¿Por qué la gente ha perdido fe? Es porque no pudieron encontrar evidencia de ella en el sitio donde creyeron que la pudieran encontrar: la iglesia de Jesucristo. Los pecadores han venido a la iglesia buscando a alguien que persevere en sus pruebas y dificultades, quien, cuando todo se esta hundiendo a su alrededor, tiene una fe anclada, sólida.
El mundo ha escuchado muchos sermones sobre la fe en la televisión y la radio. Los incrédulos han escuchado las doctrinas de fe, hasta han leído libros sobre fe que nosotros los predicadores publicamos. Y han escuchado cristiano tras cristiano hacer alarde de tener fe. Pero dondequiera que miran ahora, ven ejemplos de fe naufragada. Cristianos que antes declaraban su fe ahora están dando por vencida su fe en Dios en medio de sus tiempos difíciles.
Escuché un presentador de noticias decir recientemente, “Estamos viviendo en una sociedad nerviosa.” Los Peruanos están nerviosos por la crisis en el mundo. Y múltiples de millones mundialmente están preocupados por todas las sacudidas que esta ocurriendo a su alrededor.
Así que, ¿dónde se vuelve la gente por esperanza? ¿Dónde encuentran ejemplos de fe firme?
El Espíritu me ha hablado una palabra clara: “Tienes que anclar tu fe, Israel. Dispón tu corazón a confiar en Dios en todo, en todo tiempo. Asegurate que tu fe no titubee.”
“Fijar o disponer” nuestra fe significa “estabilizar, afirmar, echar raíces, poner pilares debajo, establecer cimiento.” La Escritura dice que esta dentro de nuestro poder el hacer esto. Santiago escribió, “Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7).
En este pasaje, el Señor designa toda la responsabilidad sobre el creyente. Dios nos está diciendo, en esencia, “Cuando el mundo mire a mi pueblo en estos días de temblor y ansiedad, tienen que ver fe. Mientras todo está sacudiéndose, la fe debe mantenerse sólida y firme. Así, que, creyente, ancla tu fe. Tu, cristiano, toma una posición fija. Y nunca abandones esa posición.”
Estoy convencido que el mundo no necesita más sermones sobre fe. Necesitan ver un sermón ilustrado: la vida de un hombre o una mujer quien vive su fe ante el mundo. Necesitan ver siervos de Dios atravesar las mismas calamidades que ellos están enfrentando y no ser sacudidos por ellas. Solo entonces los pecadores se enfrentarán cara a cara con un testimonio de fe firme.
David describió esto cuando habló sobre “a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres” (Salmo 31:19). Estaba hablando sobre creyentes cuya confianza fuerte y vida fiel son rayos de esperanza para aquellos en la oscuridad.
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