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miércoles, 29 de julio de 2009
La oración e intercesión
APACIENTA MIS OVEJAS
Juan 21:12-16
“Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y así mismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.” Ya Jesús se les había presentado a sus discípulos tres veces después de su resurrección. Jesús le habló a Pedro, y antes había hablado con los discípulos.
La palabra discípulo abarca mucho. Me llamó la atención tres cosas de las que les dijo. La primera es venid, la segunda comed, y tercero, apacienta mis ovejas.
No le puso énfasis a otras cosas después de haber resucitado, sino que le puso énfasis a esto. El Señor te ha hecho un llamado y ha recibido una respuesta de parte tuya. El les dijo, comed. Toda persona que va a alimentar a alguien, tiene antes que alimentarse de alguien. Si tú vas a dar alimento a alguien, tú tienes que buscar a alguien que te alimente antes. ¿Qué clase de hambre tienes delante del Señor?
Cuando yo estaba leyendo, el Señor me mostraba que la iglesia está creciendo de una forma rápida, y que hay dos clases de personas que vienen a la iglesia. Y pude ver algo acerca de estas personas.
El primer grupo es compuesto por aquellos que han recibido sanidad, consolación, un toque del Espíritu Santo. Llegan a la iglesia y quieren servir; buscan un área de la iglesia en el cual servir. Ellos buscan poder recibir más de Dios y al mismo tiempo darle más a El. Recibieron restauración, la vida eterna; tienen la oportunidad de demostrarle a Dios agradecimiento.
El segundo, son aquellas personas que aún sirviendo no quieren conectarse divinamente, o no quieren conectarse con los Pastores para recibir la porción divina que Dios tiene para sus vidas; por ejemplo el Modelo de Jesús. Por esto, algunas personas no siguen adelante en su vida con el Señor porque no tienen esa conexión en lo divino de sus padres espirituales. Uno como predicador no solo debe predicarle a sus grupos, uno debe impartir la palabra a sus corazones. Hay una herencia espiritual que Dios te quiere dar, para así dársela a tu gente. Es una herencia super poderosa, pero va a usar a alguien para dártela, tu líder y/o tus pastores. Tal vez piensas que tienes mucha hambre del Señor, sirves en la iglesia, pero aún así no te sacias. Esto es porque no has logrado conectarte con esa porción divina, y el que te la va a poder dar son tus pastores. Quizás estés sirviendo, o estés dentro del modelo, pero ¿por qué cuesta un poquito recibirlo o entenderlo? Es porque no te has enganchado con tus padres espirituales.
Hay una herencia que Dios quiere dar a cada uno de nosotros. Esa porción es la palabra que te va a dar una meta y un final. Esta lleno de dones, de regalos, tienes gracia, energía, una familia, pero aun teniendo estas bendiciones puede ser que aún no hayas recibido esta porción divina. ¿Por qué? Porque hay tantas cosas en el servicio del Señor que se pueden volver en un distractor.
Para mí ha sido impactante el Modelo de Jesús. Yo pude haber levantado un servicio solo con mis fuerzas, y estoy segura que hubiera sido de mucha bendición. Ya tenía mi gente con quién trabajar, y no seguir el modelo, pero el Señor me confirmo y me dijo que debía empezar solo como Jesús lo hizo. Hice una lista de amigos cristianos y de allí tenía que escoger 12 Discípulos. Pero el Espíritu Santo cambió todos mis planes. El objetivo de congregarnos es implantar una palabra y esperar que la crean. Al poco tiempo el Señor fue añadiendo , hice la reunión, y aun así muchas personas no concibieron lo que era el Modelo de Jesús. Yo creí que porque algunas eran mis amistades , o pastores que conocían de la Palabra iban a aceptarlo rápido, pero no fue así. Al fin escogí 6 y aunque no llego a los 12, sé que el Señor los añadirá muy pronto, estamos trabajando y hemos podido ver los frutos.
La palabra dice que Jesús les dijo, comed. El Señor está siempre dispuesto a saciarnos. Dios siempre te va a dar el alimento que necesitas. Hemos sembrado una semilla en la vida de cada uno de los miembros de este Ministerio; el amor y el cuidado de Dios. Los testimonios son reales y aún los Discípulos están siendo usados grandemente por el Señor. Esto sucede cuando hacemos lo que la palabra de Dios dice, y lo que el pastor ha transmitido a sus ovejas. Te exhorto a que lo hagas en libertad. A veces no entendemos muchas cosas, pero los beneficios son mayores. Tu estas reflejando el amor de Dios y el fruto que estas dando es vida. Tal vez te cansas, pero al recibir los frutos, te das cuenta que estas dando vida.
Jesús le preguntó a Pedro que si le amaba. En este pasaje se usan dos significados de amor, fileo y ágape. Luego de la respuesta de Pedro, Jesús le dijo que apacentara, o pastoreara, a las ovejas. Pastorear es proveer la comida espiritual, que es la enseñanza de la Palabra de Dios; dirigir a tus ovejas. Pedro reconocía que si el tomaba esa responsabilidad, tenía que dejar su profesión anterior y que tenía que convertirse en pescador de hombres. A Pedro le costó, a nosotros también nos va a costar.
Podemos ver tres cosas en pastorear: proveer, dirigir y proteger. Tus líderes o pastores te han protegido, incluyendo de las doctrinas falsas y de los depredadores. Cuando el Señor nos enseña que debemos proteger a nuestras ovejas, quiere decir que debemos dar todo lo que tenemos por ellas. Hay una protección espiritual la cual no percibimos, esa es la más fuerte y la que más es atacada. Hace que no crezcas y que no des más fruto.
La Palabra nos enseña que hay diferentes potestades, y huestes de maldad en las regiones celestes. ¿Cómo las podemos atacar? Si tú has creído que solo pensándolo, te quiero decir que no es suficiente. Si crees que solo reconociendo que allí están, tampoco. Hay que pelear y lo haces a través de la oración e intercesión. Estas dos no son lo mismo. Las oraciones son para pedir por nosotros y adorar al Señor. La intercesión es para pelear. Te reto a que te levantes y que seas un intercesor. Todo esto va de la mando, el trato que tienes hacia tus discípulos o lideres, si vas a recibir bien el modelo, y si lo vas a cuidar.
Romanos 8:26
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
La palabra nos enseña que interceder es ponernos en el lugar de alguien más. Tenemos un gran intercesor. Quiero contarles que en el Antiguo Testamento van a encontrar muchos ejemplos de intercesores ( Abraham, Moisés, Daniel), y muchos casos de personas que se pusieron en la brecha y pelearon por alguien. En el Nuevo Testamento solo vemos a Jesucristo y al Espíritu Santo.
Romanos 8:34
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
Tenemos grandes aliados. Hubo un momento en mi vida en que yo me estanqué y me frustré. No sabía qué estaba pasando, porque en lugar de ir para adelante iba para atrás. Quería encontrar al culpable de esto, pero realmente no había nadie, ni algo, si no que yo no había pedido lo que quería, no había hecho nada, no había actuado. Esto se hace a través de la oración y la intercesión. Si quieres que Dios te use más, Dios quiere que ores y que intercedas más. A mi me costó al principio, tuve una lucha interna para levantar al equipo de intercesoras. Tuve esa batalla y me di cuenta que era espiritual. Un día llegaban 3, otro 5, otro 1, otro ni yo podía llegar; siempre habían distractores. Luego de batallar estamos logrando hacerlo constantemente y hemos visto los resultados. Vale la pena que lo hagas. Habla con las personas que sirven contigo, juntos aprendan la diferencia de la oración y la intercesión.
Dios te quiere dar grandes promesas. Yo te puedo pedir que pases adelante, orar por ti, y tratar de hacerte reaccionar, pero no va funcionar. Tú mismo se lo tienes que pedir al Señor. La intercesión no es para andar criticando a los demás, es para pelear por la necesidad de esa persona y que logre salir de allí. Hemos tenido visiones para ministrar a las Iglesias, palabras de confirmación, y hasta para cubrir a personas de un accidente. ¿Quieres que el Espíritu Santo provoque esto en ti? Dios te quiere levantar como un guerrero. Cuando lo hagas, vas a ver las bendiciones de Dios. Los dones que Dios te ha dado se van a multiplicar. Vas a tener palabra de Consuelo. Vas a tener discernimiento de espíritus.
Un día, el Señor me reveló que la intercesión no es algo físico, es espiritual. La intercesión y la guerra son espirituales, no físicas. Necesitamos un instructivo de como interceder, como hacerlo, en donde hacerlo, con qué cantidad de gente, etc. Ese día estuvimos orando e intercediendo por los discípulos para que fueran guardados del mal, que estuvieran bien físicamente, para que tuvieran un corazón humilde, contrito y humillado. Era un grupo más o menos de 4 personas peleando en lo espiritual.
Vamos a reconocer que Dios nos ha hecho un llamado. Vamos a alimentarnos mejor para alimentar a otros. Vamos a apacentar a las ovejas. No te acomodes, no es solo una simple oración, tienes que pelear por lo tuyo. Has peleado por tu idónea, por tus amigos, hijos, tu familia haz tenido las fuerzas para hacerlo, de esa clase de fuerza y de motivación es de la que te habló para orar e interceder. Pídele al Señor que te ayude a que puedas apartar ese tiempo para estar a solas con el. Prepara una habitación, una sala, o un cuarto para esto. Pídele que te ayude a quitar los distractores, los obstáculos que te impidan entrar a su presencia. Pídele al Señor que te enseñe a orar. Vas a lograr cosas poderosas.
“La oración eficaz del justo puede lograr mucho…” Santiago 5:16
Ps. Israel
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