Tan clara manifestación de Dios obrando no se debe perder en nosotros hoy. ¿Es por eso que caemos víctimas ante nuestros enemigos modernos? Nosotros no luchamos contra enemigos de carne y sangre – ¡los nuestros son más poderosos! Nuestros enemigos son el temor, la depresión, la culpa, la condenación, la preocupación, la ansiedad, la soledad, el vacío, la desesperación.
¿Dios ha cambiado su carácter o todavía “levanta adversarios” contra una generación pecadora y comprometida? ¿Será que estos enemigos modernos están venciendo a mucho del pueblo de Dios por su pecado escondido y desliz? Dios no puso una yunta pesada sobre su pueblo. Era tan sencillo y fácil: “Obedece y serás bendecido o desobedece y sufre.” Ese mismo mensaje resuena en el Nuevo Testamento:
“El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:6).
Tenemos bastante enseñanza sobre como enfrentarnos a nuestros problemas y temor. No tuvimos suficiente enseñanza sobre como tratar con el pecado en nuestras vidas. No puedes curar el cáncer poniéndole parches. Tiene que ser quitado. Continuaremos siendo personas neuróticas-mientras sigamos excusando el pecado en nosotros. No es de extrañar que estamos tan deprimidos, preocupados, cargados con la culpa y la condenación - vivimos en nuestra desobediencia y compromiso.
La mayoría de nosotros estamos plenamente conscientes que el pecado esta a la raíz de todos nuestros problemas. Sabemos que el pecado causa temor, culpa y depresión. Sabemos que nos roba de todo valor espiritual y vitalidad. Pero lo que no sabemos es cómo vencer al pecado que tan fácilmente nos asedia.
La mayoría de los libros que he leído sobre como lograr la rectitud de Cristo - y cómo vivir una vida santa - nunca dicen cómo obtener y mantener la victoria sobre el pecado. Lo oímos predicado todo el tiempo, “el pecado es tu enemigo. Dios odia su pecado. Camina en el Espíritu. Abandone sus malos caminos. Apártate del pecado que sigues consintiendo. No estés atado por las cuerdas de tu propia iniquidad.” Todo eso esta bien y es bueno. Pero lo que necesitamos conocer es cómo vencer al que nos asedia.
Mañana estaremos compartiendo mas de este tema, tú puedes tener victoria sobre el pecado en la victoria de Cristo.
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