Multitudes de cristianos se levantan cada mañana sólo para
enfrentar problemas indescriptibles - dolor físico, sufrimiento
emocional, luchas financieras. Muchos están tan apresados por problema
tras problema, que se preocupan, “Esto es demasiado para manejarlo.
¡Mis problemas están a punto de derrotarme! No tengo más fuerzas para
pelear estas cosas. ¿Cómo venceré?”
Nuestro ministerio ha recibido muchos mensajes de hermanos que
soportan circunstancias sumamente difíciles diariamente. Recientemente, pase un tiempo leyendo algunas de estas cartas:
- Una piadosa mujer escribió: “He estado casada por treinta y cinco años y soy abuela. Pero ahora mi familia está siendo destruida por mi marido adúltero. Él ha sido lleno del Espíritu y ha sido usado a menudo por el Señor. Pero ahora es un mujeriego amargado, lleno de lujuria al final de su vida. Por favor ore para mí. Él ha me ha sacado todo el amor, y soy tan infeliz.” Una nube de sufrimiento se ha amontonado sobre la vida de esta mujer. Todavía ama a su marido y quiere que regrese a casa - pero él ha agotado del todo las emociones de ella. A menudo se pregunta, “Oh, Dios, esto está a punto de destruirme. Pienso que no puedo soportar más. ¿Cómo puedo continuar?”
- Otra querida mujer escribió: “He vivido con un debilitante problema intestinal por siete años. Mi marido también está mal de salud. Nuestras finanzas están en mala condición, aunque nunca gastamos el dinero en cosas frívolas. Y ahora mi padre de ochenta y nueve años está muriendo de cáncer. Le pedimos que ore por nosotros.” Todos los días esta mujer tiene que enfrentar un padre agonizante, un marido enfermo, dolor físico agobiante y pesadillas financieras. Me pregunto cuán a menudo ella clama, “Señor, estos enemigos son demasiado fuertes para mí. ¿Cómo puede seguir una persona débil, desvalida como yo? ¿Cómo vamos a vencer?”
- Un Pastor escribió: “El pasado mes de junio fui sometido a una cirugía radical en mi próstata que estaba llena de cáncer. Los doctores también sacaron los músculos que controlan mi continencia. Creen que sacaron todo el cáncer, pero no pueden estar seguros. Ahora también tengo diabetes y úlcera estomacal. Por favor, ¿oraría por mí?” ¡Qué enemigos gigantes enfrenta este hombre cada día! Vive con el temor de que su cáncer permanece. Y tiene que soportar el dolor de la diabetes y un estómago ulcerado. Me pregunto cuán a menudo se pregunta, “¿Cómo puedo continuar enfrentando esto? ¿Cómo sobreviviré?”
- Una hermana mayor en el Señor escribió: “Tendré ochenta y un años en noviembre, y tengo artritis y diabetes. Mi espalda y mis piernas están débiles, y apenas puedo caminar. Porque vivo sola, tengo que hacer mis propios quehaceres domésticos. No tengo mucho dinero o algún pariente vivo. Por favor ore por mí.” Me imagino a esta mujer adolorida esforzándose cada mañana sólo para levantarse, luchando para cocinar las comidas, fatigándose para mantener su casa - todo sin ayuda. Ella debe preguntarse a veces, “¿Cómo voy a vencer a través de otro día? ¿Qué me pasará la mañana cuándo no pueda salir de cama?”
- Otra amada hermana escribió: “Acabo de recibir la noticia que mi marido tiene cáncer terminal en su esófago. Él ha sido un marido piadoso y un padre maravilloso para mi hijo de catorce años. Ore que yo permanezca fuerte, y que mi fe aumente a través de esto.” Como tantos otros que nos han escrito, esta pobre mujer está clamando por fuerzas para enfrentar una dificultad gigante cada día.
Nunca en mi vida he oído de tales problemas, sufrimientos y dolor
entre los cristianos - luchas matrimoniales, problemas financieros,
pruebas físicas, pesar interminable. Las personas están preguntando,
“¿Cómo voy a vencer? Todos estos enemigos son demasiado poderosos para
mí. Soy débil, desválido, incapaz de hacer algo acerca de ellos.
Señor, ¿cómo puedo atravesar esto?”
La verdad es que, ninguna de estas cosas terribles ha sorprendido a Dios. Él ha previsto cada cosa horrible que le pasaría a la humanidad, incluyendo cada crisis y problema que enfrentamos hoy. Y la Biblia nos dice que Dios quiere mostrarnos cómo enfrentarlos.
La verdad es que, ninguna de estas cosas terribles ha sorprendido a Dios. Él ha previsto cada cosa horrible que le pasaría a la humanidad, incluyendo cada crisis y problema que enfrentamos hoy. Y la Biblia nos dice que Dios quiere mostrarnos cómo enfrentarlos.
El
Señor habló a Moisés dos palabras de esperanza que también son para
nosotros hoy. Si simplemente hacemos lo que él instruye, no sólo
pasaremos a través de nuestras pruebas, sino que encontraremos al Señor
fiel cumpliéndonos sus promesas, las compartire la próxima semana.
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