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jueves, 18 de junio de 2009

Halloween juego del diablo


Halloween o día de los santos,
El juego de satanás…

Lamentablemente, estamos muy acostumbrados a actuar desconociendo el significado detrás de nuestras acciones. Un ejemplo es el 31 de octubre, Halloween o día de los santos. Esta festividad nos parece muy inofensiva y divertida; pero ¿En verdad es inofensiva?

Quisiera compartir con ustedes el origen de la historia de Halloween con la esperanza de que el pueblo de Dios conozca la procedencia satánica de esta celebración, tome su lugar como luz del mundo y no rinda honor a Satanás en este día.

Unos 600 años aC había una civilización llamada los célticos y habitaba en el área de Escocia, Francia y Gran Bretaña. Sus líderes religiosos eran los druidas. En el calendario de los druidas el año nuevo comenzaba el primero de noviembre; o sea, que 31 de octubre era el día en que rendían honor al dios de la muerte que se llamaba Sam Hain. Era la creencia que durante esta noche los espíritus diabólicos se paseaban por la ciudad para atormentar, destruir y matar a la gente; de modo que para ahuyentarlos dibujaban caras horrendas en las puertas de sus casas y traían sacrificios a Sam Hain.

Cuando Roma invadió a Europa y conquistó a los célticos, como justamente para finales de octubre los romanos también celebraban un festival en honor a los muertos junto a otro dedicado a la diosa de las frutas, o ‘Pomona’; para los años 800, estos tres festivales fueron reconocidos y unidos por la iglesia católica y fueron establecidos por el Papa Gregorio III como el ‘día de los santos’.

Otro nombre dado a esta celebración fue ‘Allhallowsmas’ y al día anterior ‘All Hallows Eve’, el cual conocemos hoy como Halloween. Más adelante el papa Gregorio IV estableció que se reconociera universalmente el día de los santos y que todo el mundo celebrara una misa para los muertos.

La procedencia de Halloween no tiene nada ’santo’ como el nombre desea implicar. Debido al temor a Dios de nuestros antepasados, esta celebración no era reconocida ni celebrada en América hasta hace unos ciento cincuenta años, cuando el número de inmigrantes europeos aumentó en gran manera; y juntamente con ellos vinieron sus tradiciones.

Está de más decir que esta celebración fue rápidamente acogida por los comerciantes; y se reporta que más de 100 millones de dólares son consumidos anualmente por el pueblo americano, en disfraces solamente; y es triste notar que los disfraces más populares son los más horrendos y miedosos.

Cada día nos acostumbramos más y más al ocultismo y a las actividades demoníacas. En la televisión y en las películas de Disney y de Hollywood, éste es uno de los temas de mayor interés y ha despertado la curiosidad de nuestros jóvenes y adolescentes lo cual ha inclinado a muchos de ellos a buscar los malignos poderes de las tinieblas.

Desde afuera vemos que los mayores objetivos de Halloween son: burlarse de la muerte, asustar a los demás y relacionar a las personas con el mundo de las tinieblas; pero aún más triste son las actividades que ocurren en este día entre los seguidores de Satanás y que no vemos: En medio de escandalosas orgías y en un ambiente cargado de maldad, muchos animales son sacrificados durante las horas de la noche de Halloween. Hay además muchos testimonios dados por ex-satanistas que declaran que uno de los mayores sacrificios a Satanás son los sacrificios de niños. Algunos declararon que la tarea primordial de algunas mujeres satanistas era concebir y dar luz un hijo (fuera de los hospitales, por supuesto), para luego sacrificarlo a Satanás, el dios de las tinieblas.

¿Sabía usted que muchos niños desaparecen cada año?

Algunos son hallados muertos pero no se pueden identificar; y muchos de los restantes nunca aparecen. Es triste siquiera imaginar qué les pudo haber pasado. Cada día de halloween, miles de niños son llevados de emergencia a los hospitales debido al consumo de dulces envenenados y hasta se han reportado casos de objetos afilados hallados en los dulces.

La palabra de Dios dice:
‘Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar’ 1 Pedro 5:8
Sabemos que el enemigo desea encontrar la oportunidad para poder destruirnos. Satanás odia a la humanidad. Siempre desarrolla planes perversos para engañar y hacer daño. Esto no quiere decir que si su hijo/a se disfraza será poseído por el diablo; pero sí es cierto que al usted participar en las festividades de ese día y rendir honor a Satanás, se convierte en un ‘buen candidato’ delante de los principados y potestades en los aires para ser oprimido y atacado. Mi deseo no es inculcarle temor pero sí consciencia de que los espíritus del mal existen y no debemos darles ninguna oportunidad. ‘Absteneos de toda especie de mal’ nos dice la Biblia en 1ra. De Tesalonicenses 5:22.

Es por esa razón que la iglesia de Dios, el pueblo escogido de Dios, los hijos de luz, no debemos tomar parte en esta celebración. He visto el caso de algunas iglesias que dicen: ‘nosotros no celebramos ese día en la calle. Lo que hacemos es disfrazar nuestros hijos de personajes bíblicos y pasamos la noche en la iglesia’. Mi pregunta es: ¿tiene que ser el mismo día? Como hijos de luz ¿no debiéramos hablar con nuestros niños sobre el verdadero significado de Halloween? Quizás se sorprenda usted de la reacción de su hijo/a.

Pareciera ser que estuviéramos ‘negociando’ con el adversario. Decimos: vamos a celebrar el día de halloween bajo otro nombre, quizás ‘noche de disfraces’ o ‘fiesta cristiana’. Cuán glorioso sería si todo el pueblo de Dios se uniera en oración e intercediera por las víctimas de este día, haciendo guerra espiritual. ‘Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.’ Efesios 6: 12

Pido al Dios Todopoderoso que toque tu entendimiento para que recibas esta verdad en tu espíritu y no te conformes a este siglo. Quizás al iniciarse este día no conocías la verdad sobre Halloween y por eso rendías ‘inconscientemente’ honor a Satanás; pero ahora conoces la verdad. Es tu decisión.

Es tu responsabilidad delante Dios de instruir a tus hijos en el camino correcto.
‘Instruye al niño en su camino y aún cuando fue de viejo no se apartará de él’ Prov. 22:6

¿Cuál camino escoges?

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