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jueves, 8 de diciembre de 2011

LA LLAVE DE TODA LIBERACION

 
¡El Espíritu Santo le dio una revelación a
David que es la llave de toda liberación!

 
David pudo decir: la razón por cual Dios me libertó de todos mis enemigos--de todas mis penas y del poder del infierno--es porque soy de gran valor para Él.  ¡Mi Dios se agrada de mí! 

Amado, si necesitas liberación--ya sea de lujuria, tentación o prueba; sea o no de problema mental, espiritual, emocional o físico--este verso es la llave para tu victoria.  Y la llave es simplemente esto: ¡Dios se agrada de ti!  ¡Tú eres de gran valor para él! 

En Cantar de los Cantares, el Señor le dice a su novia: ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, oh amor deleitoso! (Cnt. 7:6).  Tres de las palabras hebreas en este verso son sinónimas: hermosa (significa preciosa), suave (indicando placer), y deleitoso. 

Estas palabras describen los pensamientos de Jesús hacia su novia mientras él la contempla.  Él la mira y dice: ¡Cuán hermosa, dulce y deleitosa tú eres.   Eres preciosa para mí, oh amor!  Y a su vez, la novia exclama: Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento. (verso 10).  El significado aquí es el siguiente: ¡Él corre tras de mí con deleite.  Él me persigue porque soy preciosa para él! 

Estos mismos pensamientos se encuentran a través de los Salmos: Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su misericordia. (Sal. 147:11).  Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación. (149:4).

Ahora bien, puedo tratar de convencerte de que Dios se deleita en ti diciéndote: ¡Tú eres de gran valor para el Señor!  Sin embargo, sólo puedes pensar: Bueno, qué bonito pensamiento. Qué dulce. 

Pero esta verdad es más que pensamiento bonito.  Es la llave misma para tu liberación de cualquier batalla que hace estragos en tu alma.  Es el secreto para entrar en el descanso que Dios te ha prometido.  Y hasta que no eches mano de ella--hasta que se convierta en el fundamento de verdad en tu corazón--¡no podrás soportar lo que te espera en este tiempo maligno! 

Isaías tuvo una revelación del gran deleite de Dios sobre nosotros.  Él profetizó estas palabras del Señor a Israel: 

...oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mio eres tú.  Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.  Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. (Is. 43:1-2). 

Isaías no se estaba refiriendo literalmente a una inundación y a un fuego.  Él se estaba refiriendo a lo que el pueblo estaba experimentando espiritual y mentalmente.  En ese tiempo ellos estaban en cautiverio--y las aguas eran pruebas, y el fuego era tentaciones, sus ríos eran pruebas. La intención del diablo era destruir y abrumar al pueblo de Dios.

Las palabras de Isaías fueron un mensaje de pura misericordia para Israel.  Estaban en cautiverio por su propia estupidez y necedad.  Ellos no merecían nada.  Pero Dios les envió un profeta llorando y con el corazón quebrantado el cual dijo: ¡Dios quiere que yo les diga que ustedes le pertenecen a él!

Ahora mismo, tú puedes estar pasando por un remolino.  Te sentirás abrumado por una tentación que amenaza con encenderte y consumirte.  Y temes que puedes ser consumido por eso. 

Debes comprender de estos ejemplos bíblicos: Dios, no siempre calma las aguas.  Él no evita que las inundaciones lleguen. Él no siempre apaga el fuego.  Mas sin embargo, lo que él promete es esto: ¡Caminaré contigo en todo!  Esta prueba o circunstancia no te va a destruir.  No te quemará ni te ahogará.  Así, que camina hacia adelante.  ¡Saldrás al otro lado conmigo a tu lado! 

Eso era todo lo que los tres jóvenes hebreos necesitaban escuchar.  Cuando fueron echados al horno de fuego, un cuarto hombre estaba con ellos--¡Jesús!  No se quemaron.  En efecto, ni sus ropas y ni sus cabellos olían a humo.  Amado, ¡este mismo tipo de liberación es la que Dios quiere traerte a ti! 

¿Cuál es la motivación de Dios para querer liberarte?  ¿Será porque has hecho algo para apaciguarlo?  ¿Has aumentado tu tiempo de oración?  ¿Pasas más tiempo leyendo las escrituras?  ¿Has prometido no fallarle más?  Isaías tuvo la verdadera revelación: Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé;...no temas, porque yo estoy contigo... (Is. 43:4-5). 

Dios le estaba diciendo a Israel: Vas a pasar por fuego y aguas--pero voy a caminar contigo en todo.  Y al final, te voy a liberar, ¡sencillamente porque eres mío!  Te conozco por nombre.  ¡Y eres un deleite para mi corazón! 

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Ef. 2:8-9).  Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia... (Is. 64:6).

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