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viernes, 19 de junio de 2009
El gallo ya cantó
Lucas 22:31-34, 54-62
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearlos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces… Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él. Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es Galileo. Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.”
Hay cuatro cosas que quisiera compartir con ustedes acerca de la vida de Pedro. Usaré el término de “el gallo ya cantó”, porque la pérdida de la casa ya sucedió, el matrimonio ya fracasó, porque todo lo que emprendes te sale mal, te dejó la chica con la que quieres pasar toda la vida y seguimos lamentándonos continuamente de algo que ya pasó. Siempre estamos ensayando el dolor y las penas. La gente habla de su fracaso como que si fuera ayer, aunque haya sucedido hace 20 años. Nunca han podido superarlo. Ellos esperan que usted sea como ellos y lamentarse junto con ellos, pero no puede ser así. Yo no soy así, me niego a serlo.
La Biblia no dice “ser serio” porque, yo soy Dios. La Biblia dice que el cambio nuestro lamento en baile, en gozo. Estuve en Lima el año pasado, comencé a cantar una alabanza de júbilo y una señora me miró con cara de seria, pero al otro día empezó a cantar conmigo. Se puede estar alegre. Tengo 2 hermanos, una chica que me ama, soy feliz, mi madre ama a Jesús, ¿por qué voy a estar triste?
Esta historia de Pedro es tan importante que todos los evangelios la registran. Jesús quería que todos supieran que Pedro había metido la pata. El peor enemigo de Pedro vino a ser el gallo.
Hay 4 cosas que puedes hacer después de que el gallo canta:
Ve y levántate, no te quedes tirado…
En el día de la resurrección dice que las mujeres fueron a la tumba de Jesús y estaba vacía. Les dijeron que le avisaran a los discípulos y a Pedro; es al único que menciona por nombre. El hecho de que hayas fracasado no te elimina de la carrera; te hace un candidato. Ya has llorado suficiente, los ojos de todos te están mirando. ¡Usa tus fuerzas, fortalécete en el Señor, levántate!
¿Qué vas a hacer? Olvídate que has perdido tu virginidad, o tu casa, o el trabajo, o un ser querido. Olvídate de tu fracaso. Imagínate a Pedro, la historia lo registra, un hombre que caminó sobre las aguas, que caminó con Jesús, lo negó 3 veces. Yo batallé con mi vida. Duele cuando personas te traicionan. ¿Qué vas a hacer? Te puedes quedar lamentando, llorando, o te puedes levantar. Pedro se levantó, y corrió a donde estaba Jesús.
Ve y acuérdate…
Jesús le dijo a Pedro que iba a fracasar, pero también le dijo que el había orado para que su fe no fallara. ¿Quién de nosotros no ha fracasado? El simple hecho de que eres humano ya eres candidato para el fracaso. ¡Acuérdate! Pedro se levantó. El estaba agobiado, perturbado, molesto, pero se levantó y se acordó que el Señor lo había llamado y que estaba entre los 12. Se acordó que durmió a su lado, y le profetizó, le llamó, y caminó sobre las aguas con él.
Acuérdate de cuando Jesús te llamó, de cuando te tocó. Cuando tengo problemas yo solo pienso en el día en que era joven, muriéndome con un tristeza como prisión, y allí El me tocó. Salí de la prisión cuando un loco Cristiano me predicó, y el Señor me tocó. ¿Cómo te vas a olvidar? ¿Acaso no ha sido bueno Dios contigo? ¿Te ha bendecido? ¿Te ha prosperado? Muchas veces estamos conscientes de lo que no tenemos, que se nos olvida dar gracias por lo que tenemos.
Si te sientes desanimado, acuérdate del día que Jesús te tocó, se te olvidara tu problema. Vuelve a tu primer amor!
Ve y cumple…
Cuando seas restaurado, vete y dile a tus hermanos. ¿Crees que tu fracaso te va a quitar la responsabilidad que tienes? Al contrario, Dios no tiene una mala memoria. Dios no es humano, es espíritu y cuando promete algo lo cumple. Y tú tienes que cumplir. Mira a toda la gente que Dios uso: Pablo era el matón de la iglesia, Judas el traicionero, Tomás el incrédulo, Moisés era tartamudo, un criminal, Jeremías el llorón, y a Elías el miedoso. Tuve muchos fracasos, unos ciclos antes de graduarse, Dios me tocó, y ahora soy siervo de Dios, y Dios no me ha hecho un perdedor.
Ve y gózate…
Jesús les dijo que fueran a Bethania con él. Los discípulos estaban tristes. Jesús alzando las manos les bendijo, ellos le adoraron, y una nube se lo llevo. Luego los discípulos regresaron. Jesús los saca de la ciudad del bullicio (Jerusalén), y los lleva hasta Bethania, el lugar de intimidad, y luego regresaron a la ciudad del bullicio a seguir trabajando. Regresaron al lugar del dolor, al lugar del fracaso, pero regresaron con gozo y alegría. Pedro regresó a Jerusalén con gran gozo.
El fracasado de Pedro que lo registran todos los evangelios, ahora tiene una segunda oportunidad, a pesar de que el gallo ya cantó. ¿Te acuerdas cuando Jesús te perdonó? Aprende a disfrutar lo que es la dicha del perdón, y mi deseo es contagiar a otros para que sirvan y amen a Dios.
¡Alimenta tu gozo y que tu tristeza se muera de hambre!
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