Descarga Música Cristiana

lunes, 8 de noviembre de 2010

LA DOCTRINA DE JEZABEL


Vamos a mirar a esta doctrina de demonios y veremos si tú estás en peligro de caer en ella. Hay tres marcas distinguibles en la doctrina de Jezabel. Estas se encuentran en la Jezabel del Antiguo Testamento, la madre y la personificación de falsas doctrinas. Jesús hizo su nombre sinónimo de falsa doctrina. Es una doctrina que enseña que algo malo puede ser bueno, que algo profano puede ser puro.
Jezabel en hebreo significa: "casto, virtuoso, sin idolatría." ¡Imagínense! La más impía, la más idólatra, tramposa, odiosa mujer en toda la Biblia es llamada virtuosa y sin pecado. Algo muy malo es llamado bueno. Pero irónicamente, ¿es casta? con signo de interrogación; ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo ella vino a ser casta? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Y mira a Acab: "Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que habían reinado antes de él. Como si le fuera cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel hija de Etbaal, rey de los sidonios; y fue, sirvió a Baal y lo adoró." (1 Reyes 16:30-31). Acab quiere decir: "uno semejante al padre", o "marcado con la naturaleza de su padre."

Jezabel representaba la falsa doctrina y Acab es su víctima. La Biblia nos dice que no fue suficiente que Acab tuviera un corazón inclinado al pecado y a la idolatría. El trae a su vida la influencia satánica que lo arraiga al pecado. "No hubo realmente nadie como Acab, que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos de Jehová, pues su mujer Jezabel lo incitaba." (1 Reyes 21:25).

El mensaje es que la tendencia de los cristianos que mantienen pecados y lujurias en secreto es abrazarse y casarse con la doctrina falsa que solo los excitará y los confirmará en sus pecados. Lo último que necesitaba Acab era una Jezabel. ¡Que peligroso! Ella hizo resaltar de él lo peor, lo aumentó, y luego lo destruyó (a Acab). Así es la falsa doctrina. Si existe en ti algún pecado, lujuria, mundanalidad, lo último que necesitas es una doctrina que saque a relucir lo peor de ti. Cuando David pecó con Betsabé, él no necesitó un falso profeta con un mensaje alentador para decirle lo mucho que Dios lo amaba. El necesitó un profeta no comprometido, Natán, con el dedo señalándole y clamando: "Tu eres el hombre."

Aquellos que predican la doctrina de Cristo demuestran al pueblo la diferencia entre lo santo y lo profano, lo bueno y lo malo. No sale mezcla de sus labios. "Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro" (Ezequiel 44:23).

Ezequiel denuncia a estos falsos profetas que se enriquecen trayendo mensaje de justificar el pecado. "Porque en medio de ella hay una conspiración de sus profetas; son como un león rugiente que arrebata la presa. Devoran a la gente, se apoderan del patrimonio y de las cosas preciosas, y multiplican sus viudas en medio de ellos. Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo santo y lo profano, ni enseñan a distinguir entre lo impuro y lo puro. Con respecto a mis sábados esconden sus ojos, y he sido profanado en medio de ellos. Sus profetas les han recubierto con cal. Ven vanidad y les adivinan mentira, diciendo: "Así ha dicho el Señor Jehová, pero Jehová no ha hablado." (Ezequiel 11: 25-28).

Como resultado, tenemos toda una generación de jóvenes turbados que ni siquiera pueden reconocer lo maligno cuando lo ven. Los falsos profetas los han engañado. Ellos llaman bueno cuando "rockeros" con pelo pintado, vestidos como monigotes, se contornean y menean sexualmente en el púlpito, tocando su "rock and roll cristiano." A ellos se les dice que el sexo extramatrimonial es bueno siempre y cuando se esté enamorado y se respete a la otra persona. Predicadores y maestros han venido a ser los grandes defensores del pecado en muchas naciones.



0 comentarios: