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sábado, 2 de octubre de 2010

BUSCA UNA REVELACION CRECIENTE



Pablo salió de Arabia con tres grandes compromisos, ¡todos tenían que ver solo con Cristo! Estos son los tres compromisos que Dios busca de todos los que se sientan a su mesa.


¡Buscar una revelación creciente de la enormidad del Señor Jesucristo!

Desde la cruz, todos los gigantes espirituales tuvieron una cosa en común. Ellos reverenciaban la mesa del Señor; ellos se perdían en la gloriosa enormidad de Cristo; y murieron lamentándose que aun sabían muy poco de Cristo, todavía querían mucho más conocimiento de él. Así fue con todos los discípulos, con Pablo y con muchos de la primera iglesia; con Lutero, Zwinglio, y los puritanos; con los piadosos predicadores ingleses por más de 200 años; con hombres como Wesley, Fletcher, Whitefield, Mueller, Stoney, Mackintosh, y T. Austin-Sparks.
 

Que poderosa lista y cada uno de ellos compartieron la misma pasión: una revelación creciente de Jesucristo. Les importaba poco lo espectacular; lo terrenal, las cosas del mundo, éxito, ambición o fama mundana. Ellos oraban – no por cosas, no por bendiciones, no por ser usados, no por cualquier cosa del yo – sino solo por una revelación más plena de la gloria y grandeza del Señor.

¡Con el diablo suelto, teniendo gran ira porque él sabe que su tiempo es limitado, necesitamos una mayor revelación de Cristo! Satanás esta mostrando mayor poder y el infierno esta desatando toda su furia sobre esta generación. Las fortalezas del enemigo están aun más fortificadas, poderosas, mas arraigadas que en cualquier otra generación. Sin duda, Satanás se esta revelando al mundo como nunca antes. El conocimiento de Satanás, su poder, su reino, sus funcionamientos están en aumento. Él es mas conocido, menos temido y mas aceptado.

¡Un conocimiento básico de Cristo de escuela Bíblica no será suficiente en la guerra final! Sabiendo acerca de él no es suficiente. Un estudio de Cristo a través de la vida aun no es suficiente. ¡Necesitamos dejar de estudiar a Cristo; necesitamos ir a su mesa y permitir que el Espíritu Santo nos lo revele! Eso requiere mucho tiempo a su mesa.

He leído volúmenes escritos acerca de Jesucristo – y los autores realmente no lo conocen. Ellos son clínicos, precisos y doctrinalmente puros – ¡pero sin vida! ¡Ellos no habían comido ni bebido en su presencia! ¡Llegas a conocerlo solo estando mucho tiempo en su presencia! Llegas a conocerlo solo estando en su presencia, solo sentándote con él, escuchando su voz, esperando en él por sabiduría divina. Hombres ocupados y preocupados nunca llegan a conocerle. Ellos pasan años en algún tipo de visión pasada. Ellos no han recibido una palabra fresca, una revelación nueva de él por años. Cristo es honrado y ensalzado por ellos; pero el no es su misma vida.

¡Mas vale que no salgas al mundo donde los demonios reinan sin oposición a no ser que estés comprometido a una revelación creciente del poder y gloria de Cristo! Los principados y poderes de las tinieblas se reirán de ti. No tendrás impacto en el reino de las tinieblas. Solo aquel que conoce a Cristo en su plenitud, con una visión creciente, manda miedo por todo el infierno. Debes saber más que las cuatro leyes espirituales. Debes estar sobre tus rodillas a menudo; debes salir del trono – o te desmoronaras ante el enemigo.

¡SE NECESITA UN EVANGELIO AMPLIO PARA ABARCAR LOS PROBLEMAS COMPLICADOS Y CRECIENTES DE ESTA ERA PERVERSA! Dios no soluciona problemas – ¡él los traga en su enormidad! ¡El hombre de Dios con una revelación creciente de la enormidad de Cristo no tendrá temor de ningún problema, ningún diablo, ningún poder en la tierra! Él sabe que Cristo es más grande que todo.

Nuestra visión de Cristo es muy pequeña, muy limitada. Si tuviéramos una revelación de cuan enorme Cristo es –cuan infinito, sin medida, ilimitado e inmenso – nunca mas fuéramos abrumados por los problemas de la vida. En los últimos diez años, ha habido suficientes libros escritos sobre “Como hacer” para llenar la librería nacional de Washington. Hay un libro de formulas fáciles sobre todo tema conocido por el hombre. Todos son basados en lo que el hombre debe hacer para encontrar alivio. ¡Poco es de algún valor! Todo esta basado en una revelación estancada de la enormidad de Cristo.

Piensa en todos los matrimonios en problemas entre el pueblo de Dios. Décadas de consejos han fallado. Los libros, casetes y seminarios – todos tuvieron poco efecto. La cosa solo se puso peor. Lo que realmente se necesita es regresar a la presencia del Señor a toda prisa, al cuarto secreto de oración – sentarse a la mesa del Señor, perdiéndonos en la plenitud y enormidad del Señor. ¡Muchos no están buscando a Dios! No están bebiendo de la Palabra y alimentándose de Cristo, así que se hacen vulnerables al espíritu de esta era.

Pablo estaba comprometido a una revelación creciente de Jesucristo. Todo lo que él tenia de Cristo venia por revelación enseñada en la mesa del Señor, y confirmado por el Espíritu Santo. Él dijo, “que por revelación me fue declarado el misterio,” (Efesios 3:3). El Espíritu Santo conocía los secretos profundos y escondidos de Dios, y Pablo oraba constantemente por el don de gracia para entender y predicar “…las inescrutables riquezas de Cristo” (Efesios 3:8). Pablo dijo que tenemos acceso a estas riquezas gloriosas en Cristo. Hablando de los propósitos eternos de Dios, él dijo, “en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;” (v. 12).

Dios nos ayude y perdone por no aprovechar nuestro “acceso con confianza” a sus enormes riquezas en gloria. Dios esta buscando creyentes quienes no están satisfechos con examinar a fondo todas las voces conflictivas para encontrar una palabra verdadera. Él busca a aquellos quienes buscan una revelación propia de él – una intimidad muy profunda y personal.

¿Cuantos predicadores, misioneros y maestros pueden decir con Pablo, “…que el evangelio anunciado por mi, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo?” (Gálatas 1:11-12)? ¿Que estas enseñando? ¿Es aquello que el hombre te enseñó? ¿Es un “recalentar” de la revelación de algún gran predicador? ¿Tienes tú una revelación propia? ¿Tienes un cielo abierto?


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