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miércoles, 9 de febrero de 2011

CONSEGUIR Y MANTENER LA BENDICION Y EL FAVOR DE DIOS



El libro de Hageo es una lección maravillosa sobre cómo conseguir y mantener la bendición y el favor del Señor. En absoluta simplicidad el profeta Hageo destaca cómo los hijos de Dios pueden vivir y caminar bajo la incesante bendición y el favor de Dios. 


Pero Hageo también muestra las causas y razones por qué el pueblo pierde las bendiciones de Dios - ¡y lo que deben hacer para volver a su favor! Esto es verdad para las naciones, familias e individuos. 

La verdad maravillosa es que Dios bendice aquellos que caminan en fidelidad - él muestra favor a aquellos que le favorecen. No sé tú, pero ¡me gusta estar alrededor de las personas que tienen el favor de Dios! Hay algo de la exuberancia de Cristo sobre ellos. Y tienen una paz firme. No tienes que preocuparte de un día al otro si están arriba o abajo, porque hay una firmeza sobre su caminar con Dios. 

Una de las más grandes tristezas que un pastor tiene que llevar, sin embargo, es ser testigo de los cambios horribles que tienen lugar en los cristianos que se amargan. Éstos son creyentes que una vez estaban encendidos para Dios, dedicados y celosos en su obra. Estaban contentos, bendecidos, creciendo en la fe, madurando espiritualmente. 

Entonces un día comenzaste a darte cuenta que algo había ido mal. Un ceño fruncido había reemplazado sus sonrisas. De repente habían detenido el crecimiento. ¡El decaimiento espiritual había llegado! 

¡Esto le pasa a los matrimonios! Quizás es la verdad de tu matrimonio. Sólo un año o algo así, ustedes dos parecían tan felices. Había una chispa en sus ojos y eran como novios. Por todas partes veían que Dios estaba bendiciéndoles. Las personas alrededor de ustedes pensaban que nada podría pasar entre ustedes. Ambos disfrutaban de la plenitud del favor de Dios. 

Pero ahora algo está mal. En asunto de sólo meses, ¡ambos están caminando en la tristeza! No pueden estar de acuerdo sobre algo - hay un constante malentendido entre ustedes. Su amor el uno por el otro y por la obra de Dios está menguando. ¡Su bendición y favor en su matrimonio ha sido retirado! 

¡Esto también le pasa a cristianos individuales! He sido muy bendecido por la fidelidad y celo de muchos cristianos individuales, muchos de ellos que son solteros. Están tan llenos de gozo, entusiasmados por la Palabra de Dios, siempre poniendo la obra del Señor primero. Cuando los veo me digo a mí mismo, “Allí va uno que nunca renunciará y nunca dejará de crecer. ¡Él [o ella] está determinado a ir todo el camino con el Señor!” 

Pero, tristemente, algunos de estos creyentes celosos empiezan a cambiar. Empiezan a faltar a las reuniones, considerando que solían venir a cada servicio. Y una mirada triste, austera esta sobre su semblante. La bendición de Dios no está allí - ¡casi puedes verla salir de ellos! 

Ahora cuándo los veo, me pregunto, “Señor - ¿qué pasó? ¿Cómo pudieron simplemente alejarse? ¿Cómo vino tal frialdad a su espíritu? ¿Cómo pudieron olvidar el secreto de tener tu bendición y favor en ellos?” 

¡Lo mismo pasa a las naciones! Desde el día que Dios mandó sus bendiciones a Israel, hasta los días modernos de América - ¡las naciones que una vez vivieron bajo la bondad dadivosa pronto se olvidaron de Dios! Olvidan por qué él les bendijo - y se vuelven sus enemigos, ¡yendo del favor a los terribles juicios! 

Ninguna nación fue tan bendecida como Israel. Dios les dijo, “Les escogí entre todos los pueblos de las naciones - ¡y los llevé en mis brazos! Te encontré, bañé y vestí. ¡Pero entonces ustedes se volvieron agrios contra mí! ¡Se volvieron contra mí, cometiendo adulterio espiritual!” 

¡Cómo Israel, ¡Estados Unidos ha perdido la bendición y el favor de Dios! En un tiempo esta nación fue grandemente bendecida. Sus antepasados fueron, en su mayor parte, hombres piadosos. Y hasta hace unos cuantos años, América bendijo al mundo entero como la nación prestamista número uno. ¡Ya no! Ahora son la nación deudora número uno, ¡debiendo más dinero que el resto del mundo combinado! ¡Estan en una deuda tan profunda que nunca lograrán salir de ella! 

¿Qué le ha pasado a Estados Unidos? ¡Ha perdido su alma, su bendición, su favor para con Dios! Ya no son una nación bajo Dios - porque él los ha entregado a sus pecados. Se han vuelto ateos - ¡y ahora estan bajo su disciplina divina! 

¿Cómo pierden las naciones, las familias, y los individuos la bendición y el favor de Dios? ¿Qué produce esta caída en la ruina y la vergüenza? Hageo enlista tres razones para esto que estaremos viendo en el transcurso de los días.

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