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martes, 23 de junio de 2009

Visita y Bendice


La biblia nos relata en Lucas 1:39-56 la visita que hizo María estando en cinta a su pariente Elizabet:

Dice: “A pocos días María emprendió el viaje y fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet”

Es la actitud que Dios quiere hoy en nosotros que “a pocos días” de haber recibido los buenas nuevas nos demos “prisa” en ir a nuestros amigos, familiares y hermanos sin importar las dificultades que se presenten o lo difícil del camino como lo fue para María, recordemos que era una región montañosa. En tiempos de paz (que es lo que produce la buena nueva del Evangelio) debemos visitar a los que necesitan la presencia del Salvador.

“Tan pronto como Elizabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elizabet fue llena del Espíritu Santo y exclamó: ¡Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el hijo que darás a luz! Pero, ¿cómo es esto, que la madre de mi Señor venga a verme?”

Producir gozo en los que nos reciben, con tan sólo saludarlos lograr impactar sus vidas con la Presencia de Dios en nosotros, todo esto se logra cuando tenemos el mismo sentir de Cristo, de ir con amor a ellos. Cuando lo hacemos así, no buscando intereses personales, serán tocados por el Espíritu Santo y esa alegría en ellos desatará sus vidas en alabanza a Dios y acciones de gracias por nosotros. Se cumplirá que dirán: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.

Otros se sorprenderán de nuestra visita, y comprobarán que abundante es el amor de Cristo en nuestras vidas ya que el amor no se muestra con palabras solamente antes bien con los hechos.

Los que son engendrados por Dios, los nacidos de nuevo saltan de alegría al escuchar un saludo de un hijo o hija de Dios. Aun veo que desde el vientre ya estábamos santificados y escogidos, pues Juan reconoció al Señor cuando se acercó a el, estando este todavía en el vientre.

Y Elizabet continuo diciendo: ¡Dichosa tú que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha dicho!

Cuan dichosos somos si creemos a la Palabra de Dios, el no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. No nos dejará hasta que cumpla todo cuanto ha dicho que hará con nosotros, recordemos que somos instrumentos escogidos por Dios, apartados del mundo para buenas obras. Es cuando creemos donde se manifiesta la verdadera fe, en plena confianza de lo que se nos ha dicho y quien lo ha declarado. Esto produce el cumplimiento de lo que Dios nos ha dicho, recuerden que la incredulidad del hombre evito que Jesús hiciera muchos milagros en Jerusalén, a pesar de que el quería sanarlos.

“Entonces María dijo: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.”

Las personas que son mensajeros de paz se sienten dichosas y se regocijan en Dios, no en los deleites temporales de este mundo. Desde el simple hecho de haber sido escogidos por El ya es motivo de dicha y gozo pues por gracia hemos sido salvos.
Siempre debemos reconoces cuan grandes cosas ha hecho Dios por nosotros y no olvidar que es su misericordia y nuestro temor lo que consigue que El obre a nuestro favor.
“Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios. De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías.”

Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes, los exaltan cuando son humildes de corazón, no esta hablando de condición social o económica pues hay pobres soberbios y hay también ricos que son humildes de corazón y que abundan en compartir con los más necesitados. El Señor ha declarado que colmará de bienes a los que tienen “Hambre”, los hambrientos representa a los que tienen hambre y sed de justicia, recuerden que dice: Busca primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán añadidas. Dios bendice con muchos bienes a los que son ricos para con Dios, no para si mismos. Nos bendice para bendecir. Mientras que los que ponen su mira en las cosas terrenales y no son ricos para con Dios, que confían mas en las riquezas y no buscan el Reino del Señor, a estos despedirá con las manos vacías.

Y termina el cántico de esta manera: “Acudió en ayuda de su siervo Israel y, cumpliendo su promesa a nuestros padres, mostró su misericordia a Abraham y a su descendencia para siempre”.

Que tremenda demostración del la justicia de Dios, que aunque pueda tardar siempre llega. Dios siempre cumple sus promesas y lo mas tremendo de esto es que cuando le creemos nos será contada la fe por justicia y esto repercutirá en toda nuestra descendencia para siempre. María se quedo tres meses con Elizabet antes de retornar a casa. Cuando somos una verdadera familia en la fe, el tiempo no importa, queremos estar juntos y gozarnos unos con otros por la presencia de Dios en los creyentes. ¡Recuerda visitar a tus hermanos en la fe, familiares y amigos, ellos necesitan ser llenos del mismo Espíritu que tú tienes. Produzcamos gloria en sus vidas, seamos un canal de bendición para multitudes, seamos instrumentos en las manos del Dios viviente!

¡Bienaventurado tú que le has creído al Señor porque se cumplirá todo lo que te ha dicho!

Ps. Israel Grupp

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