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domingo, 11 de diciembre de 2011

EL QUE CAZA A LOS QUE SON PRECIOSOS PARA DIOS


 ...Y la mujer (ramera) caza la preciosa alma...
(Proverbios 6:26)

 
La ramera mencionada en este verso es Satanás.  ¡Él caza aquellos que son preciosos para Dios! 

Existen ciertos niños que demuestran un hambre por Dios a temprana edad.  Él Señor ha puesto su mano sobre ellos, y sienten ansias por él desde muy jóvenes.  Yo creo que Satanás está decidido a cazar a cada criatura que es tocada con una confianza ingenua en el Señor.  El diablo entiende el poder que hay detrás de tal preciosidad en los ojos de Dios.  Él vio lo que sucedió con el pequeño Samuel.  Él observó como el corazón de este joven se extendía hacia Dios.  ¡Y él vio a Samuel crecer y convertirse en un poderoso profeta que conmovió su reino! 

Ahora el diablo trata de seducir a todo aquel que está hambriento o siente ansias de Dios.  ¿Por qué crees que estás siendo probado?  ¿Por qué crees que has sufrido tantos ataques?  Has tenido una vida de pruebas, pero no ha sido porque eres malo.  No--es porque Satanás sabe cuán precioso eres ante los ojos de Dios.  ¡Es la vida preciosa la que el persigue! 

Varios años atrás, escuche un testimonio de un joven que practicaba ocultismo.  En efecto, el era el líder de un círculo de brujería.  Aunque este joven estaba envuelto profundamente en las creencias ocultas, él no creía que Satanás o sus demonios podían tomar posesión de él. 

Una noche mientras el trataba de dormir, él vio horribles caras satánicas arremolinarse en el techo de su habitación con miradas de lascivia.  Comenzaron a unirse como una nube, y pronto formaron un embudo.  ¡El joven se dio cuenta de que estaban a punto de entrar a su corazón!

Estaba petrificado, paralizado.  Entonces recordó algo de su niñez.  Así que clamó: ¡En el nombre de Jesús, fuera!  Y todos los demonios desaparecieron.

La próxima noche, sin embargo, esas fuerzas reunieron una legión más poderosa.  Mientras el joven se acostaba a dormir, él escuchó un rugir.  Cuando miró hacia arriba, toda su habitación estaba llena de animales horribles y feos.  Otra vez, habían formado un embudo. Esta vez el joven se puso de pies sobre su cama y gritó: ¡Clamo a la sangre de Jesús!  Otra vez los demonios huyeron en confusión.

El joven pensó: La próxima vez que vengan, no podré manejarlo.  Así que llamó a un cristiano que conocía y le pidió que lo acompañara a una campaña. 

Durante el servicio, el joven líder del círculo de brujas fue convencido por el Espíritu Santo y entregó su corazón al Señor.  La noche siguiente, trajo una maleta llena de equipos satánicos al servicio.  Él testificó que su familia tuvo un pasado en el ocultismo.  Pero, dijo él: Recuerdo otra cosa.  Cuando yo tenía como seis o siete años, yo tenía ansias por Jesús.  No sé cómo ni por qué.  Pero recuerdo claramente ir al bosque detrás de la casa y ¡predicar con todo mi corazón! 

He visto este mismo deseo de Dios en muchos niños de la congregación.  Y yo tenía ese tipo de corazón cuando era niño.  Así que yo sabía exactamente lo que este joven estaba diciendo. 

De súbito, una luz se encendió en mí--y supe por qué el diablo había tratado de poseer y destruir a este joven.  Fue por lo precioso que era para Dios.  ¡La ramera lo había cazado!

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