La respuesta de Dios para toda
apostasía, crisis, alboroto y tiempo
caótico es siempre ésta: ¡una revelación
fresca de Cristo resucitado!
Cuando el Espíritu Santo entre, ¿cuál será la manifestación de su
obra? Jesús identificó el ministerio del Espíritu Santo de la siguiente
manera:
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el padre enviará en mi nombre, él os enseñara todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. (Juan 14:26). Pero cuando venga el Espíritu de verdad, el os guiará a toda la verdad… (16:13).
Jesús dice que el Espíritu Santo es el Espíritu de verdad y él da testimonio sólo de la verdad. Él no dará testimonio de cualquier evangelio erróneo o manifestación carnal. Él está casado con la cruz, con el evangelio de gracia que nos enseña a desechar la iniquidad. Y él dará testimonio de la verdad que emana de la obra de Cristo en la cruz.
Tristemente, muchos cristianos carismáticos hablan mucho sobre estar en el Espíritu, pero están totalmente arruinados en lo que de la verdad se trata. No tienen intimidad con Cristo, así que no saben como sacar fuerza de su verdad. No tiemblan a la verdad de su palabra. No saben caminar en su poder de resurrección o vivir totalmente dependientes en él. Al contrario, tuercen, manipulan, y malinterpretan su palabra para acomodar su carne.
Jesús dijo que no debemos temblar de miedo por las cosas horribles que vendrán sobre nuestra nación. Pero debemos temblar en santa reverencia por la palabra de Dios: …pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. (Isaías 66:2).
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el padre enviará en mi nombre, él os enseñara todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. (Juan 14:26). Pero cuando venga el Espíritu de verdad, el os guiará a toda la verdad… (16:13).
Jesús dice que el Espíritu Santo es el Espíritu de verdad y él da testimonio sólo de la verdad. Él no dará testimonio de cualquier evangelio erróneo o manifestación carnal. Él está casado con la cruz, con el evangelio de gracia que nos enseña a desechar la iniquidad. Y él dará testimonio de la verdad que emana de la obra de Cristo en la cruz.
Tristemente, muchos cristianos carismáticos hablan mucho sobre estar en el Espíritu, pero están totalmente arruinados en lo que de la verdad se trata. No tienen intimidad con Cristo, así que no saben como sacar fuerza de su verdad. No tiemblan a la verdad de su palabra. No saben caminar en su poder de resurrección o vivir totalmente dependientes en él. Al contrario, tuercen, manipulan, y malinterpretan su palabra para acomodar su carne.
Jesús dijo que no debemos temblar de miedo por las cosas horribles que vendrán sobre nuestra nación. Pero debemos temblar en santa reverencia por la palabra de Dios: …pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. (Isaías 66:2).
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