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viernes, 27 de abril de 2012

LLEVANDOTE A LA FORMA DE CRISTO


Hay un tipo de estofado que tu puedes hacer  y satanás 
va a hacer todo lo que hay en su poder para evitarte apagarlo!

 
Permíteme regresar a mi historia del principio de este tema del estofado, acerca de la llamada telefónica que recibí de mi amigo. El tipo de enfurecimiento que me dio después de esa conversación es el tipo que satanás quiere que tu tengas: Es hervir sobre tus fallas en tus esfuerzos por conformarte a la imagen de Cristo.

El apóstol Pedro menciona algo muy importante al respecto: "Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente...el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no responda con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente" (I Pedro 2:19-23). 

Pedro acaba de describir como Jesús manejaba cada situación en su vida. Cuando la gente lo hería, no peleaba. Cuando le maldecían, no los amenazaba. Cuando trataban de discutir con él, no se involucraba. Al contrario, simplemente se alejaba. Aun cuando enfrentó la muerte, no dio ninguna palabra de protesta.

"Pues para esto fuiste llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas" (versculo 21). Pedro lo pone claro: Jesús debe ser nuestro ejemplo de conducta. 

El apóstol Pablo añade: "Si tu no tienes caridad -es decir- el amor de Cristo -no eres nada". ¿Que significa tener caridad? Simplemente dicho, Tener caridad significa soportar un montón de cosas que nos molestan!

De acuerdo con I de Corintios 13, caridad significa mostrar piedad a todos, sin excepciones, no tener celos de ninguna forma, no jactarse o promoverse a uno mismo, buscar el interés de otros sobre el tuyo propio, no irritarse, no pensar mal de nadie, no regocijarse cuando alguien falla, aun cuando es un enemigo.

Tanto Pedro como Pablo están señalando claramente en estos pasajes: Aquí está un mandamiento que te doy: No debe existir venganza, ni revancha, ni amenazas entre ustedes. En lugar de eso, entreguen todas sus agitaciones, temores y amarguras a Cristo. Sigan su ejemplo!".

Primero puede que nos ganemos unas cuantas victorias bajo el cinturón, y puede que empecemos a sentirnos confiados de lo que Dios está haciendo en nosotros. Incluso, les podemos decir a nuestros amigos, "Dios está realmente trabajando en mi y estoy cambiando!". Pero de repente, de algún lado, una flecha es disparada en nuestro corazón.

Alguien dice o hace algo que nos suelta una horrible, inesperada y ácida flecha, y rápidamente tenemos una acometida de airados pensamientos. Entonces, aun sin saberlo; Estamos enviando flechas envenenadas de regreso a quien se nos atravesó!

Y no mucho después de esto, nos damos cuenta de que hemos fallado. Habamos tratado duro, orando, buscando a Dios, agarrándonos de la verdad y disfrutando muchos logros. Pero, de repente, el enemigo vino como una inundación; Y fallamos por completo en nuestro esfuerzo de ser como Jesús!

Pero fuera de todo ellos, sin importar las siete veces que el justo cae, confía en que Dios te levantará cada una de ellas si te aferras en fe y pasciencia a la obra poderosa y amorosa del Espíritu Santo, recuerda siempre que estas en las manos del alfarero y no te dejará hasta que haga en tu vida lo que el planeo de antemano, llevarte a la forma de su hijo Jesucristo. 

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