2. Cuidado de cualquier evangelio que te aparta de la devoción exclusiva a Jesucristo.
Pablo nos advierte solemnemente que Satanás se transformara a si mismo en un ángel de luz—que el levantara sus propios falsos maestros, todos ellos haciéndose pasar por ministros de justicia.
La luz representa la verdad, evangelio, revelación. Satanás vendrá usando el precioso nombre de Jesús, y el tratara de engañar aun a los elegidos. “… que se disfrazan como apóstoles de Cristo.” (2 Corintios 11:13). ¡Piensa en el terror de tal cosa! Enfrentar los últimos días bajo el poder de apóstoles falsos, aceptando una doctrina del diablo, estando bajo el control de un espíritu falso.
¿Cómo puede suceder tal cosa? ¿Cómo puede alguien sentarse bajo la clase de evangelio pervertido que Pablo describe e ignorarlo? Hay solo una forma—negándose a dejar la lujuria o codicia y continuar caminando en patente desobediencia. La codicia es el imán que atrae a la persona a los apóstoles falsos. Te puedo prometer, si te ases de la codicia o lujuria, caerás bajo falsa doctrina. Es inevitable – la encontraras, y te encontrara a ti. Y estarás tan ciego que no lo sabrás.
En el siglo 18, otro evangelio fue presentado llamado antinomianismo, que significa, “contra la ley.” Este evangelio esta con nosotros hoy, y esta mas fuerte que antes. Socava el temor de Dios al sugerir que una vez que crees, puedes pecar y nunca ser condenado, porque Jesús lo ha cubierto todo.
El Dr. Tobins Crisp fue uno de los maestros de esta nueva doctrina, la cual barrió a través de Alemania. Sus proponentes usaban el nombre de Jesús como sinónimo.
“Hablan mucho sobre la gracia y examen profundo, ¡pero dame a Cristo! ¡No busco promesas, sino a Cristo! ¡No busco santificación, sino a Cristo! No me hables de meditación o deber--¡dime de Cristo!
Suena como una devoción pura a Cristo—un evangelio centrado en Jesús. Pero Jesús mismo nos dijo que no todos los que dicen “Señor, Señor,” entraran en Su reino. No todos los que esparcen el nombre de Jesús estarán predicando el evangelio verdadero.
La doctrina de antinomianismo sigue siendo predicada hoy, y el movimiento carismático esta tragándose el anzuelo. Escucha el resto de esta doctrina:
“Un creyente puede estar seguro del perdón tan pronto como comete un pecado, aunque sea adulterio o asesinato. Ya Dios no esta disgustado aunque un creyente peque a menudo. No hay pecado que un creyente pueda cometer que puede causarle dolor—por lo tanto, no hay razón para temerle al pecado. El pecado esta muerto y no tiene mas terror. Si le decimos a los creyentes que debe andar en santidad y hacer buenas obras o Dios se enojara con ellos, estamos abusando las Escrituras. Entonces estamos mintiendo en la cara de Dios. Dios ha hecho todo en Cristo--¡no hay nada que temer!”
Es como si los cristianos que aceptan esta doctrina estuvieran sentados en una fosa oscura, esperando que Jesús aparezca. Ellos están diciendo: “Señor, tu sabes donde estoy. Si me amas, ven y sácame de aquí.” ¡No! ¡La Biblia nos manda a resistir al diablo y él huirá de ti!
Hemos hecho que los cristianos parezcan un grupo de inválidos incapaces—sin poder ni autoridad, atados por vicios pecaminosos, esperando por alguna liberación milagrosa. No hay conmoción santa contra el pecado, no hay temor de Dios.
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