristo se haya aplicado a nuestro corazón. ¡Nuestro razonamiento permanece poco fiable!
Dios ha dicho: "Porque mis pensamientos no son tus pensamientos, ni tus caminos mis caminos, dice el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así son mis caminos más altos que tus caminos, y mis pensamientos que tus pensamientos" (Isaías 55:8-9).
Nuestro entendimiento humano es suspicaz, temeroso. Y muchas veces nuestro entendimiento se levanta y finge aún ser la voz suave y apacible del Espíritu Santo – ¡y empieza a descarriarnos!
Mañana les mostrarte algunos de los peligros de apoyarte en tu propio entendimiento.
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