No estoy siendo chistoso, yo creo que Dios contesta la oración.
¡Oh, cuanto creo en eso! Pero mi correo electrónico esta recibiendo cartas trágicas de cristianos honestos quienes están totalmente confundidos y desanimados porque no parecen poder hacer funcionar todas estas nuevas oraciones y formulas de fe. “¿Qué pasa conmigo?”; escribe una dama molesta. “He examinado mi corazón y he confesado cada pecado. He atado poderes demoníacos a través de la Palabra de Dios. He ayunado; he orado; he confesado las promesas-aun así, no he visto la respuesta. Debo estar espiritualmente ciega o estoy haciendo algo incorrecto.”
Créeme, hay miles de cristianos confundidos a través del mundo quienes se condenan a sí mismos porque no pueden producir una respuesta a una oración desesperada. Ellos saben que la Palabra de Dios es verdadera, que ni una sola promesa puede fallar, que Dios es fiel a todas las generaciones, que él es bueno, y que él quiere que sus hijos esperen respuestas a sus oraciones.
Pero, para ellos, esta es la única oración que sigue sin respuesta por tiempo indefinido. Así que se culpan a sí mismos. Ellos escuchan los casetes de maestros y predicadores quienes hablan tan poderosamente y positivamente acerca de todas las respuestas que están recibiendo como resultado de su fe. Y escuchan los testimonios de otros que tienen una formula bien programada quienes reciben de Dios todo lo que piden. Entonces miran su propia impotencia, y la condenación los abruma.
Continuara...
0 comentarios:
Publicar un comentario