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viernes, 14 de noviembre de 2014

CORAZONES PASIVOS


Una manifestación desganada de Jesús en casa produce un corazón pasivo en los hijos

Es triste pero es verdad: muchos padres cristianos están enviando a sus hijos directos al infierno. El papá debe ser el sacerdote en el hogar. Y la madre también es un miembro del sacerdocio real de Dios. Así que, ¿a cuál de estos dos sacerdocios está manifestando: Sadoc o Eli?

Durante años he ministrado mucha gente a través de este medio, tuve conversaciones con muchos adolescentes con problemas de hogares cristianos. Estos muchachos estaban alejados completamente de la iglesia. No querían nada con la religión de sus padres. Hablaban de las fieras peleas de su papá y mamá, la obvia hipocresía, la chismografía horrible, los pecados secretos. Oían quejas y murmuraciones constantes sobre su ministro, miembros de la iglesia, y amigos de la familia.

Normalmente en tales casos, el papá era activo en la iglesia. Las personas lo veían tan dedicado y lleno de Jesús. Pero sus hijos sabían cómo leer su vida, y lo veían como era realmente: un farsante. Maltrataba a sus madres con lenguaje abusivo. O tenía guardado en secreto revistas pornográficas. O lo atraparon viendo videos sucios.

Tal padre sirve en el sacerdocio de Elí. No tiene autoridad espiritual. Y a su vez, no tiene respeto. Podría sermonear a sus hijos, o amenazarlos, o intentar exigir obediencia. Pero está gastando su aliento. Todo es en vano.

Vemos esto ilustrado en la vida de Elí. Elí tenía dos hijos llamados Ofni y Finees que también servían como sacerdotes. Dios llamó a estos hombres "hijos de Belial," o hijos del diablo. Tenían el atrevimiento de fornicar con las mujeres a la puerta del templo. Hasta traían a las prostitutas dentro de la casa de Dios. Pero Elí nunca trató con sus hijos acerca de su pecado. Nunca les habló más que una palabra vacía de precaución. Después de todo, él sabía que cualquier cosa que les dijera era en vano, debido a su propia pereza espiritual.

Hoy, más jóvenes cristianos que nunca son alcohólicos. Algunos padres llevan a sus adolescentes a las iglesia buscando ayuda. Muy a menudo, cuando hablan en privado los pastores con estos jóvenes, se ríen de la preocupación de sus padres acerca de la bebida. "Mi papá y mamá siempre tenían vino escondido," dicen. "Bebían y después oraban. Mis padres me expusieron a esta cosa. No empecé a beber por presión de mis compañeros. Me volví alcohólico en casa." Otros me dicen, "Mi papá siempre estaba detrás de mí porque fumo marihuana. Pero él bebe todo el tiempo. Eso es simplemente marihuana líquida.”


Más trágico aún, veo en estos jóvenes una pasividad hacia Jesús. Cuando el Espíritu se mueve durante los servicios de la iglesia en la predicación de pastores piadosos, se sientan inmóviles. El sermón puede estar convenciéndoles, pero los jóvenes permanecen intocables. Tengo que preguntarme: ¿Qué los endureció? ¿Cómo llegaron a estar tan desinteresados en las cosas de Dios? No son jóvenes profundamente corrompidos o aborrecedores de Dios. De hecho, muchos son de buen corazón y dadivosos. Pero, tristemente, sus vidas están completamente vacías espiritualmente. Sólo puedo concluir que no han visto una verdadera manifestación de Jesús en casa.

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