¿HAS VISTO AL PADRE?

Jesús vino a la tierra como un hombre para redimir a la humanidad de nuestros pecados y de todo tipo de esclavitud y prisión. Ese hecho ha sido establecido en las mentes y los corazones de la mayoría de los cristianos. Pero Cristo también vino a la tierra con el propósito de revelarnos al Padre celestial.

Primero él dijo a sus discpulos, el Padre me ha enviado (Juan 5:36).
Entonces él dijo, No puedo yo hacer nada por mí mismo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. (Verso 30).
Y finalmente él declara, yo voy al Padre (Juan 14:12).

Escucha cuidadosamente lo que Jesús está diciendo: Yo vine del Padre. Y mientras estoy aquí, yo solo hago su voluntad. Pronto volver a mi Padre.
Jesús dice que su vida entera estaba en torno al Padre celestial su venida a la tierra, su propósito mientras estuviese aquí, y su regreso. Todo era a cerca de revelar al Padre!

No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. El Padre le muestra todas las cosas que él hace (Juan 5:19-20).
No puedo yo hacer nada por mí mismo, no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre (verso 30).

Jesús decía que no tenía voluntad propia que él no hacía nada en la tierra excepto la voluntad de su Padre. De hecho, Cristo dijo a los fariseos, Miren mi vida, mi ministerio, todos los milagros y buenas obras que hago y ustedes podrán ver al Padre celestial. Todo lo que hago es un reflejo de lo que él es, y todo esto para revelarlo a ustedes!

Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar (Mateo 11:27).

Jesús aquí está diciendo, Es imposible para ustedes conocer quien es el Padre a menos que yo se lo revele. Ustedes no pueden conseguir esa revelación por sí mismos, solo por la lectura de la Biblia o por ir a la Iglesia. Yo tengo que revelarlo a ustedes! Nadie viene al Padre, sino por m (Juan 14:6).

Significativamente, Jesús agrega en el verso siguiente de Mateo:
Venid a mí todos los que estéis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28).

Es importante saber por que este verso está conectado con el verso anterior. Jesús está diciendo que si tu quieres reposo para tu alma si tu quieres terminar con todo esfuerzo interior entonces debes tener una revelación de quién es el Padre. Tú debes saber que tienes un Padre en el cielo que cuida de ti!

Su Espíritu me mueve. Yo soy la personificación de quien él es. Así que mírenme. Oigan mis palabras, contemplen todos mis milagros, todas mis buenas obras, todas mis enseñanzas. Yo estoy revelándoles a mi Padre y vuestro Padre!

Jesús dijo a sus discípulos, bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis (Lucas 10:23).
Él estaba diciendo, Ustedes son apenas unos bebés. Y aún así Dios ha escogido revelarse a ustedes, como su Padre!

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que habiés recibido, sea anatema. (Gálatas 1:6-8).

En el Antiguo Testamento, los hijos de Dios tenían solamente una vislumbre de Dios como su Padre. David dijo: Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehov de los que le temen (Salmo 103:13). Isaías llama a Dios El Padre Eterno (Isaas 9:6). Jeremas escribió de él, me llamareis: Padre mío (Jeremías 3:19).
Pero estos antiguos no tenían la completa revelación del Padre. El mismo Jesús dijo, Los profetas anhelaron ver lo que ustedes ven y or lo que ustedes oyen pero no pudieron! Aquellos en los tiempos del Antiguo Testamento nunca tuvieron una visión del Padre celestial. Si, ellos conocieron a Jehová por todos los nombres que él les había revelado. Pero él no se había revelado a ellos como Padre.

El hecho es, que esa revelación no podía venir hasta que el Hijo revelara al Padre. Jesús dijo, Ninguno conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Aun ahora Cristo ha venido a revelar al Padre a esta última generación, en una forma que ninguna otra generación lo había conocido nunca antes!