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domingo, 20 de septiembre de 2009

LA LANZA Y EL ARPA



¡Que hermoso es servir al Señor! Muchas veces flaqueamos y no entendemos los porqué nos suceden ciertas situaciones.
David llegó a ser rey luego de muchas experiencias como persecuciones, calumnias, y cuantas otras cosas.
En esta lección conoceremos un poco más de como David tenía éxito, en esta ocasión hablaremos de dos instrumentos muy diferentes entre si y sabremos cual de ellos empleamos nosotros en nuestras vidas diarias. Te aliento a seguir adelante, a no desmayar: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece...
Atentos que falta solo una lección para terminar la serie!!

"Y el espíritu malo de parte de Jehová vino sobre Saúl; y estando sentado en su casa, tenía una lanza a mano, mientras David estaba tocando. (1º Samuel 19: 9)

Introducción: Es llamativo ver la declaración: "Tenía una lanza a mano, mientras David estaba tocando".
Ambos tenían un instrumento en particular que realmente simbolizaban el carácter de estos hombres, y eso es justamente lo que vamos a mirar hoy.
En la lección anterior, estudiamos sobre los lanzadores de lanzas, y la necesidad de ser nosotros mismos EXPERTOS en esquivar o evadir las mismas. Quizás en esta lección, descubramos cual es nuestro carácter.

La lanza de Saúl: La lanza es un instrumento de guerra, de ofensa y defensa, de ataque y protección. Por medio de la lanza, Saúl manifiesta su ira y coraje. Ahora bien ¿Qué representa la lanza?

1. "La lanza reresenta la ira de Saúl": Saúl sufría de una aguda neurosis, que se expresaba en ataques incitados de ira, atropellos y desplazamientos. El temperamento de Saúl explotaba sin que le echaran pólvora. Se enojaba sin causa y se airaba sin razón. Las personas que actúan de esta manera, tienen que reconocer, que aunque no tengan el instrumento en sí, en sus manos (la lanza), por sus arrebatos o atropellos, están actuando de la misma forma que si la tuvieran, hiriendo a los demás.

2. "La lanza representa los malos deseos de Saúl": El quería matar a David por capricho humano y por temores imaginarios. La laguna estancada de sus malos deseos, le impedía ver lo bueno en David.
Tener malos deseos hacia alguien, nos hace ver todo malo en nuestros semejantes, aunque estos actúen bien, siempre buscaremos la forma de acomodar las cosas para hacerlos quedar mal. Los malos deseos llegan a amargarnos tanto, que perdemos la visión de lo bueno que otros pueden hacer viéndonos siempre como superiores. Dios nos ayude, y nos libre de malos deseos.

3. "La lanza representa la arrogancia de Saúl": En vez de tener un cetro de justicia, símbolo de equidad y de buen juicio, tenía una lanza, representación de la tiranía, del abuso y la violencia.
Saúl era un líder que ostentaba los títulos, los homenajes y los cultos a su personalidad. Era amante de la vanidad y esclavo de la adulación.
Las personas arrogantes no tienen respeto por los demás, les da lo mismo que saludar que no hacerlo, siempre mirar de reojos o por sobre los hombros. Tienen una mezcla de orgullo con soberbia, y aunque se crean superiores, son dignos de lástima hasta el punto tal, que si no reaccionan a tiempo, llega el momento en que quedan absolutamente solas... con su arrogancia y amargura. Oremos que Dios nos libre de tales defectos destructivos.

El arpa de David: Mientras Saúl se sentía seguro con su lanza, David se alegraba con el arpa. Tocando el arpa David viajaba por el pentagrama divino, celestial.

1. "El arpa representa la paz de David": Un líder como David, busca la paz y comparte la misma aún con sus enemigos impotentes. La paz, es el resultado de nuestra relación íntima con Dios.
¿Qué compartes con tus allegados? ¿Hay paz en tu corazón de manera que puedas compartirla? El Señor Jesús no dijo: "mi arrogancia te dejo, mi ira te doy", era imposible porque nade de eso había en él. Pero si dijo: "mi paz os dejo, mi paz os doy". Si estamos en el, debemos tener nuestro corazón inflamado por esta paz, de tal manera que se vea en nuestro andar diario y en la comunión los unos con los otros.

2. "El arpa representa la adoración de David": Aunque se dijera que David tocaba para Saúl, la realidad era que su música estaba primero consagrada a Dios, y luego compartida con Saúl. Los salmos de David tienen a Dios como tema y como meollo teológico. En ese ejercicio instrumental, David mantenía un espíritu de adoración y contemplación divina.
Que bueno resulta tener figurativamente "el arpa" en nuestras vidas, que nos transforme en verdaderos adoradores para poder ver la hermosura del Señor.

CONCLUSIÓN: ¿Qué tienes en tu mano? ¿Tienes el arpa o tienes la lanza?¿Qué instrumento empleas más en tu diario vivir? ¿Usas la lanza para herir o el arpa para sanar? La respuesta es tuya, y quiera Dios que tengas un arpa para ser de bendición a los que te rodean.

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