¿Tienes un Rey en tu vida, tu hogar, tu ministerio?
¿Es Jesús el líder y consejero en tu vida? Si es así, las escrituras
dicen que estas recibiendo fortaleza de Dios mismo:
"Jehová preside en el diluvio, Y se sienta Jehová como rey para
siempre. Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo
con paz. (Sal. 29:10-11). "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre..."
"Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las
generaciones" (145:13).
Estas promesas son maravillosas. Pero no se aplicaban a Israel porque
ellos habían destronado al Señor! Oseas le dijo al pueblo: "Cuando
destronas a Dios, entra la confusión y te quedas sin líder. Dijiste, 'No
tenemos rey. No tenemos dirección.' Pero lo cierto es que tendrás un rey!"
"No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey,
porque no se quisieron convertir." (Oseas 11:5). La palabra "asirio"
significa "rey del orgullo." En otras palabras: "Cuando destronas al
Señor; el orgullo ocupa el trono!"
He observado esto en las iglesias una y otra vez. La gente no quiere
escuchar un mensaje de santidad así que buscan un pastor tipo ejecutivo,
alguien que es un vendedor y se compromete a dirigir la iglesia como si
fuera una corporación. Entra e inmediatamente declara, "Vamos a alcanzar
la gente de la forma más efectiva"
Este ministro envía sus ovejas de puerta en puerta haciendo encuestas como pasa en los Estados Unidos,
con preguntas tales como: ¿Qué te gustaría ver en la iglesia? ¿Cómo te
gustaría que fuera la forma de adoración?" Entonces el pone sus datos en
una computadora la cual dicta cuales programas la iglesia va a implementar.
Todo es hecho a base de encuestas. No me extrañaría que en nuestro país se comiencen a ver estos "métodos efectivos". El Espritu Santo es ignorado por
completo y Cristo es destronado, no confían en él como Señor!
Esto ha sucedido hasta entre las iglesias más celosas y los ministerios
más consagrados. Estas obras fueron fundadas por el Espritu Santo y
tuvieron comienzos humildes. Sus líderes fueron hombres y mujeres de
Dios aquellos que amaban a las almas perdidas, intercesores que gemían
y oraban sobre todo asunto. No tenían dinero para un curso; así que
tenían que orar por cada asunto. Y dependían plenamente en el Señor para
que los dirigiera. Cada vez que el les decía, "Haz esto," ellos obedecían.
Pero ahora estos ministerios han sido tomados por hombres más entrenados y educados, muchos de ellos nunca tuvieron que hacer
sacrificio alguno. Y esto dirigen las cosas con un pensar
diferente. La oración de intercesión es desconocida para ellos. No
dependen de Jesús para sus necesidades. En cambio, están convencidos
que la estrategia apropiada puede lograrlo todo.
Ahora bien, no me mal interprete, no estoy en contra del uso de métodos
modernos o computadoras. Nosotros usamos muchas de estas cosas en nuestro
ministerio. Pero la diferencia es que nosotros no recibimos dirección de
estas "herramientas ministeriales" Pasamos tiempo de rodillas, buscando
el rostro del Señor para que nos dirija en cada área del ministerio. Sin
embargo, esto es una práctica que ha sido perdida entre los ministerios
de hoy. Confían en computadoras en vez de Cristo!
Hoy, los "expertos" han tomado las riendas de la iglesia. El pecado
es visto en términos psicolgicos y lo llaman "enfermedad." Y dicen que
un drogadicto tiene una "debilidad." Los altares han sido reemplazados
por oficinas de consejería. Profetas consagrados han sido reemplazados
por psicólogos y trabajadores sociales los cuales balbucean frases en
la jerga centrada en la sabiduría del hombre. En poco tiempo, Jesús es
destronado y Freud es exaltado!
Esto no era cierto de la iglesia hace unos años. En ese
tiempo, Dios me dirigió para que comenzara un ministerio en mi ciudad. Hoy, llegamos a muchos lugares por este medio. Y todo comenzó en un pequeño hambiente alquilado de Talara.
No teníamos dinero, ni libros de instrucción, sólo dependencia total
en el Espíritu Santo. Usábamos una frace en las reuniones que decía,
"Nadie brilla aquí sólo el Espíritu Santo!" Y durante nuestros servicios,
orábamos, "Señor; nuestra ayuda no está en la psicología o la psiquiatría,
sino que en el Espíritu Santo. No podemos trabajar en la cabeza si tu
no cambias el corazón!"
Un testimonio real de esto es Nicky Cruz, uno de los primeros miembros de pandillas que confrontó el pastor Wilkerson,
era un asesino. Un psiquiatra conocido tomó interés en su caso. Dicho
hombre pasó un día con Nicky y al finalizar éste, el psiquiatra decidió
que Nicky era incorregible, que no había esperanza. (Lo que este hombre
ignoraba era que a Nicky le divertía confundir a los "médicos de la
cabeza"!)
Más sin embargo, Jesús tenía otros planes para Nicky y en el altar
de aquella casa desmantelada donde Wilkerson predicaba, Cristo logró en cinco minutos lo que los
expertos dijeron que no se podía hacer. Nicky no fue psicoanalizado; su
cabeza no fue examinada. No, Dios envió una flecha a su corazón y esa
flecha fue la verdad del evangelio: "Nicky, Jesús te ama!"
En un momento, el corazn de piedra salió de Nicky y fue reemplazado
por un corazón de carne. Nicky lloró, mientras abrazaba a los hermanos. El fue
transformado en forma sobrenatural por el poder de Dios, después que
los expertos de la sociedad lo habían dado por caso perdido!
A través de los últimos siete años, he observado con asombro
como la iglesia ha destronado a Cristo en forma lenta y segura y ha
puesto la sabiduróa del mundo en su lugar. Jesús no es la fuente y
poder detrás del pueblo de Dios. En cambio, hemos puesto las cosas
carnales que con el tiempo se desvanecerán. Y hemos perdido todo el
poder que tuvimos cuando confiábamos en Cristo!
En este momento, déjame preguntarte algo personal: ¿Haz quitado a
Cristo como rey del trono de tu corazón? Si estás confiando en la
psicología o en algún libro de instrucción, sólo te confundirás más.
Y terminarás diciendo: "No tengo rey ni dirección, ni liderazgo, porque no confió en el
Señor. No le estimó ni obedeció su palabra.
Terminará diciendo: No busqué ni deseé su consejo. Sólo hice lo que creí que estaba
correcto a mis ojos o lo que me aconsejaron mis amistades."
Dios te dice: "El hijo honra al padre, y el siervo a su señor.
Y si yo soy Padre, ¿Dónde est mi honra? Y Si yo soy Señor; dónde
est mi reverencia,..."(Mal.1:6). En otras palabras: "Si soy rey
para ti, por qué no obedeces mi palabra? No me buscas. En cambio,
te vuelves a la psicologóa, a libros, y a amistades. Te niegas a
confiar en mi, tu consejero y rey!"
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