Con el tiempo, muchos creyentes se desaniman porque sus
oraciones no son contestadas - y finalmente, se dan por vencidos. Ellos
piensan: "Quizás me falta fe. Todo lo que sé es que la
oración no funciona para mí. Y, ¿por qué debo orar si no tiene
efecto?"
Los israelitas en los tiempos de Isaías adoptaron la misma
actitud. Isaías escribió: "Que me buscan cada día, y
quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no
hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse
a Dios. ¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos
nuestras almas, y no te diste por entendido?" (Isaías 58:2-3).
Estas
personas estaban acusando a Dios de ser negligente con sus hijos!
Estaban diciendo: "Amo a Dios - hago el bien y evito el pecado. Y,
hasta ahora, he sido fiel en buscarle en oración. Pero, sabes qué, él nunca me ha contestado! Así que, ¿por qué debo continuar afligiendo mi alma ante él?
El nunca se ha dado por aludido en cuanto a mis súplicas!"
Muchas
mujeres cristianas solteras tienden a pensar de esta manera.
Ellas dicen: "Por años he buscado al Señor con sinceridad, pidiéndole
que traiga un hombre consagrado a mi vida. He orado por más de diez
años. Pero no sucede nada!" Así que tratan de formar matrimonios por su cuenta -
con resultados desastrosos.
Hace un tiempo leí un comentario de un pastor en su blog muy alarmante. El dijo: "Amigos, la
semana pasada cerré la iglesia que había pastoreado por varios años.
Simplemente disolví la congregación y abandoné el púlpito. Por años
oramos por un avivamiento - pero nunca sucedió. Oramos por una
edificio - pero nunca lo obtuvimos. A través de los años, la
congregación menguó hasta llegar a ser treinta personas. Simplemente
no estaba funcionando. Y ahora me voy a buscar otro trabajo."
Sentí
pena por este hombre abatido. Sin embargo, estoy de acuerdo - él
necesita otro trabajo, porque en primer lugar, probablemente él no fue
llamado al ministerio. Verás, nuestro llamado no es para ver que ocurre
un
avivamiento, ni para obtener edificios, o para tener un número respetable de
feligreses. No! Es para ministrarle al Señor con fidelidad - y
eso incluye nuestra vida de oración!
Santiago escribe que Dios no contesta
la oración de aquellos que piden simplemente para satisfacerse a sí mismos:
"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites." (Stgo. 4:3). En otras palabras: "No
estás pidiendo la voluntad de Dios. No estás preparado para someterte a lo
que él quiera. Más bien, estás tratando de dictarle a él aquellas
cosas que satisfacen tu corazón!
No te equivoques - nuestro Dios es
absolutamente fiel. Pablo escribe: "... sea Dios veraz, y todo
hombre mentiroso." (Rom. 3:4). Él está diciendo en esencia:
"No importa si escuchas un millón de voces clamando: 'La oración no da
resultado. Dios no escucha!'" Que todo hombre sea mentiroso.
La palabra de Dios permanece y él es fiel para escucharnos!"
Jesús
dijo: "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo
recibiréis."
(Mat. 21:22). Sencillamente, Cristo está diciendo: "Si realmente
crees, estarás dispuesto a esperar la respuesta de tu Padre
Celestial. Y no te importará cuanto tiempo se tarde. Mantendrás
la fe, creyendo que él contestará!"
Si Dios se ha tardado en contestar una
oración en particular, puedes estar seguro que él está probando tu fe.
Él quiere que confíes en él cuando aparenta estar silencioso. Y él te
prueba para ver si dices: "Me doy por vencido. El no contesta."
Finalmente, él quiere que tu fe salga probada como el oro puro - para que estés
preparado para recibir muchas contestaciones, tanto para tí como para otros.
Una
vez leí la historia de una santa consagrada - una hermana mayor, que había caminado muy de cerca con Jesús por muchos años. Su vida de
oración era tan fuerte, que personas de todas partes le pedían que orara por
ellos.
Un día una amiga de ella escribió pidiendo la oración y la mujer aceptó.
Unas semanas después, esta consagrada mujer recibió otra carta de
esa misma persona, diciendo: "Gracias por orar - he sido sanada!"
Pero la mujer se dio cuenta que se le había olvidado orar.
Ella se regocijó porque su amiga haba sido sanada. Sin embargo,
pensó: "Seor, ella dijo que su fe era débil. Por qué
la sanaste, si a mí se me olvidó orar?"
Dios le contestó: "La
sané porque tú has llegado a conocerme! Te has acercado tanto a mí que
realicé el deseo que tenía por la petición de tu amiga - aún hasta sin tú
haber orado."
"Cuán
grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado
los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!" (Salmo
31:19). "... Pero los que buscan a Jehova no tendrán falta de
ningún bien." (34:10).
Ve a tu lugar secreto
regularmente y búscale con todo tu corazón. Esa es tu respuesta a un
matrimonio restaurado, para tus familiares inconversos, para toda necesidad en tu
vida. Quizás las respuestas no lleguen de la noche a la mañana.
Mas sin embargo, Dios hará su obra a su tiempo y a su manera. Tu
parte es creer que él es fiel para contestar - porque tú eres su amado hijo!
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