Puedes estar seguro que si estás tratando de andar rectamente ante el Señor, ¡estás siendo probado! De hecho, mientras mas íntimamente camines con Cristo, más intensa será la prueba. Las Escrituras dicen esto bien claro:
El tiempo de la gran prueba se acerca para “aquellos de entendimiento” ¿Y quiénes son los que van a ser probados? Son los justos, aquellos que son útiles al Señor, que caminan con Dios, ¡y tienen la sabiduría de Cristo!
En estos momentos, te preguntarás: "¿Por qué estoy siendo probado? ¿Por qué todo esto me está pasando a mí?
¿Recuerdas tus días de estudiante? Cuando daban un examen en la escuela, éste demostraba lo que tú habías aprendido de lo que se te había enseñado. Sin embargo, Pablo hablaba de otra escuela, una donde “aprendemos a Cristo”, y donde somos “enseñados por él, conforme a la verdad que esta en Jesús.” (Efesios 4:20-21). Si tú perteneces a Jesús, ¡tú estas en su escuela! Puede que creas que ya te graduaste, ¡pero no lo será hasta que estés en gloria!
Cuando yo estaba en la escuela, odiaba las pruebas sorpresivas o los exámenes sin anunciar. Sin embargo, el Señor nos ha dicho que estemos preparados para ser probados a cualquier hora y que estas pruebas continuarán hasta que Jesús regrese. Todos los que aman al Señor pasarán por candentes tribulaciones y serán purificados de todo aquello que no es de Cristo, ¡en preparación para las bodas del Cordero!
David a menudo hablaba de que estaba siendo probado y juzgado: “yo sé Dios mío, que tu escudriñas los corazones y que la rectitud te agrada." (1 Crónicas 29:17). “Tu has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; he resuelto que mi boca no haga transgresión.” (Salmo 17:5).
Santos, no puedo enumerar todas las maneras es las que el Señor prueba a sus hijos, pero hay tres pruebas en común para todos nosotros, y me gustaría enfocarme en ellas, mañana estaremos viendo la primera.
“…mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. …y en su caída serán ayudados de pequeño socorro. También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados para ser emblanquecidos hasta el tiempo determinado; porque aún para esto hay plazo.” (Daniel 11:32-35).
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