¡En vez de voltear al Señor con confianza, pusieron sus ojos en el enemigo! Se volvieron al brazo de la carne. Ellos enviaron embajadores a Egipto, a los líderes y generales de gobierno en Zoar y Hanes. Ellos tomaron el asunto en sus manos.
Isaías nos hace una vívida descripción del vacío y de la angustia delante de ellos. Al ir a Egipto iban camino a: “…por tierra de tribulación y angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela” (Is. 30:6). Ellos no encontraron nada más que vacío y vanidad. “Por tanto la llamó Rahab quien ha sido exterminada” (Is. 30:7).
Aquí Rahab en hebreo quiere decir: “He llamado a Egipto, bocón, que se sienta tranquilo.” Otros lo interpretan como “Gente fanfarrona que es holgazana”.
La escena es terrible: aquí tenemos al pueblo de Dios, ¡Regresando por el mismo desierto del que habían sido libertados, volviendo por ayuda a un sistema del mundo, presumido y fanfarrón que no se podía mover! Estaban dispuestos a soportar una vez más el vacío, el dolor y la angustia – en un desierto, buscando que el mundo los ayudara.
Miren a la iglesia de hoy, miren a sus ejércitos de expertos entrenados, mire a sus pastores y trabajadores. ¿Hacia dónde se dirigen la mayoría de ellos? ¡De regreso al desierto, de regreso a Egipto, el bocón! Se están desviando del Hombre de Galilea, del oprobio de la cruz, del poder de la oración, de la fe y de la palabra de Dios. “Porque este es pueblo rebelde… que no quisieron oír la voz de Jehová” (Is. 30:9).
¡Moisés profetizó que esto mismo ocurriría en los últimos días! Él predijo acerca de la gran apostasía del pueblo de Dios. “Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. “Porque yo conozco tu rebelión y tu dura cerviz; he aquí que aún viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto? “Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos” (Deut. 31:26, 27, 29)
Él advirtió: “Ustedes se apartaran – el mal caerá sobre ustedes en los últimos días. Moisés profetizó: “Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán y engordarán y se volverán a dioses ajenos y les servirán y me enojarán e invalidarán mi pacto” (Deut. 31:20).
Vamos a unirlo y llegar al punto que están haciendo los profetas. ¿Qué significa desdeñar al Señor – y regresar a Egipto? ¿Qué interpretación tiene esto en estos últimos días? Dios está diciendo: “Cuándo primero te llame – cuando te toqué y te libré de tus enemigos, ¡solo me querías a mí! ¡Orabas por todo! Tenias fe y confianza de niño en mi, que yo te guiara e hiciera provisión milagrosa para todas tus necesidades. Yo era tu gozo – solo yo era tu satisfacción. ¡No te habías consumido, tenías un corazón anhelante por mí!
“Ahora tienes todos tus expertos, tus libros de “como hacer.” Tienes métodos modernos, no me necesitas para que te provea ahora. Tienes expertos que te digan como recaudar dinero, como escribir cartas, como hacer apelaciones. Tienes seminarios, sesiones de entrenamiento, más expertos y más consejo, mucho de los cuales incorporan las enseñanzas de este mundo. Estás aprendiendo como hacer las cosas mejor, ¡pero a mí me conoces menos! Ya no soy el centro de todo, haces las cosas en mi nombre y estás muy ocupado, muy comprometido y trabajas mucho – pero te deja cansado, consumido y vacío, porque estás en el camino a Egipto. Estás encauzado en la dirección equivocada.”
Nuestras iglesias ya no tienen el poder de Dios para atraer a la gente. Ahora bajan a Egipto, toman prestada su música, sus danzas y su entretenimiento, ¡esperando atraer una multitud! ¡No hay pasión por las almas – solo el gentío! ¡Qué la iglesia crezca a cualquier precio! Fíjense en la mayoría de los boletines de las iglesias, parecen más bien un calendario teatral. ¡La iglesia quiere montar los rápidos caballos de Egipto! Es un hedor en la nariz de Dios.
¡Aun los ministerios de ayuda a la iglesia están cayendo en apostasía! Los trabajadores están estacionados enfrente del ídolo de la televisión. Muchos están leyendo libros de sicología. Aunque algunos tienen pasión por las almas, ¡aun esto se convierte en algo mundano y energía humana.
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