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lunes, 16 de agosto de 2010

VIDA EN LA RESURRECION


No nos dijo nuestro Señor que El es la resurrección y la vida? Y que cualquiera que vive y cree en El no morirá, sino que tendrá vida eternal? Esa vida eternal debe ser disfrutada ahora mismo! El Señor quiere llevar a Su remanente vencedor al PODER DE UNA VIDA INTERMINABLE. 
Es mayor que el poder Pentecostal. Mayor que el poder para sanar a los enfermos, echar fuera demonios, y hacer grandes obras. Es mayor que el poder de testificar, y aun mayor que el poder de resucitar los muertos. Pronto, muy pronto esos poderes no se necesitaran porque un mundo nuevo nacerá. Un mundo viene donde no hay medida limitada del Espíritu. No habrá necesidad de echar fuera demonios, de sanar enfermos, o levantar a los muertos. No se necesitaran personas que testifiquen, entonces. Es un mundo eterno donde la vida eterna fluye interminablemente en todo aquellos que son redimidos. Solo podemos especular como será estar en el poder y gloria plena de vida eterna.

Dios quiere llevar a Su santo remanente dentro del poder de la vida eterna, aun ahora. No quiere decir que no moriremos, sino que nos hemos apropiado tanto del poder de la vida eterna en esta vida que habrá un cortar pleno y completo de este mundo y sus derechos. Dios quiere un pueblo libre, un remanente totalmente distanciado de todo lo que es mundano y pertenezca al tiempo. Es posible moverse al reino de resurrección que nos pone más allá del tiempo, más allá del pensar del mundo, más allá de las ataduras de la salud, seguridad y la muerte misma.

Hay libertad cuando nos apropiamos del poder de la vida interminable. Vivir con un ojo puesto en la eternidad, fijo en el trono de Dios, es vivir sin temor de lo que el hombre pueda hacerle a este cuerpo humano. Vivir en una mentalidad resucitada es aguantar ligeramente todo lo que esta y es del mundo.

Es Jesucristo más importante para Su pueblo que la vida misma? Si O si El es para nosotros la vida eterna! Dilo en alta voz, Oh santos de Dios; díselo al mundo, a la carne y al diablo: Nunca moriré! Yo no le pertenezco a este mundo perdido y moribundo! Yo soy aun ahora, en Cristo, un ser eterno. Mi espritu vivirá por siempre con El, y El me dará un cuerpo nuevo y glorioso en Su misma imagen! No es este el poder mas grande que Dios pueda darle a la humanidad hacerle un ser eterno, un alma que nunca muere que vivir por siempre en Su presencia? La vida que yo tendrá en la eternidad aun ahora fluye en mí desde el trono de Dios. Tengo la seguridad de esa herencia ahora mismo.

Puedo mirar sobre este viejo mundo maldecido por el pecado y regocijarme, Oh mundo de maldad y habitación de demonios - No tienes derechos ni garras sobre mi! He sido libertado de tu poder. Aun la tumba en tu polvo no me puede aprisionará. Aun ahora estoy dotado desde lo alto con vida interminable, la vida de Dios que no tiene principio ni fin!

Echa mano de la vida eterna remanente vencedor! La vida que vives en la carne no es más que un vapor que pronto desaparecer y se irá. La vida fluye desde el mismo trono de Dios, y también es un fruto que los redimidos comerán por siempre del árbol de vida. Pero Dios quiere revelarnos que es posible comer de ese fruto ahora, en el Espritu, por fe. Que gozo inexpresable estar escondidos con El en la habitacin secreta, y por horas tomar de esa fuente de vida eterna y comer del fruto del árbol de vida. Puedes salir de esa recamara de oración en lugares celestiales en Cristo Jesús desde ahora. El mundo pierde su atractivo; el corazón pierde la costumbre de cosas que una vez aprecio. Los afectos y las ansias son transformados al reino celestial, al reino de resurrección.

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