Voy a hacer una declaración muy impactante, y quiero enfatizar cada palabra: ¡Realmente no conozco a Dios! Eso es que no le conozco de la manera que él quiere que le conozca.
¿Cómo sé esto? El Espíritu Santo me lo dijo. Él me susurró, amorosamente: "Israel, realmente no conoces a Dios de la manera que él quiere. Realmente no le permites ser Dios para ti."
En el Antiguo Testamento, Dios tomó a un pueblo para él - No un pueblo ni más rico o más inteligente que el resto - sólo para que él pudiera ser Dios para ellos: "Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios" (Éxodo 6:7). Dios estaba diciendo, en otras palabras, "¡Voy a enseñarles a ser mi pueblo - para que pueda ser Dios para ustedes!"
De hecho, Dios se reveló y manifestó a sí mismo a su pueblo una y otra vez. Envió ángeles. Les habló audiblemente. Cumplió cada promesa con grande liberación. Pero después de cuarenta años de milagros, señales y maravillas, la estimación de Dios de su pueblo fue: "¡Ustedes no me conocen - ustedes no conocen mis caminos!"
¡Esta tiene que ser una de las cosas más impactantes en toda la Biblia! Dios había buscado un pueblo que le permitiera ser Dios para ellos y verdaderamente consiguiera conocerle en todo su poder y gloria.
Así que Dios liberó a Israel con milagros increíbles: Él abrió el Mar Rojo y ahogó a todos sus enemigos egipcios. Sacó agua de una roca y comida del cielo. Cubrió al pueblo de día con una nube y fuego de noche. Envió avispas a los campamentos del enemigo para sacarlos. Derrumbó grandes reyes y reinos por amor de su pueblo.
Entonces los llevó a Canaán para poseer casas que ellos no construyeron, viñas que ellos no plantaron, industrias que ellos no desarrollaron. Les dio colmenas llenas de miel, rebaños que daban leche, y todo tipo de riqueza. El pueblo tomó posesión de todo esto. Todas las cosas fueron suyas por la mano poderosa de Dios. Pero el testimonio de las Escrituras fue que, incluso después de todos los milagros increíbles y las bendiciones que Dios les había dado, ¡aún no conocían a Dios!
"Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos" (Salmo 95:10). Dios dijo "¡En todo esto ustedes nunca me han permitido realmente ser Dios! ¡En mis cuarenta años de querer enseñarles, ustedes todavía no me conocieron - todavía no saben cómo trabajo!"
Esteban testificó al Sanedrín: "Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto por cuarenta años" (Hechos 7:36).
Esteban estaba diciendo de sus padres, "Ellos, simplemente no estaban vagabundeando durante esos cuarenta años. ¡Dios estaba mostrándoles señales y maravillas! A pesar de su rebelión Dios todavía estaba intentando expresarse a sí mismo a ellos - ¡intentando enseñarles quién era él!"
"Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos." (Hebreos 3:9-10).
Dios estaba diciendo, "Las mismas personas que tomé Yo – aquellos que han sido testigos de mi poder, y a quien he hablado más claro - después de todos estos años bajo mis alas, sus ojos y oídos no están abiertos. ¡Ellos ni siquiera me conocieron!"
Amado, Dios todavía está buscando un pueblo que le permita ser Dios para ellos - ¡al punto que le conozcan de verdad y aprendan sus caminos! Aun así pocos en la iglesia hoy le conocen de esta manera.
Somos como Israel: Todos hemos sido testigos de milagros. Hemos experimentado manifestaciones de su presencia. Hemos tenido oraciones contestadas, pecados perdonados. Hemos enseñado sobre Dios y le amamos lo mejor de nuestro conocimiento. Pero, al final, Dios puede decir de sólo unos cuantos: "Ellos me conocen como Dios. ¡Ellos realmente saben y caminan en la revelación de mis caminos!"
Estimado lector, no puedo decir si tú realmente conoces a Dios como él desea. Sólo el Espíritu Santo puede revelar eso. Mañana compartiré contigo lo que Dios me ha revelado sobre cómo le he impedido ser de verdad Dios en mi vida. Pues día a día le conocemos mas.
0 comentarios:
Publicar un comentario