MI PADRE CELESTIAL

 

 De nuestra intimidad con Cristo debe venir una revelación
de que tenemos un Padre en los cielos que se ha esmerado en
mostrarnos como él es y lo que él anhela ser para nosotros!

  

Permíteme compartir contigo lo que creo que Jesús me ha revelado acerca de mi Padre celestial.

• 1. Él escogió ser un Padre para mí.

Yo no lo escogí. Más bien, este es el papel que él escogió ser para mí un Padre. Él dice, Yo he escogido quien yo quiero ser para ti, como yo quiero que tu me veas. Yo quiero que me conozcas como tu amoroso Padre celestial!

¿Es Dios el gobernante del cielo y la tierra? Sí. ¿Es él todopoderoso? Sí. ¿Es él omnipotente? Sí. ¿Se sienta él como Rey sobre el diluvio? Sí. Pero en estos últimos días, Dios desea que tengamos otra revelacin de él: Yo quiero ser un Padre para ti y quiero que tu seas un hijo o hija para mí!

Jesús caminó por la tierra toda su vida conociendo quien el Padre era, conociendo su voluntad, escuchando su voz. Él vivió cada hora bajo la luz de su amor, nunca en confusión o duda. Y por consiguiente, Él pudo enfrentar todo lo que el enemigo lanzó contra él cualquier prueba, cualquier penalidad porque él sabía que su Padre estaba con él. Él pudo decir, Yo sé que tengo un Padre que me ha enviado. Él me escogió y me nombró. Y Él está conmigo siempre. Yo nunca estoy solo!

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. (Juan 17:21).

Jesús estaba diciendo aquí, Tu dices que quieres conocerme, y eso es correcto y bueno. Pero ahora yo quiero que tú conozcas a mi Padre. Quiero que lo conozcas como yo lo conocí y disfruté como Padre! 

El Padre nos dice, Yo quiero estar sobre ti, ser tu protector, para echar fuera todo ataque demoníaco, para suplir toda necesidad, para comprenderte a través de todas tus pruebas. Yo he escogido ser un Padre para ti. Permíteme ser tu Padre! 

Piénsalo: Él te escogió a ti, por sobre todos los miles de millones de personas en la faz de la tierra. Tú no fuiste a buscarlo; tú no pediste nacer en su reino. Él te escogió! Y no solo te escogió, sino que te adoptó como su hijo. Y su Espíritu te dice que clames Abba a él, diciendo, Tú eres mi Padre. Tan solo no eres el Padre de Abraham, o Pedro y Pablo, sino también mi Padre. Y me has hecho co-heredero y hermano, de Jesús. Tú eres verdaderamente mío!

• 2. Él ha escogido ser mi Padre, y me escogió para ser su hijo, basado solo en su amor y misericordia.

No hay otra condición. Dios no esperó hasta que me volviera suficientemente bueno para ser su hijo. Él no esperó hasta que tuviera todas mis doctrinas delineadas. No Él dijo, Aun cuando tu estabas perdido en pecado, yo vine a ti para ser reconciliado. Yo te amé cuando tú te revolcabas en suciedad. Yo te llamé, te escogí y te adopté por ninguna otra razón más que porque te amo!

A veces me pregunto como Dios alguna vez pudo mirarnos y amarnos. Nosotros somos tan despreciables tan malos a veces, tan indignos. Pero en su misericordia él dice a cada uno de nosotros, Yo te quiero yo te escojo porque yo quiero ser un Padre para ti!

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1). En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (4:10).