Descarga Música Cristiana

jueves, 5 de abril de 2012

TOMANDO LIGERAMENTE LA ADVERTENCIA

 
¡Por años los cristianos han ojeado
ligeramente este pasaje en Apocalipsis!


 
Quizás algunos creyentes respondan: ¿Qué tiene de serio este asunto?  Quizás mis sentimientos por el Señor no son tan intensos como cuando era más joven.  Y quizás me he descuidado en mi afecto hacia él.  Pero, ¿y qué?  Jesús sabe que aún lo amo.

¡No!  Jesús toma muy en serio cualquier falta de afecto.  Ciertamente, él dice que tal falta constituye una caída: Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete... (Ap. 2:5).

Quizás respondas: Puedo comprender como un acto de adulterio sea una caída.  Y puedo ver como caer nuevamente en las drogas y alcohol es una caída.  Pero ¿cómo es que perdiendo un amor intenso hacia Cristo sea una caída?

Cuando Jesús advierte: ...arrepientete, y haz las primeras obras... (mismo verso), él está diciendo: Piensa como eras cuando primero te salvé.  ¡Te regocijaste porque vine a morar en tu corazón!  No podías esperar hasta que llegara la hora para ir a la iglesia, sólo para decirle a los demás cuanto me amabas.  Y pasabas todo tu tiempo libre escudriñando mi Palabra, aprendiendo sobre mi amor por ti.  Nunca consideraste la oración como una carga, porque yo significaba todo para ti.  Me amabas más que a la vida misma.

Pero ahora te has alejado de todo eso.  Me dedicas poco de tu tiempo ahora, tan poca de tu atención.  Te has enfriado hacia mí.  ¡Otra cosa tiene tu corazón!

Jesús le atribuye una seria advertencia a este verso: ...arrepientete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu cadelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido (mismo verso).  Por muchos años los teólogos han tratado de suavizar esta advertencia, queriendo que signifique algo diferente. ¡Pero no puede ser suavizada! Significa exactamente lo que dice. Jesús nos está diciendo:

Si tu dices tener el fuego de Dios, y sin embargo yo no soy el deleite de tu corazón, ¡quitaré de ti la luz que tienes!  No importa las buenas obras que haces para mí, nunca más serás mi testigo.  Simplemente, no reconoceré absolutamente nada de lo que haces porque has perdido tu amor por mí!

Existen varias señales y evidencias de un amor muribundo por Cristo.  Quiero enumerar tres de ellas para ti.  Creo que podrás medir tu amor por Jesús al examinar estas tres cosas en el trancurso de la semana.

0 comentarios: