¿Cuáles son los beneficios que fluyen de la sangre de Jesús, una vez que tu corazón ha sido rociado?
La sangre de Jesús nos redime del pecado y el poder de las tinieblas.
...en quien tenemos redención por su sangre... (Efesios 1:7).
Ya no estamos bajo condenación o temor!
Mucha gente ha sido redimida y justificada por la sangre pero no lo saben, porque viven en temor y condenación. Tienen fe en el Señor pero no han entrado en la gloria de ser justificados por la sangre.
Son como un hombre que tiene una deuda enorme y no la puede pagar. El jefe rico de este hombre viene y paga la deuda sin decírselo al empleado luego lo llama para darle la buena noticia.
El hombre se sienta, le entregan el expediente de las deudas, y hojea las páginas para ver la lista de deudas que ha acumulado. El piensa, Nunca podré pagar todo esto. Me van a encarcelar!
Cuando el jefe ejecutivo ve el temor en el rostro del hombre se queda perplejo. El dice, Disculpe usted miro la primera página? El hombre vuelve a la primera página donde esta escrito Totalmente pagado.
Muchos cristianos se parecen a este hombre. Ellos no saben que su pecado ha sido cubierto, totalmente pagado! Tenemos que entrar a ese conocimiento por fe para así recibir el beneficio el cual es paz con Dios!
La sangre de Jesús ha comprado toda la iglesia de Dios.
...la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7).
Estas palabras deben poner una gran sonrisa de fe en tu rostro. Eres santificado--rociado, limpio! Esta es una obra continua del Esípritu.
La sangre de Cristo vence a Satanás y el huye.
y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos... (Apocalipsis 12:11).
Cuál es la palabra del testimonio? Sencillamente es esto: Creo en la sangre! Testifico del poder vencedor y prevaleciente de la sangre de Jesús y proclamo su victoria total!
Si quieres vencer al diablo, aférrate a la sangre--y proclama su poder!
La sangre nos da acceso al Lugar Santísimo a nuestro Padre celestial--sin reproches.
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo... (Hebreos 10:19).
Debemos ir a nuestro Padre con libertad sin temor! Es por la sangre! Entonces nada puede impedírtelo, no hay requisitos humanos, sólo venir a Cristo y recibir lo que nos ha concedido, acceso a su presencia para escuchar su voz y gozarnos en ella.
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